✉ "¿Será muy pronto para decir que estoy enamorado de ti?"
♡ Soobin comienza a recibir cartas de un chico
anónimo... Beomgyu es el chico de las cartas.
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—¿Me podrías dar tú número? me pareciste muy lindo, así que... —Lo siento, no puedo, pero gracias por el alago —dijo Soobin.
Otro día, más personas que estarían molestando a Soobin pidiendo su número, en realidad si se consideraba un chico muy lindo, pero no le gustaba que a dónde sea que fuera le pidieran su número.
Por otro lado, estaba Beomgyu, un guapo chico también, aunque en este caso, el no se consideraba tan lindo a si mismo. Beomgyu, a quien ya le habían roto el corazón miles de veces, pero aún así no tenía miedo de amar.
Un día Beomgyu fue corriendo a su salón, ya que pensaba que se le hacía tarde, aunque aún faltarán 3 minutos porque empezara la clase, de repente chocó con un chico, había tirado todas las cosas de aquel.
—¿Estás bien? —preguntó el chico— ¿te hiciste daño? no deberías correr así. —¡Lo siento mucho! —Beom comenzó a recoger las cosas del chico. —¡Oh! no deberías molestarte, puedes irte si es urgente lo que tienes que hacer. —¡No, no! ya levanté todo, y lo siento otra vez —inclinó un poco su rostro en señal de disculpa y salió corriendo.
Beomgyu llegó al salón, pero aún no había llegado nadie, aún así se sintió avergonzado por lo que había pasado con el chico.
—¡Que vergüenza lo que pasó con ese chico! —Beomgyu puso las manos en su rostro— espero no volverlo a ver.
Pensó en que era poco probable encontrarselo de nuevo, ya que la escuela era muy grande. Pasaron unos cuantos días, por suerte Beomgyu ya no había vuelto a ver al chico, aunque, pasó algo que no se esperaba, cuando subió a su transporte para ir a la escuela quien se sentó a su lado era el chico al que le había tirado sus cosas sin querer, Beomgyu entró en pánico y solo empezó a mandar mensaje a Yeonjun, estaba haciendo lo que fuera por no ver a la cara de aquel chico, cuando llegaron a la escuela, Beom bajo rápidamente del transporte.
—¡No puedo tener peor suerte! —dijo beomgyu.
A partir de ese día, Beomgyu empezó a ver más seguido al chico, en el transporte, en la escuela, en la hora de descanso, casi en todas partes, aunque al parecer el chico no recordaba su cara. Había algo muy raro en Beomgyu, el normalmente no recordaba el rostro de las personas, así que ¿por qué con solo ver una vez la cara del chico lo reconoció? ni siquiera el propio Beomgyu lo entendía. A él le gustaba una chica, su nombre era Arin, era una chica muy linda, pero nunca se animó a hablarle.
—¡¿Qué?! ¿cómo que te dejó de gustar? —preguntó Yeonjun— ¡¿Así de repente?! —¿Pero porque gritas? no es para tanto —dijo Beomgyu. —¡No me enojo! es que nunca eres tú quien deja de gustar de alguien. —Es verdad... ¿pero no es bueno? ésta vez no salí yo lastimado. —Tienes razón, entonces ¿te gusta alguien más? —¡No! no porque me haya dejado de gustar Arin significa que me gusta otra persona.
De un momento a otro, el corazón de Beomgyu ya no latía por Arin, ni siquiera el sabía en qué momento sucedió, se sentía libre, después de varios años de enamorarse de personas sin descansar, por fin no gustaba de alguien.
—¡Gyu! ¡Gyu! —dijo Yeonjun sentándose en donde Beomgyu. —¿Que pasa? —preguntó Beom. —Creo que me gusta alguien. —¿De verdad? —¡Si! —Creo que a mí también me gusta alguien... ¡es decir! ¡no así! solo me parece lindo, pero no me gusta. —¡¿Quién es?! —¿Recuerdas que te conté que hace tiempo choqué con un chico por ir corriendo? bueno, él, es lindo. —Y dices que no te gusta. —¡No me gusta! ¡ya te lo dije! —Bueno, pero no me grites.
En la salida de la escuela, Yeonjun y Beomgyu se iban caminando juntos, ya que iban por caminos parecidos, pero Beom no esperaba encontrarse al chico por ese mismo camino.
—Mira, es él —Beomgyu señaló disimuladamente. —Bueno, si es lindo —dijo Yeonjun. —Vamos, ven. —¡¿A donde?! —Hay que ver para donde va. —¿Y dices que no te gusta? —¡No me gusta! ni siquiera sé su nombre.
Beomgyu seguía negando sus claros sentimientos por aquel chico, aún así, Yeonjun trataba de que el aceptara sus sentimientos, pero Beom se negaba, acababa de salir de un enamoramiento ¿como tan rápido comenzó a sentir algo por otra persona? aún así dos días después terminó aceptando que le gustaba el chico.
—¡¿Que?! —dijo Heeseung— ¡Que lindo! ¿y si le mandas cartas? —¿Eh? ¡ni siquiera sé su nombre y en que salón va! —dijo Beomgyu. —Entonces no tienes otra opción más que hablarle —dijo Yeonjun. —¡¿Hablarle?! —se sorprendió Beom. —¡Claro! ¿cómo piensas gustarle entonces, idiota? —dijo Yeonjun.
Beomgyu casi no le hablaba a las personas de las que gustaba, pero tenía que hacerlo, podría ser su oportunidad de estar con alguien.
Estuvo una semana entera intentando pedir el número del chico, tuvo tantas oportunidades de hacerlo, pero los nervios le ganaban y no lograba hacerlo, hasta que llegó el viernes, si no se lo pedía en ese momento, no podría hacerlo nunca, pero lo hizo, lo había logrado.
—Oye, disculpa ¿cómo te llamas? —preguntó Beomgyu. —¡Hola! me llamo Soobin —respondió el chico. —¡Oh! que lindo nombre... ¿podrías pasarme tú número?
Soobin se quedó un poco desconcertado por la pregunta, pero al final terminó pasándole su número, Beomgyu no lo podía creer, había hablado con el chico del que gustaba, y aún mejor, había conseguido su número.
—¡Soobin! ¡Soobin! ¡se llama Soobin! dijo mientras iba con Yeonjun. —Wow, por fin —dijo Yeonjun— ¡Una semana te tardaste Choi! —¡Al menos lo hice! tú ni siquiera puedes hablarle al que te gusta.
Ese día Beomgyu se sintió muy feliz, como si esa vez fuera a ser diferente, mejor, que esta vez el no saldría herido, o al menos eso sentía. Cuatro días después, escribió la primera carta.