Un salto de realidad

La Danza de Bicolores

Wuaaa -Un ruido estrepitoso se escuchó en un incómodo eco durante la lucha que se había armado. De repente el glifo de fuego que se activó en el pecho del muchacho y lo saco volando instantáneamente provocando mucho más alboroto en el recinto, todos miraban atónitos a la niña encapuchada que por más ataques recibiera no se soltaba de su libro.

¡Eres una traidora! -Acuso el otro encapuchado, cuyo único vistazo que se tenía de el, era su extraño color de ojos y sus buenas habilidades para el combate cuerpo a cuerpo ¿Por qué no usaba magia?

ESPEREN UN MOMENTO ¿Cómo llegamos a esto?

Horas antes... Plaza principal - HuesosBurgo

Anímate Amity -Murmuro Luz jalando a su compañera lentamente hacia ella, tan lentamente que la otra muchacha podría alejarse en el proceso, pero ella no lo hizo.

-No se inmutó ni un segundo, mantenía una expresión desanimada y entristecida, así como un cachorro cuando busca dar pena- Mi madre se enfadará mucho.

-Era la quinta vez aquella tarde que dijo la misma frase- No cometiste un pecado imperdonable -Luz se rio algo incómoda, mordió su labio inferior, sabia a helado zarzamora ardiente que a este paso se sentía como chispas fogosas en su boca. No tenía mucha idea de cómo usar sus palabras adecuadas y que se entienda su punto, aunque lo mejor no fuese callar, lo hizo.

-Amity froto bruscamente sus ojos frustrados, pestañeo un par de veces y respiraba como si algo le pesara, no tenía ganas de seguir con la conversación, pero ella jamás llego a poner un límite, solo guardaba silencio cuando no sabía que más responder.

-Miro indecisa toda la plazoleta buscando algo más atractivo de lo que charlar, los últimos tres días descuido mucho a sus amigos y sobre todo a ella, estaba cansada de pedir perdón por faltar a algún plan, tenía que remediarlo.

Me deben estar buscando.

Pffff... Nos, yo falté a la recolección de basura humana con Eda.

-Esa frase la hizo sonreír, aunque sea un poco, aún recordaba cuando Luz se quejaba del pestilente olor a babosa podrida- Okay, nos deben estar buscando.

-Luz carcajeo por el cambio de semblante tan repentino por parte de Amity, no sabía mucho sobre las amistades o sobre el amor, pero sabía que Amity era especial y no quería arruinarlo, por lo menos hasta que se vaya de las islas hirvientes.

¿Qué tenías planeado para hoy Noceda? -Levanto una ceja en lo que se limpiaba aquellos ojos vidriosos, comprendido que seguir en ese estado no ayudaba.

Alguien le paso la voz a Eda de que en el mercado nocturno de esta noche traerán muchos manuscritos malditos o de hechizos y blablabla.

-Ella ya sabía que buscaba, de hecho, ambas lo sabían y no tenían que mencionarlo- Espero que encuentres lo que buscas. -Cometo al colocar una mano en el hombro de la morena.

-Inquieta dejo caer el barquillo de helado al suelo, noto como lo poco que tenía se derretía en el suelo y en cuestión de segundos se secaba por el sol.

Yo, Edric Y Emira iremos a practicar más tarde en la rodilla, falte a las pruebas del aquelarre, pero no a mi entrenamiento -Relamió sus labios en lo que terminaba su barquillo, el helado de nieve infernal era más seco de lo que recordaba.

Está bien, pronto estaré por allí, tengo que practicar con los glifos y ahora más que nunca... -Perdió la llave del portal, y no le echaba la culpa a Amity al contrario se la echaba a quien llamaban el guardia dorado.

-No quería sentir culpa, pero allí estaba, incluso con la mirada más dulce de Luz sabia que por su debilidad perdió la llave-

-Cariñosamente saco su tamagotchi y escribió en emojis un- ¡Eres genial!