Capítulo 9 - Habra consecuencias

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Calendario Central 06/05/1639, Residencia del Primer Ministro, Tokio, Japón, 18:00

Mientras se ponía el sol en lo que había sido un día lleno de acontecimientos en Louria, el primer ministro Takamori Hideaki y su gabinete fueron llamados para informarles sobre los resultados de la Operación Zanzíbar y lo que había ocurrido en Gim

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Mientras se ponía el sol en lo que había sido un día lleno de acontecimientos en Louria, el primer ministro Takamori Hideaki y su gabinete fueron llamados para informarles sobre los resultados de la Operación Zanzíbar y lo que había ocurrido en Gim.

Ansioso por averiguar qué había sucedido él mismo, Takamori se había asegurado de llegar temprano, entrando en la sala de reuniones vacía y pasando más o menos una hora encerrado en el ambiente con aire acondicionado. El sonido de su mano golpeando rítmicamente la mesa fue el único sonido que penetró dentro de las cuatro paredes blancas. Luego recuerda las innumerables reuniones que había tenido con su gabinete en la sala desde el día del traslado hace mes y medio. Comprendiendo que la operación corría el riesgo de estallarles en la cara, no obstante, dio luz verde a su ejecución, ya que la terrible situación económica en Japón significaba que un despliegue prolongado de hombres y equipos más que el mínimo sería menos recursos hacia otras vías importantes, como atención médica, producción de alimentos, aplicación de la ley, etc. Si la guerra no terminara de inmediato y en sus términos.

A medida que el ritmo de su golpeteo con la mano comenzó a aumentar, el ritmo finalmente se rompió con el sonido de la puerta al abrirse y luego los pasos de su gabinete. Detrás de los ministros que ocupaban sus asientos, caminaba un hombre con traje cuya urgencia y aplomo eran más que evidentes por sus elegantes movimientos al pasar junto a los ministros y sus ayudantes con un contacto mínimo. Emergiendo en el otro extremo de la mesa para encarar a los ministros ya Takamori, el hombre se ajustó las gafas y tosió antes de hablar.

"Primer ministro, si me permite".

Confundido por su presencia ya que esperaba a alguien más, Takamori se tomó el tiempo para preguntar.

“¿Asada? ¿Qué estás haciendo aquí? No he sido informado de tu regreso."

A pesar de ser Consejero de Seguridad Nacional, el hombre, Asada Taiji, no ha estado presente en las reuniones debido a un accidente de tránsito durante el día del traslado que lo dejó con una costilla y un brazo rotos. Si bien le entregaron las actas de las reuniones anteriores y los informes durante su estadía en el hospital, decidió ser él quien presentara esta reunión en particular. El resultado del accidente aún era evidente en forma de yeso alrededor de su brazo izquierdo.

“Disculpas, primer ministro. Decidí regresar con poca antelación por mi propia voluntad después de enterarme de lo que sucedió con la Operación Zanzíbar”.

Dando su mano como un gesto de afirmación, Takamori le hizo una seña a Asada para que continuara. El asesor de seguridad nacional lesionado hizo que sus ayudantes distribuyeran los documentos que detallaban el resultado de la operación en cuestión. Tan pronto como lo tuvieron en sus manos y comenzaron a leer detenidamente las páginas, Asada tosió antes de comenzar.

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