{4} Guerra civil

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Craig no quería jugar a los Superhéroes. No estaba en sus planes algo así, pero cuando Tweek llegó entusiasmada a su habitación con una enorme sonrisa diciendo que Tolkien la había invitado a jugar, no pudo decir que no.

Así habían creado sus disfraces. La rubia dijo que sería lindo si eran un dúo y usaban colores a juego, así que Craig le prestó una de sus tantas chaquetas azules. Tweek colocó un círculo blanco en esta con la letra "W" encima de la "T", y también se fabricó una bandana azul al estilo "Naruto" con su nombre de superhéroe escrito en ello. Finalmente se colocó unos guantes cafés que había llevado desde un principio, y decidió dejarse el shorts negro que llevaba puesto ese día junto con unas botas negras de invierno. La verdad se veía muy linda, le había puesto algo de empeño.

Craig había disfrutado tanto de ver lo que hacía su novia, que se les fue el tiempo en ello. Finalmente, no le quedó demasiado tiempo para empezar el suyo pues pronto tendrían que reunirse en la base del Coon, según le había contado Tweek.

Así que solo se colocó una hoja blanca con una "S" escrita con plumón rojo en su chaqueta, se dejó su chullo y sus pantalones de siempre.
La verdad es que le importaba todo eso una mierda, después de todo, hacía esto porque Tweek la invitó y le dijo que lo hiciera.

Ahora ya, en la guarida del Coon, llevaban rato discutiendo sobre el orden de las películas, que personaje debería tener serie y cuál películas, el orden de las fases, entre otras cosas. Pero no lograban ponerse de acuerdo.
De hecho, más parecía que esto terminaría pronto en una pelea.

──¡Este plan de franquicia apesta! ──se quejó la rubia, cruzándose de brazos.

──SuperCraig... ¿Puedes callar a tu perra por favor? ──renegaría Cartman, dueño de ese sótano; mirando a la pelinegra.

──¡Oye, imbécil! ¡Ella es parte del dúo!

Respondió a la defensiva, y Tweek vaya que amaba que hiciera eso. Hasta sonrió.

──Si, pendejo, ya me dijiste eso. Pero yo aún no estoy del todo de acuerdo en ponernos a jugar con una niña.

Tweek frunció el ceño al escuchar lo que dijo Eric. Agh, aún recordaba cuando tuvo ganas de jugar a esa tontería de la fantasía y no la dejaron por ese mismo motivo.
Hasta se había creado su personaje bárbarico y todo.

──Yo soy una niña, culón idiota.

Vaya, al menos Craig decía algo lógico.
Pero Cartman suspiró.

──SuperCraig... ¿Cuántas veces tengo que decirte que tú no cuentas como una niña? Ahora, o juegas con nosotros, o te vas con tu novia por ahí a hacerse la manicura o yo que sé.

──¡Oye! ──reclamó Tweek, ofendida.

──Tú elige, Craig. O eres el coprotagonista de la franquicia, o te vas con tu novia por ahí.

──V-v-vamos, Craig. Te la pasas con ella todo el tiempo.

Craig miró al dueño de esa voz, que era Jimmy. O mejor dicho, Pasorraudo.

──Bzzzz, tiene razón. Últimamente nos dejas mucho de lado, amigo. Bzzz...

Secundó Clyde ──Mosquito──, lo dicho por Jimmy; mirando casi de forma lastimera a su mejor amiga y bajando la mirada.

Craig perdió su vista en la mesa de madera, pensativa.
En parte... Sus amigos tenían algo de razón. Se había estado tomando esa relación tan en serio que a veces incluso cancelaba salidas que ya tenía concretadas con sus amigos porque Tweek la había invitado a una cita, o porque Tweek la necesitaba porque estaba teniendo una crisis o porque había soñado con Kim Jong Un, o porque juraba haber visto gnomos en su casa o... Básicamente por cualquier cosa.

La machorra y la loquita del café •|Creek|•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora