Camila llegó a la casa de sus padres no estaba tan lejos de donde vivía, pasó por el pequeño jardín saco las llaves y cuando abrió la puerta el olor de comida mezclado con aromatizante la golpeó como de costumbre.
-¿Mamá?-
-¿Hija?- la señora salió del comedor- hola mi niña ¿Que paso?-
-Encontré a Lauren-
Camila soltó, pensaba que podía soportar las lágrimas pero, ver la cara de asombro y felicidad de su madre hizo que soltara las lágrimas, sabia que su madre también tenía esperanza de ver a Lauren en su puerta para comer y poder platicar con la ojiverde.
-¿No me digas que...?- Camila asintió- no...-
Ambas mujeres se abrazaron y soltaron toda su tristeza, ambas estaban destrozadas por la noticia, después de minutos abrazadas, Camila le contó todo a su madre pero lo que no quizo saber la madre de la castaña era saber como estaba su rostro, sabía que no iba a estar bien así que no quizo que su hija siguiera.
-Tal vez mañana traigan las cenizas de Lauren-
-Tratemos de cerrar ese ciclo cariño- Camila asintió- ¿Te parece ir nuevamente al psicólogo?-
-Si, creo que lo voy a necesitar-
En el interior de Camila realmente quería encontrar a esas personas y hacerlas pagar por haber lastimado de esa manera a la ojiverde, no quería notar ese camino pero sabía que si eran detenidos solo los iban a meter presos y lo más probable era que no tuvieran pena de muerte.
Se día se la paso tranquila con su familia, cuando llegó su padre le contó todo el señor apreciaba mucho a la ojiverde y ya había asimilado una boda con su hija pero ahora todo esos planes y aprecio por la ojiverde se desapareció.
Al día siguiente las cenizas llegaron, Camila los resivio su madre le dijo que los dejara en una mesa entre la sala y el comedor, sabía que la ojiverde siempre iba a estar ahí esperando el gran sazón de la que iba hacer su futura suegra.
-Se cuenta que ellos están con nosotros hasta que los olvidemos, hay algunas personas que platican con ellos como si los estuvieras de frente-
Camila estaba maravillada con la historia de su padre, él cual le contaba una tradición de su tierra.
-Así que todos 1 y 2 de noviembre regresan para estar con nosotros-
El padre de Camila se levantó de asunto con dos vasos de refresco, sabía que Lauren no tomaba y que eso le agrado al señor Cabello.
-Entonces voy a esperar esa fecha con ansías-
-Yo diría que los tres vamos a esperar- dijo la madre de la castaña.
La familia Cabello, iba a llenar ese lugar de una familia que lloraría y honrará el nombre de Lauren Jauregui, conocieron el corazón de la ojiverde y el amor que sólo de pensarlo podía hacerlos llorar en solo un segundo.
Al terminar la cena, Camila tuvo esa sensación nuevamente de que la ojiverde le mandaría un mensaje o aparecería en la puerta, esa sensación se había desaparecido después de 5 años de no ver el regreso de la ojiverde, era ese dolor de no volverla ver o oír su voz.
Después de que había terminado el peritaje, Camila fue hacer "revisión" pero con ayuda de Hani pudo opener algunas pertenencias de Lauren. Sabía que todo se iba a ir la basura, se lo robaran los mismo policías o entrarían a la casa y se robaran todo, altos que se llevaron a cabo cuando terminó el peritaje y se cerró la carpeta, pues no había pistas de donde se la había llevado o quienes, Camila se sintió impotente.
Al día siguiente, Camila estaba recogiendo sus cosas del apartamento para volver a la casa de sus padre, sabía que su aportación el las investigaciones eran nulas y sus ánimos de estar en la área de investigación se estaba acabando, pero necesitaba encontrar a las personas que hicieron eso y así descansar. La renuncia tendría que esperar.
