Dragones, Guerras y Alianzas (Bakugou x tu)

Capítulo 2

Pov. Narrador

La muchacha no entendía las palabras del rubio, ¿el la eligió? Eso quería decir que había más pretendientes que ella, estaba a punto de preguntar cuando el sonido de la puerta abriéndose la distrajo.

Una bella chica de cabello rosa y ojos cafés que parecía una de las sirvientas entro guiando a un grupo de estás que cargaban las valijas de la joven, a la pelirosa en cuestión por el peso de las bolsas que cargaba no pudo evitar caerse, Katsuki iba a decir algo pero, Akai se apresuró a extenderle la mano a la otra muchacha para ayudarla a levantarse.

-L-lo lamento tanto princesa fue.......- tartamudeo mirando al suelo.

-¿Te hiciste daño?- preguntó interrumpiéndola mirándola con sus ojos que parecían un eterno vacío, la pelirosa negó con la cabeza y soltó la mano de la ojinegra agradeciéndole con una reverencia, esta no se inmutó y se arrodilló para recoger lo que se había tirado ante la mirada sorprendida de todos los presentes.

-Majestad no tiene que......-Akai la miro de nuevo con una sonrisa en su rostro y esos mismos ojos que nunca cambiaban haciendo que guardara silencio por la amabilidad de su mirada.

Katsuki que se había mantenido al margen de todo, contemplaba a la alada estupefacto, en su vida había conocido a muchísimas princesas pero nunca alguna de ellas se había comportado como la que tenía enfrente lo estaba haciendo, el esperaba que la muchacha le reclamara a la pelirosa por su descuido y haber tirado las bolsas que podrían contener objetos frágiles, pero Akai casi por naturaleza había ignorado eso y priorizo el bienestar de la mujer.

-Me alegro de que no te lastimaras.- hablo la ojinegra sonriendo.

-¿Que sucede Agari?- preguntó el rubio a la mucama.

-A cierto, la reina me pidió que les informara que es hora del té, si no le importa majestad ayudaré a la princesa a cambiarse de ropa.

-Bien en cuanto termines llévala al salón.- ordeno dirigiéndose a la puerta y saliendo por esta.

Agari volteó a ver a la princesa que miraba a la puerta distraídamente, con cuidado de no asustarla puso una mano en su hombro, lo que hizo que esta volteara.

-Venga majestad, después de su viaje seguramente vestir con algo más cómodo la hará sentir bien.- la chica solo asintió

Preparo el baño con agua tibia y empezó a buscar entre las valijas algo ligero, encontró un kimono amarillo con bordados blancos y se lo mostró a la joven.

-¿Le gustaría este majestad? Estoy segura de que se verá preciosa.- dijo sonriendo.

Una vez establecido, ayudó a la joven a bañarse, enjabonó su cabello tallándolo suavemente evitando tocar sus pequeños cuernos y cuando pasó a limpiar su espalda pasó también la esponja por sus alas haciendo que Akai se estremeciera un poco.

-Lo lamentó.- de disculpó Agari rápidamente.

-No es nada solo mis alas son un poco sensibles .- menciono con vergüenza.

-Tendré más cuidado entonces.

Una vez aseada, la mucama procedió a vestir a Akai con el kimono y también sacando un haori blanco para que esta no pasara frío.

Luego pasó a su cabello que cepillo suavemente y adornó con un kanzahi de flor por encima de su oreja.
Akai se miraba en el espejo le gustaba como quedaba su cabello suelto.

-Majestad se ve divina, el príncipe quedará maravillado.- hablo la otra chica emocionada.

-Todo gracias a ti Agari muchas gracias.