Cuatro

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Ying arreglaba la cama con esmeró, ahora sería su turno de recibir a su señor, en la sábanas que quitó no había restos de semen, así que seguramente el pequeño Yuan no logro satisfacer a su señor como era debido, era lógico, el pequeño había sido criado como un campesino común.

En cambio el recibió instrucción sexual desde que llegó al orfanato ya que el hombre que lo recogió de las calles había pagado a maestros particulares que le enseñaban desde lectura, escritura, historia, música, economía familiar, hasta sofisticación, seducción y etiqueta, le había dicho que cuando cumpliera los 16 años iría por el para convertirlo en su esposa, a el no le agradaba la idea al principio ese hombre era muy pegajoso, pero conforme fue creciendo se dió cuenta de que si no era con el, sería con otro a la mejor peor, sería vendido a un burdel, así que comenzó a hacerse la idea de que una esposa era mejor que una amante colectiva.

Zixuan termino de bañarse, salió desnudo del bañó, con la toalla enrollada en su cuello, búscame un piyama le dijo al doncel, ying se sobresalto al verlo totalmente desnudo, lo que había dicho en el bar cuando insinuaron que ellos estaban tan sueltos que no servirán para satisfacerlo, el respondió que era un hombre grande, el no reparó en esas palabras hasta ese momento, Zixuan noto como la mirada del doncel quemaba su piel especialmente en su parte íntima.

Se acercó lentamente al chico, ying te pedí que me buscarás una piyama, tampoco vas a obedecer está orden, no creas que te he perdonado el no haber acatado mis órdenes allá en el restaurante, ying reacciono a ese discurso así que por eso su señor lo había remplazado con Yuan, por qué el fue desobediente, salió corriendo hacia el closet del Jin para buscar lo que le pidió, encontró una, con las manos temblorosas se la coloco sobre el buró.

Ven a ponermela debes hacer todo el trabajo, le dijo al chico con voz ronca y demandante, ying se acercó a su señor se agachó hasta quedar frente a su majestuoso cuerpo y comenzó a subir el pantalón de la piyama casi sin tocar la piel pues sentía que si lo tocaba se quemaría de placer, Zixuan solo miraba como el pequeño hacia de tripas corazón para mantenerte la calma y esto le causaba tanta ternura, que no aguanto más, cuando iba a colocarle la parte de arriba de la camisa, lo tomo de las manos poniéndolas en su miembro, el cual ya estaba casi listo para taladrar una pared si se la ponían enfrente.

Ying soltó un bufido de sorpresa al sentir a su señor tan cerca, duro, caliente, que simplemente cerro sus ojos para disfrutar de las caricias que repartía el sobre su cara, su pecho y su parte trasera, no tome a yuan como mi amante, quiero que tú y yo lo eduquemos como nuestro hijo aquí en nuestro hogar, mi hermano ya sabe cuáles son mis intenciones contigo y el, solo tu me prendes, solo tu me exitas, quiero que esté tracero solo sea manoseado por mi, que este coño solo sea usado por mi.

A partir de hoy si permites que alguien más te toque de esta manera voy a estar muy disgustado, tu no quieres verme disgustado cierto, le dijo fuerte y claro al doncel quien ya se derretía sobre sus brazos, no mi señor yo me guardaré solo para ti lo juro por mi vida, yo también quiero que el pequeño Yuan sea mi cachorro, ya lo amo de esa manera.

Llore mucho cuando vino con usted y no regreso hasta después de un rato, afirmo Ying pegándose más al cuerpo de Zixuan, este de inmediato lo levanto en brazos lo llevo a la cama, puso su cuerpo sobre el del chico, abrió su piyama casi arrancandola de su cuerpo, ahí estaban esos pechos pequeños redondos apenas dos capullos sobresaliendo de su piel, sus pezones rosa bebé, totalmente duros por la excitación que el doncel tenía.

Los beso, comenzó a succionar con intenciones poco sanas, como si quisiera sacar algún alimento de ellas, ying solo atinaba a gemir de placer ese hombre lo estaba comiendo prácticamente, sus manos acariciando el otro pezón, su parte baja palpada por esos dedos gruesos largos que le quemaban a cada toque, Zixuan estaba ardiendo si no tocaba a ese chico moriría calcinado, metió sus dedos en los pliegues del coño de ying con maestría como si de verdad tuviera tanta experiencia tocó las partes más exitantes que sacaban gemidos más sonoros al chico.

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