Desde una isla, en la que sólo se presta atención al reino que habita en ella. Varios New Coo partieron. Cada uno con lugar de destino diferente, cada uno con una carta diferente, pero un mismo significado.
El primero que despegó, se dirigio hacía el Grand line en específico hacia el Archipiélago Sabaody. Lugar donde la ley no existe, lugar donde si no eres humano corres peligro, lugar donde los seres mas desagradables del océano habitaban. Lugar donde la primera carta fue entregada.
El segundo New Coo, viajo para otro lado, hacia donde la justicia absoluta prevalece ante todo, donde los almirantes habitan y la marina ruge. El segundo New Coo fue hasta Marineford. Ignoro a los marines que lo llamaron, el tenía un pedido, llegar hasta el hombre del puño de hierro. Dio vueltas, bajo en picada, dobló con rapidez. Hasta que llegó a una oficina donde el olor a té y galletas de arroz reinaba y un hombre con cabeza de perro dormitaba. La segunda carta fue entregada.
El tercero viajó mas haya de Sabaody, hasta el misterioso y revoltoso Nuevo Mundo. Paso de largo al grande Moby Dick, su compañero se encargaría de ellos, siguió su trayecto continuo hasta la isla escondida del gobierno. La isla donde un grupo de personas trabajaba en secreto, en las sombras. Sembrando las semillas de la revolución por cada isla que visitaban y liberaban. Logrando que el miedo y la duda se agrande en el gobierno, logrando que aquellos, que se hacen llamar dioses tiemblen. El New Coo ingreso por una ventana y dejo caer la carta sobre el escritorio lleno de papeles y carteles de recompensa. La tercera carta fue entregada.
La cuarta carta fue también al nuevo mundo, está paso de largo a la isla escondida. Fue por el azul mar, viendo a los distinto y coloridos peces nadar. A lo lejos, logró distinguir su meta, un barco con proa de Dragon, aumento la velocidad. En busca de un cabello rojo sin igual, lo vio sentado tranquilo, cosa rara. Mirando al mar, como si supiera que algo pasaba, con la mano extendida en espera de la carta. La cuarta carta fue entregada.
La quinta carta fue por el mismo lado, sólo que paso de largo. Esta no iba en busca de un barco. Si no de un circo marginado. En donde la mayor estrella de pelo azulado reía con histeria ante sus cometidos logrados. El hombre de pelo azul y nariz roja, miro confundido la carta. Por un momento temió haberse confundido, temor que se esfumó al ver el brillo en los ojos negros ante el autor de la carta. La quinta carta fue entregada.
La sexta carta se dirigió hacia donde la tercera ignoro. Ese barco con forma de ballena. Barco en el que vive una familia, barco en el que está el dueño de la sexta carta. El New Coo ve al pirata que le llama la atención para que la de el periódico, lo ignora y pasa de largo, ganandose las miradas curiosas de los pirata. No le interesa el busca al pirata Moreno con una constelación en el cuerpo, o al menos eso le dijo la joven cuando le entrego la carta. Busco con la mirada, y lo vio sentado en la baranda. Mirando al mar como si fuera lo mas hermoso que vio nunca. Con calma se acerca al joven. Quien lo mira con la misma tranquilidad que lo recibió el pelirrojo, le muestra una suave sonrisa y acepta la carta con calmada sorpresa. La sexta carta fue entregada.
La séptima carta ignoro todas las demás, se desvió por el mar, en busca de una pequeña embarcación con una tripulación igual de pequeña. La gaviota observo al rubio que miraba al mar y sin saberlo se veía igual a su hermano mayor. El New Coo se acerco con altibajos, sediento por el largo viaje que hizo. Con un cariño que sólo personas como ellos podían demostrar el joven de ojos zafiros cuido con delicadeza al pobre pájaro. Cuando está retomó vuelo se pregunto si sus demas compañeros habían tenido igual de suerte. La septima carta fue entregada.
La octava carta, como todas las anteriores iba por el mar, esta no iba dirifida a un barco si no a una isla, una isla que vive una película, o así lo hace parecer su gente cantora. Gente que le da vida a la destartalado isla con sus cantos y música. En especial el canto de una jovencita que tapa todos los demás. El New Coo va por el cielo hasta la parte mas alta de aquel edificio, donde sentada en la ventana, con aire tranquilo una muchacha canta. Canta sobre sus hermanos, sobre sus padres, sobre su abuelo. Canta sobre la familia. Canta sobre la libertad. El New Coo empieza a tener sueño y la joven rie levemente. A forma de disculpa le da unas galletas de arroz, diciendo que son un regalo. La octava carta fue entregada.
La novena y ultima carta va hacia el que era el más pequeño de la familia. El New Coo se pone feliz al ver ese colorido y alegre barco. Incluso desde la distancia puede sentir el alboroto que esta pasando allí, por mas de que llame su atención, el debe ir hacia el joven de sombrero de paja sentado en la proa del barco. Quien como los tres jóvenes que ya han resivido su carta observa atento al mar. Pero el no tiene esa energia tranquila, el tiene una feliz, una enérgica. Que hace queda al New Coo jugar. El chico le muestra una gran sonrisa y le agradece por la carta. La ultima carta fue entregada.
Una ves todas las cartas fueron leídas. Los New Coo llevaron las respuestas. Todos sobrevolaron los mares, pasando cada uno. Desde el revoltoso Nuevo Mundo hasta el inofensivo Este Azul. Llegando así a la isla del amanecer. La isla Dawn. Yendo todos juntos al pequeño bar cerca del precioso mar. Pasándose en las ventanas abiertas. Y buscando a la joven, quien contiene en sus brazos un pequeño bulto. Ella sonríe cuando los ve, y llora cuando lee las cartas. Feliz de que su familia volviera a casa.
Desde los D, hasta los que nos son D. Toda su familia regresaba para conocer al nuevo integrante de esa perfectamente imperfecta familia.
Próximamente.
Cuando termine "El segundo comandante" comenzare con esta historia.
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Monkey D, D, De Descontinuada
RandomVarias cartas fueron repartidas por el mar. cada una hecha especialmente para su dueño. fuertes personas se reúnen, los almirantes se preparan. El gobierno teme, la marina ruge. El mundo tiembla. Los D se reunen.