🌻CAPITULO I:;

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      La nicotina salió cuál aire de sus labios perdiéndose en el extenso cielo, sus ojos miraban perdido el humo siendo su único entretenimiento, sus dedos sostenían delicadamente el cigarro que estaba consumido hasta la mitad

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      La nicotina salió cuál aire de sus labios perdiéndose en el extenso cielo, sus ojos miraban perdido el humo siendo su único entretenimiento, sus dedos sostenían delicadamente el cigarro que estaba consumido hasta la mitad.
Sus orbes azules podían observar en la distancia como se alejaban lenta me de aquel gran país, parecía broma que salieran de ahí con vida, seguía sin poder creerlo. De hecho podía sentir  aún como su corazón latía a gran velocidad por la adrenalina de haber enfrentado a otro Yonkou y vivir para poder contarlo.
Suspiro intentando calmar sus emociones, ya era el tercer cigarrillo que consumía y sentía todavía como su cuerpo tiritaba, lo menos que quería era que el pequeño reno llegará a regañarlo por el exceso de tabaco.

Recargo sus codos en la barandilla del Sunny, sin despegar su vista del gran mar, cerro sus ojos por un leve momento al sentir la cálida brisa del viendo mover sus cabellos dorados al igual que envolvía su cuerpo semi desnudo.
Estaba con el pecho al aire, su cuerpo delgado y de tez blanca estaba cubierto de vendajes al igual que raspones por la dura pelea en aquel país, lo único que cubría su ser era una chaqueta negra por los hombres y sus pantalones oscuros.

Dió ligeros golpes en la barandilla provocando que las cenizas del cigarro cayeran, sonrió ligeramente, inevitablemente su mente divagó en las tantas aventuras que había tenido al haberse unido a esa loca tripulación. Pese a que en algunas salían gravemente heridos o con algún sabor amargo, no sé arrepentía de haber experimentado tal cosa al lado de sus nadamás y su capitán. Y ahora que salían de una aventura más, completos y  todavía mejor, con un nakama nuevo.
Lo envolvía una sensación de alivio y felicidad.

El Sunny no podía sentirse más tranquilo en ese momento, los demás estaban en sus habitaciones reposando las heridas, al igual que su capitán que estaba siendo atendido por Chopper después de su gran batalla contra Kaido. Lo único que había en el ambiente era una paz llena de felicidad, que debía disfrutarse más que nada, después de todo no sabían que podría venir después.

Tal vez debería hacer algo para ellos.

Pensó separándose de la barandilla, sus heridas ya no le molestaban tanto, podía hacer su labor sin ningún problema. Además algo dentro de él le incitaba a querer mimar a sus nakamas con algunos refrigerios mientras reposaban. No había nada mejor que una buena comida después de una difícil pelea.
Y eso Luffy lo sabía muy bien.

Sus manos no tardaron en ponerse a la obra, tomando uno de los cuchillos que estaban perfectamente acomodados, podía ver su reflejo en el mental del filo, sonrió complacido.
El tiempo pasaba muy rápido cuando se hundía en su propio mundo, cuando cocinaba no podía pensar en nada más que no fuera en la sensación de satisfacción. Sentir como el cuchillo rebana cada vegetal con total facilidad y el sonido del agua cada vez que dejaba caer los ingredientes dentro de la olla, además del relajante sonido del agua hirviendo.

— Parece que interrumpo —.

El rubio alzo la mirada hacia la entrada, concentrándose con la arqueóloga que miraba la escena con una serena sonrisa, disfrutando ver a su nakama tan inmerso en su labor para complacerlos.

𝙈𝙀𝙇𝘼𝙉𝘾𝙊𝙇𝙄𝘼 | Zosan|;Donde viven las historias. Descúbrelo ahora