•XIII•

838 75 2
                                    

Llegó el lunes.

Un rubio se levantó en la mañana casi echando chispas por ser interrumpido con esa alarma molesta.

De un puñetazo la apagó, levantándose de mala gana a prepararse para la escuela.

Habían pasado un mes desde esa pelea fuera de la casa de los Wheeler.

No podía soportarlo, estaba desesperado.

Steve no llamaba, no le hablaba, ni lo miraba en la jodida escuela.

No sabía qué carajos hacer para arreglar las cosas, por más que pensara y pensara siempre veía el lado negativo a las cosas.

- ¡Billy, a desayunar! - Grito una pelirroja desde el comedor y solo basto esperar unos segundos hasta que una silueta alta y fornida aparecio allí. - Buenos días.

El californiano no contestó, solo se dedicó a sentarse y comer lo que yacía en el plato, la menor rodo los ojos.

- Hey, mocosa. - Le observo.

- ¿Que quieres? - Le miro de mala gana.

- Yo.. Huh.. Emm.. - No podía decirlo, comenzó a mover un poco sus dedos por la impaciencia de no poder articular palabra.

Max arqueo una ceja impaciente.

- Ya sueltalo, Billy. - Dijo ya irritada.

- Necesito tu jodida ayuda.

Max levanto sus ojos sorprendida, ¿que estaba escuchando?, ¿Billy?.. ¿Billy Hargrove necesitaba la ayuda? ¿Y de su hermanastra?

"¿Que esta pasando?"

Se preguntó a ella misma.

Y no sabía cómo demonios había llegado al sótano del pequeño Wheeler, rodeado de un montón de niños nerds e idiotas, según el.

- Dejame ver si entendí.. - Dijo Mike. - ¿Despues de casi matar a Steve y tratarnos mal a mi y a mis amigos, querer matar a mi novia y también casi darle una paliza a Lucas, quieres que te ayudemos a que Steve te perdone porque fuiste un completo idiota con el y lo insultaste demasiado la noche que Dustin me vino a buscar para ir al arcade pero justo cuando nos ibamos Steve se había ido y estabas ahí completamente solo para luego decirnos que nos vayamos a la mierda? - Agregó. El californiano lo miraba con ganas de golpearlo, ese niño se comería una golpiza en cualquier momento.

- Si, mocoso imbécil. - Contraatacó.

- Y ahora me estas insultando, ¿asi quieres conseguir ayuda? - Fruncio el ceño.

- Ya me disculpe, mocoso insolente. Joder, yo me largo. - Este se levantó y camino hasta las escaleras.

- ¡Demonios, Mike! - Le susurro Dustin. - ¡Ya no se trata de nosotros, se trata de Steve! - Lo miro mal. - El esta mal, tu ya lo viste, esta prácticamente arruinado.

- Tsk.. Si, tienes razón. - Le respondió en susurro. - ¡Hey!.. Espera..

Billy se quedó en su lugar y volteo a ver al peli negro.

- Bien, te ayudaremos, pero tendrá un costo. - Pudo sentir el codazo de Dustin, pero lo ignoro, si le iba a poner un precio.

- Bien, comencemos a idear algo. - Dijo Max.

- ¿Que tal un hermoso ramo de flores? - Comentó Will con brillo en sus ojos.

- ¡Si, con una caja de chocolates! - Le siguió Eleven sonriendo emocionada.

- ¿Y unos globos? - Agregó Lucas.

- Creo que los globos sobran. - Dustin lo miro.

- ¡Claro que no!, todo sirve. - Le reto Eleven.

- ¡Unos globos que digan "lo siento"! - Hablo Will.

- Mejor un cartel, ¿no crees? - Mike les observo.

Billy estaba metido entre todas esas discusiones para ponerse de acuerdo.

Finalmente, tuvieron un plan.

Pasaron los días hasta llegar al viernes, ese era el día perfecto para concluir con el plan ya que todo estaba perfectamente listo.

