Capìtulo 26

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"Eres un pendejo" !!! me grita con una mirada tan enojada que nunca lo he visto asì antes.

Y ya son dos.

"¿Y por qué?" Levanto una ceja esperando su explicación.

"¿Vienes y me dices que conmigo estás bien, que quieres salir conmigo y luego? ¿Vienes con tu novia a burlarte de tus orgasmos?" Louis no tiene problema en alzar la voz, arriesgándose a llamar la atención.

Agotado por la noche y todas las discusiones, niego levemente con la cabeza.

"Louis, no tienes derecho a estar enojado porque fuiste tú quien me dijo que quería tiempo y mierda". y ahí lo dejo al costado del camino y doy unos pasos para llegar a mi puerta.

Abro con las llaves que nunca entran la primera vez y escucho a Louis detrás de mí.

"Dios, si supieras cuánto me duele el trasero saber que te acostaste con ella". admite en un tono de voz casi culpable.

Siendo de atrás dejo escapar una sonrisa por sus palabras, dándome cuenta que quizás la mentira de Grace no fuè del todo inútil pero decido librarlo de la decepción.

"Grace dijo una mentira y no sé por qué, es verdad, trató de hacer que me acostara con ella pero no tuvo ninguna reacción de mi cuerpo", finalmente me giro para mirarlo y una sonrisa inmediatamente aparece en su rostro. 

En un momento  encuentro sus labios sobre los míos que me liberan de todo mal pensamiento.

"La verdad es que no entiendo nada, Harry, pero intentémoslo, Dios. Necesito saber que eres solo mío". susurra en mis labios y lo jalo dentro del departamento conmigo, sin separarme de sus labios.

"Respóndeme y no seas pendejo". se desprende de mi boca para poder mirarme a los ojos y me pilla desprevenido.

"Louis te juro que te quiero con todo mi ser pero tienes que entenderme, yo también quiero ser tuyo pero dame tiempo para poder hacerlo a la luz del sol, para mi es todo.. . tan nuevo".

Aparto su cabello de su frente, esperando su comprensión.

Parece ser tomado por un momento de indecisión y comienza a besarme apasionadamente.

 En un abrir y cerrar de ojos nuestra ropa está en el suelo y nosotros estamos en cada superficie listos para dejarnos llevar por una noche de puro éxtasis.


Los domingos por la mañana por lo general no existen para mí ya que solo duermo pero, esta vez, me encuentro despierto antes de las diez a pesar de que estoy físicamente destruido. Dios, creo que lo di todo esta noche en el verdadero sentido de la palabra.

Me volteé hacia un lado y noté que Louis dormía plácidamente y con una expresión de felicidad en su rostro, así que, sin hacer ruido, me levanté para poder ir y darme una rápida refrescada en la cara y los dientes.

Hoy,quiero entrar a la cocina y  meterme de lleno a cocinar entonces cierro la puerta de la cocina detrás de mí para poder empezar a jugar con huevos, ollas y masas varias, empiezo a exprimir naranjas, porque tengo una verdadera adicción al jugo de naranja, empiezo a encender la máquina del cafè y comienzo a apilar un panqueque encima del otro.

Más tarde también preparo unos huevos fritos, tocino frito y dos tazas de té, sin saber cómo Louis está acostumbrado a desayunar. 

Dispongo todo sobre la mesa y me doy cuenta de que he cocinado como si en mi casa hubiera un ejército que regresaba de la guerra, me río solo y creo que nunca antes lo había hecho para nadie.

Cuando todo está listo y puesto, abro la puerta de la cocina y me dirijo al dormitorio para poder despertar al niño incansable que descansa tranquilo entre mis mantas. Me siento a horcajadas sobre èl y bajo por su espalda para poder dejarle una franja de besos a lo largo de toda la mandíbula, luego me detengo unos segundos en sus labios. Tan pronto como parpadea ligeramente, me alejo y le sonrío mostrando ambos holluelos en mi cara.

"Buenos días, Lou, el desayuno está listo" Empiezo a levantarme pero él me agarra de ambos brazos para poder mantenerme quieto.

"Buenos días" murmura con la boca todavía mezclada con el sueño y presiona sus labios contra los míos, invirtiendo la situación para poder deslizarse entre mis muslos y frotarse contra mi miembro.

"Vamos, no te pongas cachondo y levantémonos" Me río de sus labios y empiezo a morderlos lentamente hasta que siento que se mueve para levantarse, se estira y como si supiera mi casa de memoria, agarra mi bóxer limpio. y si se lo pone.

Yo también me levanto de la cama y tiro de él de la mano como un niño, arrastrándolo frente a la mesa.

"¡Ta daaaan!" Abro los brazos para poder presumir las delicias o al menos espero que sean comestibles.

Veo a Louis sonreír y negar con la cabeza antes de acercarse a mí y dejarme un suave beso en el labio inferior.

"Eres un tonto, tanto por prepararme todo esto como por despertarme un domingo por la mañana", se ríe y se sienta con la boca abierta.

Yo hago lo mismo y nos ponemos a comer, comentando las noticias deportivas que estàn  emitiendo y dejándonos llevar también, de vez en cuando ,por unas caricias y besos mojados.

The Eight Ball (nolandquitelikeroda)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora