𝖫𝖺 𝖿𝖺𝗆𝗂𝗅𝗂𝖺 𝗌𝖾𝖼𝗋𝖾𝗍𝖺 𝖽𝖾 𝖲𝖺𝖻𝗂𝗍𝗈 𝗒 𝖦𝗂𝗒𝗎𝗎!

ˏˋ1ˎˊıllıllı𔘓

Las familias son extrañas y muy diferentes ¿No lo creen?
Iniciando con que muchas veces son disfuncionales, algunas podrían verse como perfectas, y otras cuantas se conforman de miembros que no son de sangre, todo gracias a la adopción.
En el caso de Sabito y Giyuu eran una de estas, ya que su hijo Tanjiro no era su hijo biológico, ya que mientras un Tomioka de dieciocho años estaba de regreso de una misión se topó con una casa en condiciones muy malas y sospechaba que se debía a un demonio.

Se acercó a revisar para verificar que realmente no haya quedado nada o siquiera que pudiesen haber sobrevivientes, y valla que los encontró.

Un pequeño niño de cabellos burdeos salió de su escondite dentro de una alacena con cuidado al escuchar la voz del pelinegro llamar en busca de una respuesta.

Giyuu se alarmó al ver a un niño tan chico como sobreviviente y no tuvo más opción que llevárselo no sin preguntarle algunas cosas básicas y tal vez de rutina.

—hola pequeño, no te asustes vengo a ayudarte— el omega se agachó a la altura del niño y libero un poco de su aroma a menta para calmar al pequeño que iba saliendo poco a poco de su escondite —¿Cómo te llamas bebé?

Dudoso de responder le dirijo la palabra —me llamo Tanjilo.

—bien Tanjiro, dime ¿Cuántos años tienes?

—tengo así— levanto tres de sus dedos indicando su edad.

—ohh, eres un chico muy grande— Tanjiro rió —dime, ¿Sabes que paso aquí?

Tanjiro comenzó a contarle que la noche anterior el demonio entro a su casa de la nada y su madre le dijo que se escondiera en un lugar seguro mientras ocurría todo y no saliese por nada del mundo, cosa que obedeció. Sin embargo le tocó escuchar el sufrimiento de sus padres al ser devorados por aquel ser maligno. En ningún momento salió de ahí... Claro hasta que Giyuu hizo acto de presencia y le dijo que iba a ayudarlo.

Desde aquel entonces un Sabito de veinte años no tuvo más remedio que regañar a su pareja por andar adoptando cachorros ajenos de la nada y aceptar a aquel pequeñito que poco a poco se robaría su corazón.

Diez años más tarde la pareja decidió agrandar la familia, Giyuu tuvo un primer embarazo algo problemático y lleno de inseguridades para él ya que tendía a enfermar demasiado, y su peso aumentaba en cantidades impresionantes a pesar de que llevara una dieta balanceada y apta para su estado.

Un tiempo después, llegó a la familia Nezuko (nombre elegido por un Tanjiro de trece años) una bebita muy linda y parecida a Giyuu.

Y así aclarado un poco el como es su familia, comenzamos con nuestra historia, que se lleva a cabo tres años después del nacimiento de Nezuko.

Una mañana mientras Giyuu desayunaba Tanjiro llegó algo asustado.

—Giyuu, el resfriado de Nezuko está aumentando— el de cabellos burdeos fue asustado con su tutor.

—¿Que ocurrió, Tanjiro?— Giyuu se preocupo.

—no lo sé, entre a su habitación para ver si ya había despertado, pero no, solamente se quejaba y cuando toque su frente estaba ardiendo. Le puse un paño húmedo, pero no parece funcionar.— el chico estaba empezando a tener un ataque de pánico.

- No te preocupes Tanjiro, primero tranquilizate, ¿Está bien?— el joven alfa de dieciséis años intento mantener la calma —la llevaremos al médico otra vez.— se levantó lentamente y con cuidado de dónde estaba sentado y procedió a ir por Nezuko.

Al salir de casa comenzaron a caminar hacia la finca mariposa, pues era lo más cercano y Giyuu no podía caminar mucho. Era de mañana y hacia algo de frío, así que Tomioka llevaba a Nezuko en su espalda envuelta en una manta. Tanjiro lo acompañaba, intentaba no estorbar e ir rápido para no tardar mucho.