Capítulo 19

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-Pudiste haberme matado loca, deja de reírte.- reí aún más fuerte, su molestia me divertía.

-No lo hice, y apuesto a que te gustó- paseaba mis manos por mis tetas desnudas mientras hablábamos.

-No, no me gustó, ¿qué pasa si te descontrolabas un momento y caía al pavimento?- inquirió con enojo

-No estábamos sobre alguna ciudad, sino sobre el Océano Pacífico. ¿No sentiste el clima delicioso?- me miró con odio.

-Eso es aún peor maldita loca. Que sepas que aún tengo la flor, me la tomo y te jodes- reí

-¿Estas seguro honney?- este por inercia llevó su mano a su cuello.

Claro que había notado una peculiar cadena en su cuello luego de este ir por sus cosas, me cree idiota el maldito pero no lo soy.

Extendió su mano para que se la pasara pero no lo hice, -La guardé- rodó los ojos. -Tambien deberíamos guardar algo de tu sangre para usarla con ella si nos es necesario, en el futuro me refiero- me puse de pie y regresé por mi toalla, debía darme otra ducha, olía a Sexo.

-¿Si sabes que mata a los de tu clase?- señaló lo obvio.

-Lo se, debemos estar preparados para todo, las brujas están tras nosotros y tienen mucho poder, ahora estamos literalmente en guerra con ellas.

-¿Porque?

-Digamos que tu amiguita La Roja era su blanco y mi hermano lo impidió

-¿Y?

-Mató a su líder

-No bromeaba con eso de matar- asentí, mi hermano parecía un conejito indefenso pero es de temer.

-Ahora deben andar buscando a su antigua líder, más bien a su descendiente, la hija de la lider escapó con un humano cuando tenía 16 apenas presentada como bruja.

-¿Y eso es malo?

-Las líderes son más poderosas así que si, su madre murió y la madre de mi hermano tomó el liderazgo pero no le correspondía, sino a la que escapó, supongo que deben estar en su búsqueda.

-¿Tu mamá es una bruja?- negué

-La madre de mi hermano, solo tenemos parentesco por parte de padre.

-Dijiste que tu hermano mató a su líder y también que su madre era la líder pero eso no puede ser posible.- guardó silencio -Porque eso significaría que mató a su madre.- dijo más bien para su pero aún así lo escuché

-Sacaste 100 genio- me dirigí a la ducha.

-¿Pero porque buscar a esa chica que huyó?, si no quiere ayudarlas no creo que la obliguen ¿o si?- este me había seguido.

-El hecho es que ella se llevó muchos libros, libros que si ellas recuperan las criaturas mágicas estarían en problemas, los humanos también, lo que nos dificultaría las cosas a los que nos alimentamos de ellos.- asintió. -Namjoon uno de nuestros amigos se ha encargado de ubicar libros que pueden perjudicarnos, si lo tenemos en nuestro poder es mejor- asintió -Espero que no uses eso para perjudicarnos.- negó

-Seré uno de ustedes, así que supongo me dañaría también- guardó silencio -¿Deberíamos buscarla?

-Namjoon sabe algo, no dice nada pero se que sabe su paradero.

-A ese Namjoon lo mencionas mucho, ¿te gusta?

-¿Celoso?- negó, si lo está

-El es especial- me dediqué a decir

Namjoon es uno de los vampíros más ágiles que conozco, tiene la capacidad de convencer a cualquiera de actuar como el dese y ese ni siquiera es su poder, también es muy fuerte y decidido, siempre lo han tachado de líder nato y también lo creo.

También es sexy como el infierno, más de una vez desee tirarmelo pero el maldito es fiel a los amigos y acostarse con la hermanita de su donsseng era algo que él no haría, aunque quizás sea demasiado calmado para mi gusto.

-¿Que haces?- dije al ver al idiota meterse en la ducha conmigo

-Tomar un baño, hace rato dijiste que saldríamos.

-Pensé que mi poder te había dejado traumatizado de por vida- me burlé y este acercó su cuerpo a mi espalda de manera ruda, haciéndome estamparme contra la pared.

-No sabes todo lo que tendrás que pagarme- me aprisionó más. -Desearás haber sido buena conmigo mentirosa- paseó su lengua por mi oreja de manera juguetona.

-No veo la hora honney

Su mano de abrió paso por entre mis piernas y cuando tocó mi punto dulce mis piernas ya se habían separado lo suficiente como para permitirle darme placer.

Me tocó de manera ruda y brusca, amasó mis pechos y cuando sus dedos tocaron mi interior me vertí en ellos con fuerza.

Tiró de mi pelo y me hizo arrodillar, ahí noté que se masturbaba, abrí mi boca y este se vertió en mi rostro y pechos, ambos empapados por el agua y nuestros fluidos, él con su respiración entrecortada por su acción posterior y yo deseando al fin convertir a este dominante humano en mi juguete para la eternidad.



¿Huelen eso? Huele a final pecadoras. 🥰



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Te AtrapéDonde viven las historias. Descúbrelo ahora