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-Lo único que veo es a dos idiotas que quieren chuparse los penes pero son demasiado cobardes para admitirlo.

Lazlo estaba como de costumbre, sentado en su sillón mientras escondía uno de sus célebres libros de pornografía, Nadja le había dicho que odiaba esas cosas, así que no las podía tener al descubierto.

Pero cuando le preguntaron por el reciente cambio en la relación entre Nandor y Guillermo, definitivamente no se contuvo al dar su respuesta.

Unos muy necesarios flashbacks se muestran claros como el agua, Nandor sostiene a Guillermo de la mano.

¿O es al revés?

Pero en cuanto se saben observados todo se termina y el vampiro regresa a esa lejanía tan conocida para el chico.

—Así es mi amo, él suele hacer ese tipo de cosas, ¿acaso no recuerdan que toma mi mano para entrar a su ataúd?... Es completamente normal.

La sonrisa de Guillermo es un gran esfuerzo para que todos estén de acuerdo con su opinión, pero sabe en el fondo que es una porquería de mentira.

Él también lo había notado.

Su amo estaba más cercano que antes, a su manera, claro.

Las cit... salidas nocturnas eran algo más habitual para ellos.

Nandor le permitía más días libres, le hacía regalos que por supuesto Guillermo no necesitaba, pero aún así guardaba en su habitación y exigía más respeto de los otros vampiros hacia Guillermo.

Eso era un gran avance, ¿no?

-Cuando Marwa se fue pude resolver algunas de mis inquietudes...

Nandor decidió que gastaría los deseos que le quedaban con Guillermo. Así que todas esas salidas y regalos eran el resultado.

Lamentablemente, ahora solo le quedaba uno y tenía que pensar en algo muy bueno.

-Nandor no sabe un carajo sobre deseos, espero que solo se acuesten y este martirio termine-Menciona Nadja dentro de ataúd preparándose para dormir.

La cámara nota algo inusual en su vestimenta, pero no es como que  sea una vampira y necesite sangre de vez en cuando para sobrevivir.

***

Una nueva toma y Nandor camina de un lado a otro mientras piensa en el último de sus deseos, ante la mirada fastidiada del genio que ha estado ahí parado, con su libreta y pluma en la mano por más de cuatro horas.

-¿Qué tal una habitación más grande?

Gritó Nandor cómo una revelación.

El genio miró a la cámara hastiado, era la quinta vez que eso se le ocurría y siempre encontraba razones para desecharlo.

-No, a Guillermo le gusta su deprimente habitación... ¡Necesito ideas!

En una entrevista más íntima, Nandor se notaba nervioso.

-No tengo muchas ideas en este momento, resulta que los gustos de Guillermo son demasiado incluso para mi entendimiento superior.

Claramente, Nandor no recordaba todas esas charlas donde Guillermo, sin ningún tipo de tapujos, le hablaba sobre sus regalos deseados.

Cómo en su cumpleaños o en navidad.

Lamentablemente los vampiros con los que vivía no eran muy animados respecto a esas celebraciones.

The heart guard  ~Nandermo~.  /Comisión terminada/Donde viven las historias. Descúbrelo ahora