Capitulo Cuatro 🐉 Quédate con nosotros.

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Estaba siendo una total deshonra para su hermano, a Junghwan le habían dicho tres cosas cuando salió de casa, uno, olvida todo lo que sucedió aquí, acaba de contárselo a dos completos extraños y con uno de ellos extrañamente tenía una conexión, dos, no confíes en nadie, nuevamente estaba confiando su vida a estos extraños, tres, no te relaciones con ninguna serpiente, bueno, esa si la había cumplido.

—Si es demasiado para ustedes puedo irme ahora, puedo escapar al lago y nunca me encontrarán— Explico levantándose para poder colocarse sus ropas nuevamente, siendo interrumpido por dos delgados brazos que lo rodearon. Yoshinori sentía que podía llorar en cualquier momento ¿Cómo este chico podía hablar de manera tan calmada de aquellas cosas? No quería ni imaginar como habría sido su crianza, pero en este momento, a pesar de la situación, seguía siendo solo un adolescente desprotegido a quien debía cuidar.

—No tienes que irte, o por dios, eres solo un bebé que tuvo que pasar por tantas cosas horribles— Murmuró conteniéndose para no llorar.

—No soy un bebé, la semana pasada pude dominar los 150 kilos en pesas— Comentó el casataño siendo totalmente ignorado.

—Eres solo un bebé para pasar por todo esto ¿Qué edad tienes?— Pregunto el tigre ayudándolo a colocarse sus ropas hasta que noto que estaban demasiado sucias —Te buscaré algo limpio.

—Tengo diecisiete, soy un hombre ya-

—Eres un bebé aún, debes quedarte aquí, te ayudaré a ocultarte hasta que esos matones se larguen del pueblo— Yoshinori busco de sus propias ropas algo que pudiera servirle al chico, trayendo un pijama con estampado de diferentes tipos de donas y ofreciéndosela para que se vista —Olvídalo, te quedarás con nosotros, y guarda todo ese dinero ¿Acaso es legal?— Pregunto sintiendose intimidado por un momento.

—Todo el efectivo es legal, es dinero sano obtenido de uno de los restaurantes— Explico el castaño colocándose la comida pijama —El oro se puede intercambiar con un conocido.

—De acuerdo, no me expliques nada más, es vergonzoso pero solo tomaré un poco del efectivo porque necesito pagar el hospital de mi hijo, luego, luego hablaremos de esto, debes de tener hambre, prepararé algo para ti— Yoshinori se marchó a la cocina diciendo mil cosas más, era como si hablar aligerara un poco sus nervios en tan desastrosa situacion.

Junghwan estaba un poco confundido con toda la actitud del mayor, pero solo podía aceptarlo, no podía ir a ningún otro lugar en ese momento, y tenía hambre, el entrenamiento para sobrevivir por semanas, en realidad si funcionaba, lo había puesto a prueba antes y pudo no comer por varios días sin problemas, pero si iban a darle comida oh por dios que no iba a despreciarla.

—Ven conmigo— Doyoung tiro de la mano del más alto, llevándolo nuevamente hasta su habitación a la vez que Junghwan solo se dejaba hacer y observaba, ahora poniéndole un poco más de atención al chico, las lindas orejitas negras que caían a los lados de su cabeza, Doyoung al parecer era un conejito y por un segundo se pregunto si también tenía una colita suave —¿Estás mirando mi trasero?— Pregunto el menor no muy convencido.

—No, solo pensaba en su tienes una cola de conejo, yo no tengo nada que me identifique como serpiente ademas de mis ojos— Junghwan se mantenia calmado mientras que el pequeño conejito caminaba de un lugar a otro tratando de ordenar la habitación, era pequeña en colores crema, café y azul claro, habían adornos de conejitos, muchos libros y otras cosas en las que no pudo seguir poniendo atención cuando tuvo nuevamente al lindo conejito frente a él.

Doyoung lo miro fijamente por un rato, como si tratara de meterse en su cabeza.

«¿Por qué me miras así?»

El tigre, el conejo y la serpiente 🐉 DohwanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora