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Volvieron hablando animadamente. Por alguna extraña razón preferían hablar hasta del color de un sapo antes que quedarse callados. Se detuvieron frente a la casa.

Jungkook la bajó con cuidado y luego se bajó él.

Haneul se giró a verlo. -Muchas gracias por el paseo-. le sonrió.

-No es nada-.

Ella se acerco a la puerta para ingresar a la casa, y se detuvo al ver que Kook no la seguia para entrar.

-¿Qué pasa?-. le preguntó.

-Los peones no entramos por la puerta principal-. dijo él.

Ella lo miró bien. -¿Por que?-. Quiso saber.

-Porque somos empleados y entramos por la cocina-.

Ella lo miró espantada. Eso era horrible.

-No quiero que vuelvas a decir eso-. Le dijo. -Ustedes no son ladrones para entrar por atras-.

-Pero..-.

-Pero nada, Jungkook. Es una orden-.

El sonrió por lo bajo. Ella siempre habia sldo asi de justa. Para ella todos eran iguales y nadie era mejor que nadie.

Jungkook solto un suspiro. -Está bien, entremos-.

Ingresaron y casi toda la casa estaba en un completo silencio.

-Dónde estarán todos?-. Preguntó la morena.

-¿Durmiendo?-. inquirió Kook.

Ella sonrio. -Debe ser eso-. asintió.

-¿Vamos a tomar un té?-.

-Mmm, no lo sé..-.

-Vamos, Salvaje, solo un té. Por los viejos tiempos-.

Ella le había puesto su mejor cara de perrito mojado, y eso lo estaba matando lentamente. Trato de calmar a su acelerado corazón.

-Bueno, vamos-.

Haneul dio un par de saltitos contenta y en un impulso se acercó a él para abrazarlo.

Jungkook, algo asombrado, la envolvió. Y se quedaron asi, abrazados y sintiéndose muy tontos. Luego de unos cuantos segundos ella se alejó algo avergonzada.

-Lo siento-. se disculpó.

-No tienes por que-. aseguró Jungkook.

Entraron a la cocina y se dirigió a las hornillas, mientras que Kook tomaba asiento cerca de la mesada. Se quedó observándola. ¿Podia ser más hermosa? Seguramente si. Entonces a su mente vino la charla que ella había tenido en
la tarde con ese tal.. Taehyung. ¿Deberia preguntarle? Un nudo se le formó en medio del estomago. No podía tolerar la idea de con otro hombre. Le daba rabia la idea.

-Oye, te gane una carrera, y el lavado de los caballos-. comento ella mientras buscaba te en una de las cajoneras de la cocina. -¿No crees que me debes algo por eso?-. indago y lo miro sobre su hombro con una sonrisita de autosuficiencia.

Jungkook sonrió divertido y luego alzó una de sus espesas cejas.

Ella se ruborizó y volteó, para seguir buscando el té.

-¿ Y se puede saber que es lo que te debo?-. inquirió alejandose de la mesada sigilosamente y se posicionó detrás de ella.

Cuando Haneul al fin dio con el té, volteó y se sobresaltó al encontrar el gran cuerpo de Jungkook frente a ella. Abrió la boca, aunque incapaz de emitir palabra.

°Salvaje°|JJKDonde viven las historias. Descúbrelo ahora