Corazones rotos, promesas rotas

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Baekhyun creía que conocía a Chanyeol y Yeolchan de pies a cabezas, que había aprendido sus secretos, sus gustos, sus recuerdos más preciados y los más tristes, sus miedos e incluso sus inseguridades. Pero los hombres frente a él, no lucían más que meros desconocidos.

Abrazó a Yo-han con fuerza, arrulló al pequeño bebé entre sus brazos que se fue calmando conforme su aroma lo cubría, aunque continuaba promulgando suaves quejidos incontrolables ya que el mismo Baek no se encontraba calmado. Estaba aterrado. 
La mirada de los gemelos sobre su hijo no le agradaba, los oscuros orbes frente a la diminuta silueta estaban cargados de rencor. 

— ¿De dónde salió ese bebé, Baekhyun? 

— No es de su incumbencia — se atrevió a responder balanceando al niño contra su pecho. 

— No estás en posición de ser altanero — Yeolchan le reprochó, y él por su parte no se atrevía a mirarlos nuevamente a los ojos — Sigues siendo nuestro esposo... Así que responde, ¿De dónde salió ese bebé? 

Baekhyun regresó la vista hasta Kyungsoo, el entendimiento entre ambos fue casi de inmediato. Era injusto, pero nadie podía saber quién era Yo-han, ni siquiera sus propios padres. 
Era una cuestión de protección, no interesaba hasta que punto ellos llegaran a odiarlo, no interesaba si ya todo estaba más perdido que antes, ya no había retorno, y no se arrepentiría nunca. Se trataba de su pequeño bebé, cualquier sacrificio valdría la pena por él. 

Se preparó para mentirles en la cara, sabía que debía mirarlos a los ojos para que le creyeran, pero al momento que su vista atrapó la de Chanyeol sus palabras se perdieron en su interior. El alfa siempre fue el menos expresivo de los gemelos, había sido así desde que lo conoció, pero había descubierto que tras esa dura y fría coraza habitaba un hermoso hombre, cálido como el fuego del dragón. Baekhyun lo amaba tanto como amaba a Yeolchan. Eran los dos hombres de su vida. Eran el perfecto balance que había perdido en su vida.
Pero los ojos dorados de Chanyeol no le regresaban esa misma ternura de antes, había vuelto al inicio, no había confianza en ellos, estaba a tan solo unos pasos de su cuerpo, pero la distancia entre ambos parecían kilómetros. 

— Yo...

— Es mi bebé — Baek regresó la mirada de inmediato hasta su primo, cuestionándole con la misma qué estaba diciendo — El niño en brazos de Baekhyun es mi bebé, le dije que escapara con él mientras yo los entretenía. 

— Eso significa...

— Sí — Kyungsoo estaba poniendo una sentencia de muerte sobre sus hombros — Es verdad. Falté a mi honra y me involucré con alguien que no era mi prometido — los ojos de Chanyeol y Yeolchan se desviaron hasta el capitán al mando de sus soldados.

Jongin apretaba el mango de su espada pero se rehusaba a darle al menos una mirada al omega encadenado sobre la fría arena.

— Eso no es cierto. Kyungsoo nunca irrespetó su compromiso.

— Baekhyun, no podemos seguir ocultando esto — su primo tenía ese brillo decidido en sus ojos, estaba dispuesto a aceptar cualquier consecuencia que viniera, sin importar cuan fuerte fuese aquella.

Pero Baek tampoco estaba dispuesto a perderlo. 

— Es un niño que acogimos. Lo encontramos tirado en las calles, este niño no es de Kyungsoo ni mío. Esa es la verdad. Sólo está diciendo aquello para poder llevarnos al bebé de regreso, y lo comprendo, pero no voy a dejar que muera por salvarlo — tan decidido como su primo se encontraba él también lo estaba — Sin embargo, yo tampoco dejaré al niño. Es como nuestro hijo.

— Un niño que nace fuera del reino, no tiene derecho a ingresar al mismo.

— ¡No voy a dejar a mi bebé! —  reprochó de inmediato las palabras vacías de Jongin — Criamos a este niño como si fuese nuestro. No voy a dejarlo aquí de nuevo en las calles, no tiene a nadie más que no sea nosotros. 

Las lunas de Baekhyun ✯  𝟚ℂ𝕙𝕒𝕟𝔹𝕒𝕖𝕜Donde viven las historias. Descúbrelo ahora