"El Francotirador" ~ Litiago: 2° Libro De Arde La Vida

Juro que te sigo extrañando

Anoche soñé contigo

Soñé que estabas a mi lado como antes

Era un cariño más que amigos.

Tenía ganas de desnudarte

Me desperté alucinando,

Con ganas de seguir soñando.

Nose porque sigo sintiéndome así.

Juro que te sigo extrañando.

🎶

Mauro abrió los ojos agitado y mirando hacia todos lados.

Suspiró viéndose en la cama del pabellón donde estaba con sus amigos...

Se limpio las lágrimas, de nuevo había soñado con él, con su morocho hermoso.
Cómo besaba su cuello, su tatuaje de flor y el tatuaje de cadena rota.
Aún sentía la piel de Tiago en sus dedos.

En su cabeza recordaba una y otra vez ese día que habían hecho el amor en la misma cama que estaba ahora, como se habían dormido abrazados, se maldijo porque ese día le iba a pedir que sea su esposo, sacando el anillo de su escondite.

Sus lagrimas comenzaron a salir.

Un dia como hoy ya hace 5 años, había muerto el amor de su vida, luego de haber sido violado y ver cómo moría su propia madre, murió a manos de otro hijo de puta.

Mauro se levantó, camino en boxer hasta ponerse la ropa y prendió la tele que tenían allí, ya que el era el líder hace cinco años, la celda de su pabellón estaba bien amueblada, tenía camas dónde dormían Duki, khea, JRei y Big, a un costado un sillón frente a un tele mas una mesa con cinco sillas.

Prendió la tele y ahí apareció, el hijo de puta que le había arrebatado todo. En estos años su poder había aumentado su empresa tenía firmas con varias petroleras de Europa y ahora vivía en una lujosa residencia en Mar del plata.

Los abogados de Enzo ya habían arreglado su libertad, desgraciadamente cuando intentaron culpar a Coscu, ya era tan poderoso que pudo comprar hasta el juez, asique a él lo liberaría si. Pero Coscu no iría a prisión por las personas que había matado.

Mauro se sentó vio la droga en la mesa y la emparejó en línea recta sobre la mesa, con unos cien pesos luego succionó con la nariz.

Luego de la perdida de Tiago, no podía dormir, lloraba y se levantaba agitado, la única manera que pudo hacer que el dolor se calmara fue la anfetamina, la droga en polvo, en pastillas y la hierva.

Ramírez llega y abre la puerta viéndolo.

- Tus abogados están aquí y Enzo también Lit Killah.

- Gracias Ramírez ya voy... - cerro sus ojos.

- Nose que vamos a hacer sin un líder ahora.

- Dejaré a alguien mejor... - se levanta algo mareado y camina con el fuera.

Caminaba por los pasillos y todos iban saludando o pidiendo una que otra cosa, lit siempre les conseguía para que su vida en la carcel sea mucho más tranquila.

Al llegar a la sala sintió que había algo mal. Estaba solo una mesa y una silla, además de Enzo, su abogado y otra persona.

- Hola amigo... Cómo estás?