- Bien, ya repasamos todo, ¿estan listos? - observo a los pequeños, estos asintieron.

Dustin entró se la heladería para poder preguntarle a Steve si estaba libre esa noche, cosa que no fue bien recibida por el mayor extrañamente, volvió donde la pequeña base fuera del centro comercial.

- ¿Y? - Max lo miro impaciente.

- No me dijo nada, extrañamente es inteligente y dedujo que estoy tramando algo. - Rascó su nuca.

- ¿¡Que!?, ¿¡ya abriste tu bocota, Dustin!? - Fruncio el ceño Mike.

- ¡No idiota, el solito me lo dijo! - Le miro mal.

- ¡No peleen! - Los detuvo Eleven. - Los amigos no pelean. - Les miro mal y los regaño.

- Bien, como Dustin fue tan obvio, tendremos que ir nosotras El. - La nombrada la miro y asintió. Ambas fueron a Scoops Ahoy luego de un buen rato.

- ¡Hey, Steve! - Saludo alegre Max.

- Hola, Max. - Saludo de igual forma Steve.

- ¿Podemos hablar con Robin? - El castaño fruncio el ceño a forma de confusión, ¿querian hablar con Robin?, ¿de que?.

- Huh.. ¿Claro? - Se alejó del mostrador y entró al almacén de atrás, a los pocos segundos la pecosa salió y comenzó a murmurar cosas con las chicas, estas al rato se fueron, claro, con un helado ambas.

Luego de un rato, ambas volvieron al establecimiento.

- Bien, si, el esta libre esta noche Billy, si podemos. - Le sonrió al rubio, este sonrió victorioso.

- Gracias, Max. - Esta asintió mirándolo de igual forma, con una sonrisa.

Pasaron las horas hasta que cayó la noche. El centro comercial ya estaba cerrando algunos locales, Scoops Ahoy en cualquier momento cerraba.

- ¡Hey Dingus!, ¡Ya tengo que irme, tengo una cita importante y no puedo llegar tarde, cierra sin mi amigo! - La rubia había terminado de cambiarse y corrió fuera del local, sin dejar que Steve diga una sola palabra. - ¡Luego nos vemos! - Y salió del lugar.

Pudo oir como el castaño intento gritarle algo, pero le ignoro. No olvido decir que casi se cae por correr y el suelo estaba resbaloso ya que lo limpiaron, pudo escuchar su carcajada y le levanto el dedo de en medio.

Llegó al establecimiento con los demás, si, Robin también estaba implicada en ese gran plan, la incluyeron a último momento ya que es cercana a Steve y ayudaría mucho.

- Hey perdedores. - Sonrió a los chicos fuera del auto. - ¿Vamos? - Eleven, Mike, Max y Dustin asintieron. - Suerte amigo. - Robin le sonrió a Billy, este me contesto moviendo su cabeza.

- Tu puedes, hermano. - Max le sonrió, y se alejó.

El californiano se llenó de determinación.

- Todo saldrá bien, Billy. - Eleven le sonrió. Dustin también y Mike solo asintió, se alejaron con la mayor para ir al lugar principal.

El rubio estaba realmente nervioso, tenía miedo de echarlo a perder.

Pudo divisar a un castaño llegar al establecimiento, caminando a su carro, ni siquiera noto el Camaro azul.

Cuando este estuvo por abrir la puerta, encendió las luces del vehículo haciendo que al de lunares se le dificulte ver un poco, este intento divisar de donde venian las luces.

El californiano salió del auto y se poso en este, Steve parecía pálido de verle allí, parece que no se imagino esto para nada.

- Hey, chico bonito..

HOLAAAA, nuevo cap!
Porfavor, si no entienden nada, lean de nuevo el anterior Cap porque cambie algunas cosas para que quedará mejor. Espero les haya gustado el cap, ¡estamos muy cerca del final!

Se despide, tu novia la Luly <3

Te Odio, Hargrove ; HarringroveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora