09. Love is rare

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La fuerza había escapado de su cuerpo por completo, hasta pestañear le resultaba doloroso. Había llevado su cuerpo hasta el límite, aunque su fuerza de voluntad y su motivación fuera inmensa, era un ser humano (uno no tan normal) pero seguía siendo débil.

Por lo general, la condición física de un vampiro era superior a la de una persona normal, sin embargo, si no consumía una buena cantidad de sangre, manteniendo una dieta "normal" la condición física es igual al promedio, y cuando no consumía casi nada, se reducía aún más.

Abrió los ojos, vagamente recordaba que visitó a Hina después de la pelea contra Black Dragons, gracias a que Draken y Mikey lo habían llevado, luego recordó que Mikey lo arrastró a un paseo nocturno en medio de la nieve.

-Soy débil.

-¿Qué?

-Eres fuerte, Takemitchy. Ganar no es lo más importante, es no perder contra ti mismo. Eres débil, pero no te rindes ante nadie...

De corazón, Mikey le pidió que se quedara a su lado para regañarlo, insistiendo que él era mucho más fuerte.

¿En qué consistía la fuerza? ¿En ganar? Eso era lo que pensaba Takemichi, pero Hina, Mikey y sus amigos lo consideraban un héroe, sintió que estaba comprometido a proteger esa sonrisa que estaba frente a él. Frágil no es una cualidad que usaría para describir a Manjiro Sano, pero había una parte dentro de él que deseaba cuidarlo, qué ironía, cualquiera creería lo contrario. Su sonrisa era como un dulce y amargo recuerdo, de repente lo sintió así. Suspiró, Navidad volvía a todo el mundo nostálgico.

Inhaló profundamente para recuperar fuerzas, su nariz se estremeció por el clima invernal, aun así parecía que su sentido del olfato había incrementado, en medio de la brisa pudo sentir un dulce aroma, abrió los ojos buscando el origen de este.

-Oi, Takemitchy, te voy a llevar a un hospital para que traten tus heridas. -Mikey trató de despertarlo mientras conducía, pero era una tarea difícil, sin embargo, no podía parar, Takemichi no estaba bien.

-¿Qué es ese olor?

-¿Olor?

-Es que... -Parecía que finalmente pudo despertar completamente, se dio cuenta de que Mikey lo llevaba en su moto nuevamente, camino a un hospital cercano-. Olvídalo, es la debilidad, digo tonterías. -No sabía por qué, pero de repente estaba ansioso por ese olor.

-¿Qué acaso huelo mal? Para que lo sepas hoy me bañé, aunque tenía frío.

-No, no es eso, es que de repente sentí un aroma dulce y me dio hambre.

-Oh, debe ser por ese shampoo que me dio Emma... -Emma se preocupaba más por su cabello, por su parte, él se bañaría con el mismo jabón con que se lavaba el cu...

-Puede ser, solo ignórame. -Trató de cambiar de tema, por alguna razón se estaba poniendo más ansioso. Lamió con su propia lengua sus labios, ya que los sentía secos debido a que estaban manchados de sangre, pero gracias a eso se dio cuenta de que sus colmillos habían crecido, y eso solo significaba una cosa.

Cuando los vampiros estaban enfermos o lastimados sentían la fuerte necesidad de beber sangre para recuperar su vitalidad, su instinto se estaba asomando.

-Ya casi llegamos-

-¡No! Mikey-kun... mejor llévame a casa mejor.

-No puedes tratarte esas heridas solo, te encuentras en un estado tan deplorable que siento que en cualquier momento perderás el conocimiento debido a la pérdida de sangre. Anda, te llevaré yo.

-¡Es que-! -Tenía que tomar su medicamento antes que pudiera atacar a alguien para beber su sangre como la última vez, era peligroso, y aunque en el hospital lo ayudaran con su condición de vampirismo, no quería que Mikey se enterara-. Por favor, vayamos primero a mi casa, y luego te acompañaré al hospital.

DisasterDonde viven las historias. Descúbrelo ahora