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El sonido de las gotas rompiendose contra el ventanal aturdian a Minho, ese repetitivo choque, los truenos y relámpagos con sus fuertes sonidos desde afuera no hacían más que generarle una sensación de inseguridad y miedo a Lee. Ya habían pasado al rededor de tres horas en las que había intentado dormir, tres horas en las cuales la fuerte tormenta a las afueras de su casa lo mantenian alerta.

No era una sorpresa que a Minho no le gustara la lluvia, puesto a que nunca le gusto los sonidos fuertes que provocaba esta. Ni los repetitivos de las gotas ronpiendose contra el vidrio.
Tampoco ayudaban en nada a las noches de insomnio que sufria el pobre chico de cabellos cobrizos, quien ya tenia por sentado que no dormiría esa noche.

Miró el techo con frustración, pasaron años en los que sus horarios de sueño se habían roto completamente. Años en los que lo máximo que lograba dormir eran dos horas seguidas, y lo odiaba. No entendía por qué, pero simplemente a la hora de dormir, su cuerpo se mantenía alerta.
Probó de todo, dejar cualquier tipo de apararo tecnologico horas antes, tomar un vaso de leche antes de dormir, también probó con videos relajantes que solo empeoraban su estado activo. También probo con pastillas, pero tampoco quiso depender de ellas así que simplemente, las dejó.

Y ahora se encontraba sin nada que hacer y con el molesgo ruido de la lluvia que tanto detestaba. Tampoco sabía la razón por su rechazo hacia ese tipo de tiempo, no le gustaba en lo absoluto, y si en pleno silencio a penas lograba descasar dos horas, con el sonido de la lluvia no podria siquiera dormir cinco minutos de seguido. Al contrario de mucha gente, la lluvia solo lograba mantener despierto Lee, como si estuviera alerta por si algo llegara a suceder, pero eso no era posible, al menos no justo ahora. Él estaba seguro.

O quizas eso quería creer.

Vamos a ser sinceros, Minho no se sentía seguro estando allí. Y no porque no estuviera comodo en su propia casa, sino que esos sonidos desde a fuera, estar completamente solo y con todas sus luces apagas lo inquietaban. Nunca entendió por qué, nunca supo por qué, pero desde que había llegado a la ciudad comenzó con sus problemas para dormir. Bueno, quizas el hecho de haberse mudado lejos de su familia en un lugar que no conocía había dado hincapié en su miedo incoherente, según él, que tenía ahora.

Quizás, aquel miedo que sentía desde pequeño por los truenos cuando llovía aún seguían en él. Quizás ahora lo que necesitaba era estar abrazado a su madre mientras ella le decía que todo estaría bien y que es solo una simple lluvia, que pasaría y no le haria daño. Que estana a salvo.

Su mente se dispersó entre sus recuerdos, estaba él de pequeño junto a su madre observando la lluvia caer desde su ventana y un fuerte trueno había hecho eco en su hogar. Minho se asustó y se aferró a la mujer a su lado. Ella lo miró con cariño y sonrió, nunca olvidaría lo que esa noche le dijo:

No te asustes, Minmin, es solo un pequeño trueno, no nos hara nada. Estas seguro conmigo, y yo estoy segura contigo. No es nada más que una simple lluvia, y como siempre estarán, no queda nada más que mirarla y pensar que pasará cuando menos te lo esperes.

Una pequeña lágrima salió de sus ojos, recordar aquellos momentos lo ponían sensible, y quizás por eso detestaba la lluvia. Tal vez por eso le tenía miedo. Porque, ¿quién lo cuidaría de los truenos? ¿Estaba seguro con esa tormenta a poco centímetros suyo?

Y un trueno resonó por todo su cuarto, asustandolo y asiendo que se sentara de repente, sintió sus ojos picar y su respiración poco a poco abandonando su cuerpo. Quería llorar, queria volver a casa, quería volver a abrazar a su madre por ultima vez antes de que se haya ido.
Trató de regular su respiración pero era inútil, sentia como el aire escaseaba en su sistema y lo único que lograba divisar eran las gotas del a fuera mientras sentian como ahora, estaban en su rostro.

rain night [Jeongho] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora