DIECIOCHO | El reflejo

740 104 61
                                    

El primer día de clases, Leia fue la primera en levantarse y entrar a darse una ducha. Cuando salió, con el uniforme puesto y el pelo mojado se encontró a Millie que por lo general siempre era la primera y le dejó el baño. Las demás ya estaban despiertas también y la miraban sorprendidas.

Leía trato de evitar la mirada de Pansy. Había tenido todo el fin de semana para pensar en sus sentimientos hacia ella y había llegado a la conclusión de que no podía ni debía hacer nada. No estaba segura de siquiera decírselo a alguien, hasta donde sabía era un pequeño capricho que se le pasaría pronto, además de que era Pansy de la que estaban hablando, una de sus mejores amigas y compañeras de habitación, hacer algo al respeto empeoraría las cosas. Lo mejor era solo dejar que pasara, como si Pansy fuera algún pensamiento intrusivo en su cabeza que solo está de visita.

No iba a dejar que eso le siquiera comiendo la cabeza cuando podía alegrarse porque su papá daría su primera clase de defensas.

Se sentía vigorizada y lista para el día. Bajo al gran comedor dando pequeños saltitos.

Lo primero con lo que se encontró fue con Theodore Nott contando una historia divertidísima a un par de alumnos de Slytherin. De repente, Leia se dio cuenta que estaba parodiando el desmayo del tren de Harry.

Decidió cambiar de rumbo e ir directo hacia la mesa de Gryffindor. Nunca se había sentido ahí para el desayuno, o el almuerzo o ninguna comida pero sabía que estaba permitido, después de todo, las mesas solo eran una formalidad para los banquetes de inicio o fin de curso.

—Es primera vez que te veo aquí tan temprano, bueno en realidad es primera vez que te veo sentada aquí...en esta mesa—dijo Ron. Leia lo ignoro y empezó a mirar la mesa.

—¿Por que ustedes tienen fruta?—comento Leia sacando un bowl con fresas y plátanos.

—Estoy segura de que Slytherin también las tiene—dijo Hermione. Leia sacudió la cabeza.

—Nunca he visto. ¡draco!—dijo al ver a su primo llegar y sentarse frente a ella—gryffindor tiene fruta.

—Nosotros también, pero te levantas demasiado tarde como para alcanzarla—respondió su primo—a todo esto, ¿que hacemos aquí?

—Agh, Nott esta ahi con su séquito y usan la mitad de la mesa, no tengo ganas de cruzármelo—explico mientras se echaba un trozo de frutilla a la boca—además, desde lo de Black tengo el sentimiento de que ahí todo mundo me mira. Estoy harta.

—Los nuevos horarios de tercero—anunció George (¿o Fred?) y les dio Hermione, Harry y Ron un pergamino con sus clases.

—ah lo olvidaba, recogí los nuestros—dijo Draco y le dio el suyo.

Leia observó su horario y se desilusionó al notar que no tenían clases de defensas hasta el miércoles.

—¿y a ti que te pasa?—pregunto Draco a Harry.

—Nott—dijo Ron.

Los cinco miraron a la mesa de Slytherin donde Theo todavía reía, ahora acompañado de Astoria. En cuento vieron que tenían su atención Nott rio aún más.

—¡cuidado, Potter! Ahí vienen los dementores ¡uhhhh!—exclamó Astoria. Leia hizo un puño con su mano.

—esa tonta, después de que la salvamos—dijo Ron.

—¿su hermana se disculpó?—preguntó Hermione. Leía la miro

—si, pero no confío ni un poquito. Es como en el jardín infantil, los niños malos siempre serán niños malos—anuncio—por eso estudie en casa.

HEROES | libro I : año 1 - 4 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora