Capítulo 9

32 16 0
                                    

-

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

- ...7, 8, 9, 10. Listos o no, allá voy - grita Eris con voz chillona mientras corre en busca de sus hermanos.

Siendo un día cualquiera en la tarde, Eris junto a sus dos hermanos de 9 y 10 años, jugaban a las escondidas. Tan inocente como era una niña de 8 años, ella caminaba de un lado al otro, en busca de sus hermanos, sin percatarse del ser que la asechaba.

- ¿Dante? - pregunta al escuchar un ruido cerca - ¿Rubén eres tú? - repite al no escuchar respuesta, haciendo que se asusté.

Sin ella poder evitarlo es jalada fuertemente por el brazo, haciendo que retroceda con brusquedad, en su desespero, patalea tratando de soltarse de las manos que la aprisionan. Muestras ella forcejeaba con la persona que la retenía.

Dione, su madre, que apenas regresaba de ir por las compras junto con su esposo. Es alertada por los quejidos que se escuchaban desde el pasillo donde se encontraba, intercambiando una mirada con su esposo, que también había escuchado el mismo ruido, se acercan con precaución.

- ¡¿Martín, que haces?! - Grita horrorizada Dione al ver a la pequeña Eris en medio del pasillo siendo cargada sin fuerza por un hombre mayor.

- Hermano, que estás haciendo, ¿te has vuelto loco? Por favor, suéltala, podemos hablar - dice con desesperación Ciro al ver a la pequeña sin reaccionar.

- ¡¿Que vamos a hablar?! - grita el hombre histérico - ¿Que eres un traicionero de mierda? Confíe en ti. Ella me pertenece, ella es mí...

- ¡Eris! - grita Dante, preocupado al ver a su hermana respirando con dificultad. Está se levanta exaltada por el sueño, o más bien recuerdo de un suceso pasado - ¿Estás bien? - pregunta más relajado al ver a la chica normalizar su respiración.

- s-si... - tose un par de veces, viendo a su alrededor, el cuarto antes colorido, tiene un aspecto más tétrico y oscuro.

- Vine a despertarte y estabas inquieta en la cama - pronuncia Dante con preocupación

- Si, no es nada. Ahora sal, necesito cambiarme - dice Eris sin poder verlo a los ojos, para segundos después escuchar la puerta cerrarse lo que le avisaba que su hermano se había marchado.

Este tipo de sueño los había tenido antes, muchas veces, solo que ahora lo recordaba. Las medicinas hicieron que olvidará gran parte de su infancia, y ahora que estaba de vuelta en esa casa, es como si su mente se estuviera aclarando y sus recuerdos regresarán.

- ¿Ya estás lista? - pregunta Rubén al verla bajar, ya con el uniforme puesto.

- No, ¿cómo crees? - ironiza Eris mientras se sienta en el comedor.

- No dará tiempo de desayunar, vámonos - Dice Dante bajando apresurado por las escaleras ya con su uniforme puesto y su mochila en la mano - Compramos algo en el camino, el reloj estaba atrasado por 40 minutos, llegaremos tarde a la primera hora.

Voces De AlmasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora