Estaba, esperando a Toni, en la puerta de mi casa, es con la unica persona que me siento segura, me cuida y esta para mi en todo momento, dentro de un mes cumplira cartoce años, y ya se cual sera su regalo, voy a trabajar en hasta que quede perfecto. No pasan ni diez minutos cuando lo miro salir de su casa, me sonríe mostrando sus dos hoyuelos en su mejilla.
—¡Risitos! Vamos antes que drácula despierte y no te deje ir, —Toni deja de decirle asi a mi madre.
—con todo respeto risitos esa señora no merece ser tu madre y ni que la llames asi, —Toni uno no elije a su familia ni muchos menos a su madre, y esta fue la que me toco a mi no puedo hacer nada.
—ya, olvidemos a drácula por un momento, y vamos al parque donde hoy aprenderas andar en bici, —estoy muy emocionada nunca me subido a una, —¡este es nuestro momento entonces!
Toni me agarra la mano y asi vamos caminando hasta llegar al parque donde hay muchas personas, niños jugando con sus padres, no salgo mucho de casa y cuando lo hago siempre es con Toni, me da mucho miedo salir de casa.
—ven, aqui vamos rentar un para de bicicletas, —¿por que no trajiste la tuya?
—porque hace años que no la uso y no tiene frenos, y yo quiero a mi ristos por muchos años más, y no voy a arriesgarte con algo que no sirve.
—si tu lo dices, te creeré, —más te vale ¡eh! —Toni no ve dejes caer.
—Risitos soy un excelente profesor.
—confiare en ti, —tu confia en mi que no hay nada que yo no pueda hacer.
Nos vamos a una parte del parque donde no hay personas, creo que es lo mejor con lo poco que se no quiero hacer el ridículo o peor que atropelle a alguien.
—vamos a empezar con las clases, —Toni, sabes li que haces ¿verdad?
—a ver mi niña tu no tengas miedo, —Toni no te miro muy seguro.
—es porque tu me pones de los nervios, —nos conocemos hace mas de siete años Toni.
—eso no tiene nada que ver.
—por supuesto que si.
—claro que no
—¿y por que te pongo nervioso?
—es algo que no te puedo contestar, es más lo hare cuando tengas unos dieciséis años asi que hace falta como cuatro años para eso.
—para ese tiempo ya tendre un novio, y no saldré más contigo, —tienes doce años deja de pensar en novios, además yo no dejare que nadie se te acerque.
—¿y porque no? —pues porque esa no es edad para tener novio, —pero si he leido que esa edad se conoce el amor de tu vida.
Toni me mira como si me hubiera salido otra cabeza.
—dejare de regalarte libros de romance, esto ya no me gusta, —lo escucho murmurar para él mismo.
Le sonrió, para que deje de estar molesto,
—no me sonrías asi, —¿por que no?
—porque se me se me olvida lo que estoy haciendo, —no estas haciendo nada Toni, —eso es porque tu me desconcentras, —pero si no estoy haciendo nada, solo estaba hablando.
—por eso, tu voz es muy dulce y no puedo concentrarme en otra cosa.
Siento que las mejillas se me encienden.
—mira que tierna te ves asi toda roja, —es por él solo, —lo que tu digas, ven ya esta listo esto.
Me pongo de pie para poder subirme a la bici.
—lo primero que tienes que hacer es ponerte este casco, poner un pie en el pedal, mantener un buen equilibrio para que puedas colocar el otro, estos de aqui son los frenos, tienes que poner mucha atención risitos, el freno delantero tiene el movimiento de la bicicleta, el freno trasero disminuye la velocidad de la bicicleta, no puedes ejercer mucha fuerza porque puedes salir volando, —lo miro mientras me explica los riesgos, pensé que solo era subirme y pedalear.
—¿y cual se supone que es el freno delantero? Me mira con los ojos entrecerrados.
—eso ya te lo explique, ¿en donde tenias tu cabecita? —yo, bueno estaba pensando en algo.
—voy hacer como que te creo, el derecho es el freno delantero y el izquierdo freno trasero, ya sabes vista al frente, si quieres frenar, tienes que hacerlo con los dos frenos sin ejercer mucha fuerza,
—ya entendi, yo ire detras de ti para impedir que caigas, —si es asi estoy segura que voy a aprender rapido.
—vamos risitos tu puedes, —si claro, no eres tu el que esta en una bicicleta con unos pedales mas duros que la conciencia de la vecina Martina.
llevamos una hora y para ser sinceros casi me estampó contra un arbol para primera vez que Toni me dejo ir sola.
—me rindo esto no es lo mio.
—pero si a pasado una hora, —si, pero es agotador, ademas no quiero terminar dentro del lago.
—esta bien, continuaremos despues, para ser el primero dia lo hicistes bien, —lo miro, ni tu mismo te puedes creer lo que acabas de decir.
—¿y porque no? —Toni, me cai tres veces, casi atropello al anciano, ni decir de que casi me voy al lago.
—eso es porque aun no puedes dar la vuelta y en la proxima esa sera nuestra clase.
Nos levantamos de césped, para ir a dejar las bicicletas.
—vamos por un helado, —no me deja responder porque me lleva con el.
—dos helado de vainilla, pide los helado mientras esperamos hablamos de cosas sin sentido.
—aqui estan sus helados, —gracias decimos los dos a la vez.
—gracias Toni por esta linda tarde.
—no tienes que agradecer haria todo por ver esa linda sonrisa, y para que tus ojitos cafés brillen de esa manera.
Me quedo como boba mirando a Toni, las cosas que dice me hacen pensar en el libro que estoy leyendo.
Nos levantamos y salimos corriendo para llegar a nuestras casas, se nos hizo tarde, temo por lo que mi mamá me diga.
—hasta que por fin te dignas aparecer, —se me hizo tarde mamá, lo siento, bajo mi cabeza, no quiero verla, no quiero ver el odio que siente por mi.
—fue mi culpa señora, ella no tiene la culpa de llegar una hora tarde.
—¡tu no te metas! —mamá no le grites,
—dejala risitos que me grite todo lo que quiera, —no Toni, ella no puede gritarte asi.
—ya basta, me arte de este estupido juego, escucha bien mocoso, deja de buscara Ariela, no voy a permitir que se vuelva una callejera.
—que ella salga de esta casa no hace ninguna callejera.
—¡no me digas lo que tengo que hacer!
Mi madre le grita a Toni, el no demuestra miedo, no le tiene miedo, porque sabe que ella no es capaz de hacerle algo.
Siento como tira de mi cabello,
—entra de una puta vez a la casa Ariela, —mamá sueltame por favor, no me haga esto.
—¡callate estupida!
—¡dejela señora, no tiene derecho a tratarla asi!
—¡la trato como se me da la puta gana!
Los escucho gritar, mi cabeza me duele, siento como soy tirada al suelo, y lo que escucho me deja helada.
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El Infierno De Ariela
Short StoryContenido +18. Toda niña sueña con un cuento de adas, sueña con ser la princesa quien es rescatada por su príncipe. Supe de princesas y príncipes cuando el llego a mi vida. Porque yo no escuchaba cuentos, yo escuchaba insultos. Yo no recibia amor, y...