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Ya era un nuevo día, el sol pasaba a través de las ventanas del aula logrando despertar a nuestros sobrevivientes del instituto Hyosan. Nuestra protagonista se encontraba recostada contra los lockers del lugar con la cabeza su hermano menor recostada en sus piernas, el menor de los Lee fue despertando al sentir la luz del sol en su rostro, se levanto de su cómodo lugar para poder ver tras la ventana, sus movimientos hicieron despertar a su hermana y On-Jo.
La mayor se estiro en su lugar aún con algo de sueño, miro al frente donde estaba su pareja cubierto por su chaqueta y con los pies al descubierto, era claro que no le gustaba usar calcetines, esta se acerco a el con cuidado y se recostó en el hombro del más alto, el varón abrió un poco los ojos y al ver a la fémina la atrajo a él compartiendo su chaqueta en el acto.
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On-Jo: Tarde o temprano vendrán por nosotros.
Todos ta estaban despierto y sentados alrededor se la mesa del aula.
Hyo-Ryeong: ¿Cuanto esperamos?
On-Jo: Hasta que vengan.
Hyo-Ryeong: Pero no hay garantía de que vengan.
___: ¿Entonces quieres salir?
Ji-Min: Pero aunque vengan, no nos encontrarán si no saben que estamos aquí.
On-Jo: Podríamos enviar una señal de auxilio.
Ji-Min: ¿Cómo?
On-Jo: Mi padre me enseñó una señal que se usa en todo el mundo.
Hyo-Ryeong: ¿Cuál es?
On-Jo: Recuerdo que era de dos colores, rojo y azul, para crear una especie de patrón.
Todos la miraron esperanzados de que lo recordara, pero la chica no podía hacerlo sino le prestaba tanta atención a eso.
___: También te enseño la señal S.O.S, ¿Recuerdas?
On-Jo: Es cierto, será más sencillo hacerlo en las cortinas.
