02. Silent

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La campanilla de la puerta le indico que tenía un nuevo cliente, pero cuando salió al recibidor se dio cuenta de que era cierto joven delgado de adormilados ojos purpuras.

­—¡Wakasa! ¿Qué te trae por aquí? Hace tiempo que no te veía — su tono fue muy transparente en mostrar su emoción de verlo.

—Si... ha pasado un tiempo Shin-chan — el otro por el contrario solo mostro una pequeña sonrisa de lado en sus labios, sin embargo también le alegraba ver al pelinegro — necesito unos respuestos.

Shinichiro aprovechó de llenar de preguntas a su mejor amigo, si bien es cierto mantenían comunicación por mensajes el albino era muy cortante, esperaba tener suerte en persona pero al parecer Wakasa no tenía mucho que agregar y daba respuestas cortas, sin embargo para el Sano no pasó desapercibido el decaído rostro de su amigo.

Sin previo aviso el pelinegro situó su mano en la mejilla ajena — luces pálido... — el otro por el inesperado acto se sonrojó y su expresión neutral se volvió nerviosa — aunque ahora tus mejillas están rosadas — bromeó sonriente.

Wakasa sin saber que hacer solo apartó su mano, y evitó verlo a la cara — siempre he sido pálido.

—Pero no así... te ves débil ¿te has alimentado bien? Hablando de alimentase hace tiempo que no me has pedido beber de mí.

—Eso... — vaciló en responder — sí, me he alimentado bien, y respecto a lo último... soy un adulto mi sed es menor de cuando era adolescente. Estoy bien, después de todo puedo conseguir por otros medios, no te preocupes.

Se refiere a comprarla, había bancos de sangre legales aunque carísimos y secretos, y otros clandestinos, a diferencia de una donación las personas vendían su sangre y las personas "enfermas" o mejor conocidos vampiros, anónimamente la compraban. 

—No lo sé...ilegalmente no es seguro — la mayoría de gente al no contar con mucho dinero preferían medios ilegales, pero en muchos casos era peligroso.

—Tengo el dinero suficiente para que comprar legalmente — replicó.

—Bueno, pero yo te doy mi sangre gratis-

—No.

—¿No qué? ¿te aburriste de mi sangre?

—... no es eso Shin-chan — ¿cómo podía explicarle lo que significaba beber continuamente de un compañero? Detestaba que Shinichiro inocentemente siguiera con eso sin ser consciente de sus sentimientos — es solo que... últimamente no tengo sed.

—¿Es eso normal? ¿de verdad?

—Si, como te digo es diferente ahora que soy un adulto.

—Bien... pero si un día lo recuperas, puedes beber de mí — Dejo de cuestionarle ya que creía en él — Somos amigos ¿no?

—Si... — Ahora Wakasa se sentía culpable de mentirle y ser distante con él, cuando Shinichiro no se lo decía con malas intenciones — ¿Y tu tienes algo que contar? ¿cómo están tus hermanos? ¿alguna nueva ruptura amorosa?

El otro se río y empezó a contarle sobre sus últimos días. Wakasa simplemente lo escuchaba, disfrutaba de hacerlo. Y se sintió aliviado de que el otro no sospechará de sus mentiras.

Al albino no le gustaba mentirle a su mejor amigo, pero no podía decirle la verdad. Shinichiro era un tonto heterosexual, siempre se fijaba en las bellas chicas que eran un poco amables con él, pero nunca se fijo en él, acepto que sus sentimientos eran unilaterales, pero después el de ojos negros hizo un acto de solidaridad al ofrecer su sangre cuando descubrió su identidad vampiresca.

DisasterDonde viven las historias. Descúbrelo ahora