𝐑𝐄𝐂𝐔𝐄𝐑𝐃𝐎𝐒

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─. Pero te dije que te iba a perdonar la vida a cambio de que me entregaras a tu hermana. –. A penas acabo de hablar y la chica demonio saco sus garras pasándolas por todo el rostro de la quinta menguante mientras Tanjirō no se detuvo, no importaba lo dificultoso que llegara a ser luchar contra este tipo, no dejaría que nadie apartara a su hermana de su lado, primero tendrían que pasar por su vida para llegar a Nezuko. 

Los dedos del demonio araña manipularon los hilos volvieron a moverse en un contraataque al pelirrojo, fue lo único que pudo detener sus acciones en aquel instante; lo malo es que había perdido de vista a la azabache.

─. “¿En dónde está Nezuko?” –. Grandes gotas de sangre salpicaron su pedazo de katana, le extraño mucho por lo que no dudo en voltear a ver en dirección de donde cayó la sangre.
Vio la imagen más dolorosa para él después de mucho tiempo, su hermana se encontraba colgada entre las telarañas con grandes cortes al rededor de su cuerpo, ¡La sangre era de ella! ─. ¡Nezuko! –. El horror invadía su rostro, podría llegar a ser increíble la explosión de sensaciones que tenía el pelirrojo al ir observando más detalladamente aquel escenario, el líquido rojizo manchaba el kimono y haori de Nezuko; pequeñas gotas se deslizaban por los hilos y la piel de la chica dejando rastros muy evidentes, sin dejar de lado que pequeños quejidos escapaban de la chica demonio.

─. Debes calmarte, eso no es nada, ella es un demonio, no morirá; pero parece que tendré que enseñarle una lección, dejaré que se desangre un rato.
Si aun así sigue sin obedecer, la dejaré colgada hasta que amanezca, que arda un poco. –. Los rasguños en su cara ya habían sanado en su totalidad, su rostro seguía igual de inexpresivo, pero no se podía decir lo mismo de Tanjirō, su aura había cambiado a una más oscura y su rostro se mostraba sombrío.

─. ¡Suéltala! –. El aire que daba Tanjirō llegaba a ser denso, sin dar tiempo a pensar en alguna estrategia, el Kamado se lanzó a la lucha otra vez de frente, su enojo ya no tenía límite. ─. ¡Libera a Nezuko! –. Él no dejaría que un estúpido demonio lastimara a la única familia que le quedaba, no permitiría que nadie dañará a su hermana, aun si eso implicaba dar su vida.

Varias telarañas se enredaron en su cuerpo haciéndolo caer estrepitosamente al suelo, sería difícil, casi imposible derrotar al demonio con aspecto de araña, pero ¡No podía dejar que la dañará! 

Rui pateo el cuerpo ya adolorido del cazador, lanzándolo por los aires hasta que lo estampó contra un árbol; la fuerza con la que impacto fue tremenda que dejo al de ojos carmesí escupiendo sangre.

El demonio ya no le daba descanso alguno, iba golpe tras golpe, recibió un puñetazo que lo mando a otra dirección.
Esto era malo, él tenía que hacerle frente, tenía que ignorar el inmenso dolor y seguir en el campo de batalla, pero se le dificulta la simple tarea de mantenerse en pie.

─. Tal vez me estoy equivocando, pero. –. Pauso sus palabras mientras caminaba con dirección al hermano mayor. ─. ¿Acaso estás intentando acercarte lo suficiente para cortarme la cabeza? –. Finalizó su pregunta y se paró frente a frente con el chico que intentaba regular su respiración. ─. Bueno, aquí estoy, inténtalo. –. Extendió sus brazos a los lados, estirando su cuello, era totalmente extraño ¿Por qué razón le daría la oportunidad de decapitarlo tan fácil? 

Lo intento, pero fue una idea terrible, dos golpes fueron a dar a su rostro al llevar su espada en dirección a su cuello; su cuerpo giro y la pequeña parte de la hoja logro tocar el cuello ajeno, lo que temía, el cuello era aún más duro.

No importaba cuánta fuerza pusiera para que la katana logrará cortar el cuello, era bastante sólido que no logro penetrar mínimamente en la piel de aquella zona.

─. “La hoja.” –. Sus pupilas se achicaron y su mano temblaba ¿Cómo era posible que no le haya hecho ni un rasguño? ─. “No pasa nada.” –. Expresó desesperado, volvió a aquel estado de nerviosismo al no tener una idea de cómo decapitarlo.

𝖂𝒊𝒏𝒕𝒆𝒓 𝕷𝒐𝒗𝒆 •|| GIYUUNEZU ||•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora