H U N D I D O • 𝑃𝐴𝑅𝑇𝐸 𝐼𝐼→R E H É N

C I N C O

Una carcajada sonora abandonó sus labios, moviendo su cuerpo de manera torpe y probablemente intentando seguir el ritmo de la música que retumbaba en sus oídos, haciendo perderse en la misma, evitando cualquier acercamiento con la realidad, sumando los altos grados de alcohol que recorrían toda su persona. Estaba eufórico, hace mucho no se sentía de aquella manera, mas creía que era uno de sus mejores días en meses.

Rubén se balanceaba de atrás para adelante en un intento de realizar un baile y si no fuera por las manos de aquel chico con el que jugueteaba, quizás estaría de cara en el suelo, estampado. Pero su acompañante era ágil y lograba mantenerlo de pie a cada instante, lo había conocido en la barra en donde se tomaron varios cubatas y todavía no tenía ni la menor idea de quién era, aún así, le parecía lindo.

— ¡Ostia, cuidao'! ¡No quiero que termines en el suelo! —El más alto se limitó a reír fuerte, negando rápidamente con la cabeza, abrazándolo por sobre sus hombros, sosteniendo su delgada anatomía contra la ajena.— Deberíamos ir a sentarnos, tío... Ya bebiste demasiao'.

— ¡Que nooo! Que estoy bien, que fue solo un pooooco-

El otro no le hizo caso en lo absoluto y lo terminó llevando hasta el sector más cómodo para ambos, asegurándose de que no se volviera a levantar, le pidió su celular para llamar a alguien que lo fuera a recoger con ayuda del desbloqueo facial y al entrar a sus llamadas, casualmente encontró una reciente que decía "Samu :(" y sin tener la menor idea de quién se trataba, llamó a ese número sin pensarlo dos veces. La primera llamada no fue contestada, la segunda tampoco y en la tercera una voz bastante fuera de lo común respondió, de mal humor y en seco.

"¿Dónde mierda te has metido?"

El hombre se mantuvo en silencio unos segundos, había sido bastante, sorpresivo ese recibimiento y no lo esperaba, para nada.

"¿Rubén?"

— Ho-hola, no soy Rubén, soy un amigo y uhm, quería saber si podía venir a recogerlo... Él está ebrio, muy...

"Oh- Envíame la ubicación de inmediato, por favor"

— Sí, claro. Enseguida.

"Gracias, iré cuánto antes."

Entonces finalizó aquella incómoda llamada, no le había gustado el tono en el que hablaba y por unos segundos, temió por la integridad del borracho que tenía sentado a su lado, cantando canciones de Lady Gaga. Sin embargo, dicho y hecho le envió por mensajería instantánea la ubicación actual de ambos y esperó ahí, sentado.

— ¿Rubén...? ¿Te has dormido? —Cuestionó cuando el ajeno estaba contra el respaldar del sofá, esperaba que no.— ¡Rubén!

— Nomeehllamesasí...

— ¿Qué dices? —Lo intentó mover, esa posición le imposibilitaba el poder escuchar lo que decía, no había entendido nada.

— ¡Qunomellmessí! Naiemediiiceasí...

Entonces lo siguiente que recibió por parte del "desconocido" fue un empujón, que le hizo reaccionar al fin, sacudiendo su cabeza con ímpetu, casi se queda dormido, veía todo distorcionado y era difícil distinguir algunas cosas, incluso se le confundían los colores de lo que estaba bajo su vista. Pero estaba feliz, al menos hasta ese momento, lo que por supuesto cambiaría dentro de algunos minutos.

— ¡Rubius! Así puedes decirme, ossssssstritas.

— Vale, vale... Etabas hablando ahí y vamo' que no te entendía ni mierdas. —Hizo una sonrisa, negando con la cabeza.— Yo me llamo Manuel, pero tooooodo el mundo me dice Lolito. Me guta más así.— El más alto asintió varias veces, dando a entender que había captado.— Pronto podrás irte a casa, solo esperemos un poco...