TERMINADA.
Ella está rota por todo lo que a perdido a lo largo de su vida, se rinde y cree que solo puede superar sus problemas del pasado con una sola cosa, las drogas.
¿Alguien se dará cuenta de lo que pasa con Ashley y la ayudara?
《julio x occ...
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☆ ☆ ☆ ☆
Había estado ayudando a Yoli con la campaña de delegada, hizo un buzón y al parecer le fue muy, muy bien.
— Tu tranquila, vas a ganar seguro eh.
— Eso espero, por el momento aquí ha venido mucha gente.
— Hombre, es que eres la Yoli. Tu tranquila.
Yoli me abrazó y le correspondí, en la puerta vi una señal de Vaquero así que me acerque.
— Vaquero, que nos puede ver Enrique.
— Calla, me da igual.
Abrí los ojos y suspire, en fin.
— ¿Te has pensado lo que te propuse?
— Eh si... y por el momento es mejor que sigamos como estamos. No es ni por ti, ni por mi.
— ¿Entonces?
— Fer se va a vivir con David y Roman y no quiero que de repente mis padres se encuentren con sus dos hijos fuera.
Vi como frunció el ceño y le cojí la mano.
— Tenemos todo el tiempo del mundo para vivir juntos y solo quiero esperar un tiempo, solo un tiempo. Pero eso no significa que dejemos de dormir juntos ni vernos.
— Vale, esta bien. Tienes razón, supongo.
Asentí. — Venga, te invito esta noche a tomar algo por ahí.
— ¿Esta noche? —sonrió.
— Claro, te vas a divertir porque te voy a enseñar a ligar —bromeé.
— No necesito ligar, tengo todo lo que quiero.
— Si tu lo dices —reí— luego te llamo.
— Perfecto, y no quiero ligar con nadie.
— Dios, estaba bromeando.
Le escuché reír mientras me marchaba y volví a acercarme a Yoli para ayudarla.
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Fer me había invitado a su casa y a ver un programa que nos gusta hasta que apareció David con Susana, la ex de David.
— ¿Decirme que? —preguntó Susana.
Fer y yo nos levantamos al umiso y este empezó a tartamudear mientras pensaba en una clara respuesta, me aguanté la risa.
— Creo que quería que le enseñaras cómo funciona una peluquería, dice que tiene curiosidad y como siempre le han gustado —dije cubriendole.
Este asintió y me abrazó por detrás contento.
— Bueno, ¿cenamos no?
— ¿Los dos solos? —pregunto Fer no muy convencido.
— Si, bueno... si te quieres quedar.
— Yo si que me quedo —confirmó Fer rápidamente— ¿no te importa no Susana?
— No, claro que no —sonrió— y tú chica, ¿también te quedas?
— Ashley, se llama Ashley. Es mi hermana —comentó Fer.
— Perdona.
— Eh... me encantaría pero he quedado con —miré a ambos chicos— he quedado.
— Con Vaquero, no hace falta que disimules. Todos lo saben ya, menos Enrique que...
— Si —interrumpí— que me tengo que ir, luego te llamo y me cuentas —sonreí— y encantada Susana.
— Igualmente.
Antes de irme le hice un gesto a Fer y este me lo devolvió, me reí, la situación era graciosa.
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— Mira, esa chica me está mirando —comentó Vaquero.
— No te flipes, es al camarero.
— Joder, pues al parecer si que parecemos una pareja.
— ¿Has visto? —reí.
Cojí mi pajita y bebí un sorbo de la bebida de Vaquero, este se río ante mi gesto.
— ¿De qué te ríes?
— De nada.
— Claro —reí— mira, esa chica de ahí si te está mirando.
— Que va, si me mira como si fuera un adorno de la barra.
— ¿Quieres que te mire?
— No lo se.
— Venga no seas soso, juguemos —miré a la chica— besame.
— ¿Aquí frente a todos?
— ¿Y porque no? Eres mi novio y tengo que lucirte, tu bésame.
Vaquero me miró fijamente y poco a poco acercó su rostro al mío hasta juntar los labios, esta vez con mordida de labio incluida.
Al separarnos un poco nos quedamos mirándonos fijamente, creo que la timidez se apoderó de la situación.
— La chica te está mirando demasiado ahora —comenté riendome.
— Pues que mire, mis besos son solo tuyos.
— ¿Y ese lado romántico? —sonreí— venga, vamos a bailar un poco.
Cojí su mano y le llevé a la pista a bailar, lo hacía fatal pero era divertido.
La noche estaba pasando demasiado rápido y ambos estábamos cansados, así que decidimos ir a casa.
— Espera, espera —dije parandole.
— ¿Que pasa enana? —preguntó sonriendo.
— He pensando y... ¿te vienes a dormir conmigo?
Él abrió los ojos. — ¿Lo dices enserio?
— Si, no se.. mis padres ya saben que tu y yo estamos juntos y no les importa.
— Entonces voy —sonrió.
Nos cogimos de la mano y fuimos a dormir, mis padres ya estaban durmiendo así que decidimos solo, dormir.
