Un mundo donde estés presente

Capitulo 8: porque estas tu

Mikoto observó a su hijo del futuro y a aquella muchacha de cabellos rosas durante un minuto, un minuto que bien pudo haber sido un siglo, un minuto en que sus lágrimas seguían descendiendo por sus ojos negros sin tregua. La pelinegra retrocedió un paso sin proponérselo cuando se dio cuenta, por la mirada de ellos dos, que todas aquellas verdades reveladas entre gritos de despecho eran su desastroso futuro. Aquel futuro tan desolador y horroroso que había leído en los ojos vacíos de Sasuke.

Se mordió el labio inferior, retrocediendo otro paso cuando lo vio avanzar con la cara en blanco. ¿Sasuke mató a su hermano? ¿A su maestro? Por dios, ¿en qué clase de monstruo se convirtió?

-Madre...-pronunció Sasuke débilmente, alzando la mano con lentitud.

-N-No...-Mikoto retrocedió dos pasos sollozando -, no te acerques.

Se llevó las manos a la cabeza, confundida, herida y sobretodo rota. Porque algo dentro de ella se había roto cuando escuchó todo aquel griterío, cuando supo que sus hijos, sus propios hijos se matarían entre sí. Dios, ¿Qué había hecho para merecer eso? Ambición. Esa palabra resonó entre el remolino de emociones que la dominaba, y lo supo, sin necesidad de una aclaración. Sería la desmedida ambición de su clan lo que lo llevaría hasta su extincion, concentrando todo su odio en su pobre hijo.

Una expresión de dolor se posó sobre las facciones de Sasuke, pero él se ocupó de mantenerse lo más inexpresivo posible, aquellas palabras le habían dolido más que cualquier cosa, porque había sido su madre la que les había dicho, porque su madre le tenía miedo. La única que pudo darse cuenta fue Sakura, porque ella estaba casi a su lado, encogida de terror ante su error, su fatal error, y por mucho que lo odiara, por más que lo detestara, no pudo encontrar ningún tipo de satisfacción en su dolor, porque era la primera vez que veía a Sasuke sufrir de ese modo, aunque no lo mostrara.

Mikoto no pudo darse cuenta de nada, porque en ese momento, tras una marea de confusiones, sentimientos y lágrimas, una punzada en su estómago le hizo doblarse de dolor, mientras un terrible grito escapaba de entre sus labios. Se sujetó el vientre mientras sentía como algo líquido resbalaba entre sus piernas.

- ¡Mikoto-sama! -Sakura apartó al petrificado Sasuke y corrió hacía ella.

La sostuvo cuando se dio cuenta de la sangre que se deslizaba por las piernas de la mujer. Ahogando un grito de terror ante lo que eso significaba la levantó con su súper fuerza, justo en ese momento Mikoto se desmayó del dolor.

- ¡Despierta, Sasuke! ¡Debemos llevarla al hospital o perderá al bebé!

Ante esas últimas palabras, Sasuke pareció despertar de su estado petrificado y de un solo movimiento, cargó a su madre con cuidado, en ese momento no le interesaba nada más. Ya arreglaría cuentas con Sakura, una vez se asegurara de que su madre y su hermano estuvieran fuera de peligro. Dando vuelta con fluidez corrió como un rayo entre los tejados para dirigirse al hospital. Sakura le siguió instantáneamente, sintiéndose terriblemente culpable por todo lo que estaba pasando.

-Dios, Dios -murmuró para ella misma horrorizada de la situación.

Durante la guerra, en un momento de descanso, Naruto finalmente le había revelado la verdad tras la masacre del clan Uchiha, lo que había llevado a Itachi a matar a los suyos, a dejar a Sasuke hundido en la venganza y finalmente morir en las manos del hermano al cual no pudo matar. Itachi era como un héroe, un héroe que había tenido que cambiar su honor por desgracia para mantener en alto el nombre de su clan y salvar Konoha. Realmente él no se merecía lo que tuvo que sufrir. Y ahora ella estaba cerca de convertirse indirectamente en su asesina, matándole incluso antes de que naciera.

Maldición.

Saltó más rápidamente, alcanzando a Sasuke cuando aterrizó frente a las puertas del hospital. Sabiendo que su antiguo compañero no tendría ningún tipo de sutileza se adelantó y abrió las puertas con bastante brusquedad, casi las sacó de sus goznes. No tomó en cuenta eso, lo importante era lograr que atendieran a Mikoto, lograr que salvaran al pequeño niño que crecía en su interior.