La desgracia del afortunado

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Si Baekhyun pensara en el momento en que su vida se arruinó, diría que desde que nació sin siquiera pensarlo. Pero debe admitir que hubo varias cosas buenas a lo largo de los años.
Así que prefiere limitar el inicio de su periodo de desgracias hacia algo un poco más reciente. Tal vez a los quince... Sí, probablemente esa edad sea más adecuada.

De cualquier modo, nunca fue el más afortunado por más que lo dijeran.

No, de hecho es la persona con menos suerte en el mundo. Debió haberlo previsto a los ocho, cuando en vez de hacerle caso a su padre e ir a sus lecciones de piano, se escabulló entre los pasillos del castillo hasta dar con la salida directa al muelle y acabar casi ahogado de no ser por uno de los criados.

Lo que sea... Ya no importaba.

Los pensamientos pesimistas no se iban con los meses, de hecho solían aumentar, la opresión en su pecho lo ahogaba. Extrañaba su hogar, extrañaba la energía vital que desprendía el suelo, el aire. Extrañaba las noches cuando salían las dos lunas alumbrando el cielo y luego se hacían una a media noche antes de volver a dividirse. Extrañaba volar... Era lo que más extrañaba.

Baekhyun recuerda la sensación, la brisa chocar contra su rostro, la emoción abrirse paso por su sistema cuando junto con su dragona decidían que podían ir más alto para después caer en picada. Podía jurar que a veces, cuando se perdía en su mente, podía percibir la textura dura de sus escamas bajo sus manos.

Exodius era magia, no había otra manera de describirlo. Desde el cielo brillante hasta la tierra firme, era su mundo, era su vida... Y lo perdió todo en tan solo un día.

- Baekhyun.

El tercer llamado lo hizo reaccionar. Elevó el rostro hasta su acompañante y por un segundo vio el fantasma de lo había sido.
KyungSoo ahora usaba su cabello corto, totalmente negro y en un estilo que solo era acostumbrado a verse en los alfas fuera de la élite. Estaba a ras, ni siquiera conseguía poder pasar sus dedos entre los mechones y estirarlos para hacer rizos.

Apartó la mirada, todavía no se acostumbraba a eso, mucho menos lo hacía con su propia imagen. Prefirió enfocarse en otra cosa. Retomó los suaves movimientos en la silla móvil, el pequeño bebé que dormitaba contra su pecho dejó un golpe suave en la zona sin nada de fuerza, la diminuta manito se hacía puño hasta que con su índice lo deshizo consiguiendo que ahora se enroscara alrededor de este.

- ¿Qué sucede?

- Estuve investigando - Baekhyun no quería oírlo, su cabeza dolía lo suficiente, pero claro que a KyungSoo no le importaba - Hay más de nosotros aquí. Es un poco difícil contactarse, pero no imposible. Creo que puedo conseguir algo si continuo...

- Deberíamos solo terminar de acostumbrarnos a este mundo, camuflarnos entre ellos y tratar de vivir hasta que la muerte nos alcance. No costará mucho, el promedio de vida aquí es bastante limitado.

El silencio de su compañero fue sencillo de interpretar, en especial cuando el contrario siempre le recordaba su punto de vista en la situación. Él era transparente, bastante valiente al expresarse también; y teniendo en cuenta que no era más que el hijo bastardo de su tío, era mucho que decir.

- No vamos a durar mucho. Necesitamos ayuda.

- Hemos durado lo suficiente, no veo como no podremos seguir así.

- Abre los ojos, Baekhyun. No comemos bien, este cuarto apesta, ni siquiera entendemos bien el lenguaje de esta gente y ahora tienes a un bebé que requiere de un montón de cuidados... Al menos ten decencia por él.

- No hables como si no me importara.

- ¿No es así? - el menor le regresó una mirada molesta antes de obligarse a calmarse, porque el pequeño cuerpo que sostenía pegado a su pecho se removió quejumbroso, dispuesto a llorar y mostrar todos esos buenos pulmones con los que había sido dotado.

Las lunas de Baekhyun ✯  𝟚ℂ𝕙𝕒𝕟𝔹𝕒𝕖𝕜Donde viven las historias. Descúbrelo ahora