Al principio Nie Huaisang estaba asustado, tanto que pensó que sus nervios eran lo suficientemente fuertes para hacer que se orinara del miedo en ese momento.Después de sentir un fuerte impacto, algo grande y áspero entró entre sus labios. Su sabor, algo salado para su gusto, invadió sus profundos interiores bucales, haciendo que deseara más y más.
El miedo persistía, pero la firme sensación que sus instintos le exigían era más fuerte.
Su lengua, temblorosa y confundida se paseó explorando aquel pedazo de carne que había invadido sus labios.
Dando suaves vueltas a su alrededor, comenzó a succionar suavemente después de cada repetición, como si en vez del dedo de su mayor y furioso hermano, fuera una deliciosa y rasposa paleta a la que se había vuelto adicto.
Pronto, un hilo cristalino y pegajoso de saliva brotó por uno de los extremos inferiores de su labio, acompañado por un suave y reprimido gemido.
Cuando la conciencia de Mingjue fue traída nuevamente a la realidad por aquel dulce sonido, finalmente pudo percatarse de la situación.
Como un rayo, la mano de Mingjue se apartó, cubriendo su empapado rostro, ahora sonrojado y preso de una indigna vergüenza para alguien de su clase.
-He cometido un error...un grave error.
Pensó.
Pero ya era demasiado tarde. No era su rostro lo que debía cubrir, si no lo que se alzaba entre sus piernas.
Ni sus gruesas y exquisitas túnicas fueron suficientes para cubrir aquello que ahora se asomaba.
-Gege.. tú..
Desde la parte inferior de su cuerpo, un grueso bulto se hacía cada vez más grande y elevado, como si de un pilar celestial o la Ascensión de un nuevo dios se tratara.
-Era algo inevitable...
¿Realmente lo era?, no era un secreto para su memoria que más de una vez había dirigido su mirada a la parte baja y los regordetes y redondos glúteos de su hermano cuando éste se agachaba, o que sus ojos se desviaban cada que algún soldado se desprendía de sus túnicas por el extremo calor en el que los hacía entrenar, revelando sus esculpidos, sudorosos y eróticos cuerpos.
Huaisang estaba sorprendido, era la primera vez que veía al otro con aquel tipo de expresión avergonzada, y mejor aún, él, o mejor dicho su lasciva boca, eran la causa del estado actual y exitado de su hermano.
Al principio dudó un poco en actuar, pero después de todo, ¿cuándo volvería a tener otra oportunidad de ver a su querido hermano en un estado tan caliente y lamentable?
Deseoso por más, le tomó unos segundos armarse de valor y finalmente colocarse en una posición inferior, bajando de la cama donde su hermano y su prominente miembro aún se encontraban.
Arrodillándose en el frío suelo de madera y posicionando sus manos en los grandes y musculosos muslos del otro, un ligero rechinido proveniente de la crujiente madera del suelo resonó en la habitación, seguido de un agitado y caliente 'Déjame ayudarte con eso'.
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Una Disculpa Adecuada [Niecest]
RomansaDios perdone mi alma por crear tal aberración Ahora para que Huaisang me perdone por quemar sus pinturas y abanicos me lo voy a follar, que listo que sos Mingjue. Después de la quema de sus preciadas pertenencias, Huaisang no puede evitar sentir mas...