𝐒𝐈𝐏𝐍𝐎𝐒𝐈𝐒

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恋 の 予感; una tarde de invierno fue cuando la conoció por primera vez hace exactamente dos años, lastimosamente no en las mejores condiciones, en una pequeña milésima logro sentir una conexión puramente genuina con la pelinegra; aunque no sabia nada sobre ella, él sentía que la llevaba conociendo de hace mucho.

Al pilar del agua se le había asignado una misión en un bosque bastante alejado dónde había avistamientos de demonios, fatídicamente una familia fue atacada por estos monstruos, solo había dos sobrevivientes, la hermana y hermano mayor de seis que eran. 

Giyū se reprochaba a sí mismo por no haber llegado unos momentos antes para salvar a la familia y a la chica, pues esta última fue convertida en demonio. 

A lo lejos logro divisar dos siluetas, la de una chica y un chico, por lo que se apresuró observando cómo la muchacha no humana intentaba devorar al joven; ni siquiera se dio el tiempo de mirar a más detalle lo que pasaba, iba corriendo lanzándose sobre ambos con la intención de cortarle la cabeza al demonio, fallo por muy poco, el de ojos carmesí en un movimiento audaz y ágil giro sobre sí protegiéndola. 

Recuerda vívidamente lo que pasó en ese momento, recuerda como ella llegó a intimidarlo cuando protegió a su hermano ¿Era eso posible? ¿Un demonio protegiendo a un humano? Solo una vez en su vida logro observar algo así y termino siendo lo mismo de siempre, un demonio devora-hombres, pero la sensación que la chica le hacía sentir era diferente. 

No sabía con exactitud que había con ella, sinceramente con ambos hermanos, que por un instante quiso cambiar de opinión con su ideología sobre las criaturas que atemorizaban a los humanos. 

“𝑁𝑜 𝑝𝑢𝑒𝑑𝑒𝑠 𝑠𝑒𝑟 𝑎𝑚𝑖𝑔𝑜 𝑑𝑒 𝑙𝑜𝑠 𝑑𝑒𝑚𝑜𝑛𝑖𝑜𝑠.”

La situación con la castaña fue diferente a otras circunstancias, le daba cierto sentimiento que ambos hermanos podrían ser distintos al resto de los demás, ellos se protegían ante la adversidad sin importar que la naturaleza de los dos sea contradictoria; los humanos no podían proteger a los demonios o viceversa por la lucha constante que mantenían ambas especies, pero ellos trataban de estar juntos y cuidarse mutuamente.

Sus memorias eran claras, cada detalle fue almacenado en lo más profundo de su mente; en cuanto dejo a los hermanos inconscientes se dedicó a traer la frazada que llevaba la chica demonio, estaba algo alejada de dónde se encontraban, también se ocupó de talar un pequeño bambú para usarlo cómo mordaza y así la chica no atacara a nadie.

Era extraño principalmente para Tomioka que él actuará de esa manera ¿Por qué preocuparse por ellos? Si básicamente son unos simples desconocidos ¿Por qué preocuparse de un demonio? Cuando Nezuko lo enfrentó la empujaba con su mano o antebrazo, alejándola por completo de su Nichirin para no llegar a lastimarla ¿Por qué depositar su plena confianza en ella? No tenía la más mínima idea de lo que pasaba en su persona o quizás sí. 

Cargó el cuerpo estático de la azabache en sus brazos, doblo sus rodillas sentándose sobre la nieve recostando a la menor arriba de su regazo casi por inercia se quedó detallando el rostro y rasgos de la pequeña Nezuko, una leve sonrisa se asomó en su rostro al observar los delicados detalles de su cara. 

Sin más perdida de tiempo la envolvió en la frazada gris con una leve tonalidad azulada, luego puso el bambú sobre sus labios procurando de no lastimarlos o dejar la mordaza muy apretada y por último limpio sutilmente la sangre que había en el rostro de ella; nuevamente la dejo al lado del pelirrojo, ellos aún no volvían en sí, pero se mantuvo con ellos hasta que el chico despertó. 

Mientras los Kamado seguían sobre la nieve sin dar señales de que despertarían, el pelinegro se cuestionaba muchas cosas sobre esos hermanos y del por qué de sus propias acciones para con ellos, en especial con la chica demonio. 

𝖂𝒊𝒏𝒕𝒆𝒓 𝕷𝒐𝒗𝒆 •|| GIYUUNEZU ||•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora