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Jungkook se sentó lentamente frente a una nerviosa Evangelina, sabia que en cualquier momento iba a explotar, pero se estaba controlando bastante. La miró fijo a los ojos.

-¿Y bien?-. inquirió ella nerviosa.

-Evangelina, lo siento..-.

-¡¿Lo sientes?!-. exclamo. -¿Es lo unico que vas a decir?-.

-Traté de decirtelo miles de veces, Evangelina. Pero siempre evitaste el tema.-.

-¡Aaaah, y por eso ahora soy la cornuda mas grande de todo el condado!-. casi gritó.

-Te voy a pedir por favor que no grites-. dijo el. -Lamento que esto tenga que ser asi, Evangelina.. Pero estoy enamorado de Haneul-.

-¿Acaso no te das cuenta de que ella va a cansarse de ti, Jungkook?-. le preguntó reteniendo un par de lágrimas. -Eres nada para esa mujer. Eres poca cosa. Un simple peón. ¿Acaso vas a vivir de ella dentro de par de años? O mejor dicho,
¿Acaso vas a aceptar irte a la cuidad detrás de ella? Porque ella no va a quedarse en este mugroso lugar para siempre-.

El se puso a pensar en aquello. Sacudió la cabeza. En ese momento aquello era lo que menos importaba. Fueran como fueran las cosas, él ya no podía seguir con Evangelina.

-No se lo que va a pasar, Evie-. dijo mirándola fijamente a los ojos. -Pero lo nuestro se terminó. Ya no puedo seguir mintiéndote-.

-Bien-. aseguró ella mientras se ponia de pie. -Espero que no te arrepientas. Yo no estare esperandote cuando ella te de una patada..-.

-Evangelina-.

Ella salió de alli rápidamente. Jungkook dejó la cabeza entre sus manos, mientras maldecía por lo bajo. Si, había hecho muchas cosas mal. Pero sabía que eran muy necesarias. Soltó un suspiro y se puso de pie. Por ahí dentro de unos dias podria hablar perfectamente bien con Evangelina, y quedar como amigos. A pesar de muchas cosas, la apreciaba.

Se puso de pie y se acercó al refrigerador, para buscar un poco de agua. Se sirvió en un vaso y se sentó a tomarlo. Comenzó a pensar. Ahora Haneul y el eran completamente libres para poder expresar lo que sentian.

Sonrió levemente y luego apretó los lablos. ¿Que iba a hacer ahora? Podia buscarla y llevársela a algun lugar.

Entonces lo recordo. ¡Podia llevarla al valle!

Miró la hora y apenas eran las 5 de la tarde. Aun tenia tiempo. Si... al fin iban a poder estar solos y tranquilos.

Estaba por salir de la cocina cuando la puerta se abrió y Hoseok entró. Jungkook alzó ambas cejas al ver el rostro alegre del moreno.

-¿Qué pasó?-. le preguntó Jungkook.

-Sacamos al cara linda ese de aquí y.. le pregunté a Gretta si queria ser mi novia...-.

-¿Y que te dijo ella?-.

-Me dijo que... no-.

Kook se sorprendió. Ella le habia dicho que no a Hoseok luego de todo lo que habian pasado, ¿ella le habia dicho que no?

-¿Te dijo que no?-. preguntó sin poder creerlo.

-¡Mentira!-. rió Hoseok , haciendo que Jungkook frunciera el ceño. -¡Me dijo que si! ¡Maldita sea, tengo novia!-.

Kook soltó un suspiro y sonrió, Su primo parecía un niño. Tenía aquella estupida mirada y los ojos le brillaban. Se preguntó si él mismo se veia asi cada vez que estaba cerca de Haneul.

-Me alegro por ustedes, Hoseok-. le dijo. -Solo espero que esto no traiga tantos problemas-.

-Es un secreto-. aseguró el moreno. -Y lo mantendremos asi.. es mucho más... ¿intenso?-.

-Bueno, Hoseok, ahora te dejo, tengo que ir a hacer unas cosas-.

-Vi como tú y Haneul se besaban, ¿algo que quieras compartir con tu primito?-.

-No en este momento-. sonrió y salió de alli antes de que Hoseok lo llenara de preguntas. Escuchó que lo llamaba, pero no le prestó atención. De verdad queria ir a hacer un par de arreglos. Queria estar a solas con la morena.

Salió de la casa para ir hacia las caballerizas. Preparó a White y se subió a él para salir de allí a toda marcha. Una gran sonrisa se curvó en su rostro, se le habia ocurrido una gran idea. Primero iría al pequeño valle a arreglar todo y luego volveria a terminar de amar su plan maestro.

Haneul entró a la cocina y suspiró, él no estaba alli tampoco. Hacía como más de dos horas que lo estaba buscando por todos lados. Pero no lo había encontrado.

Por ahí se había ido con ... con Evangelina. Apretó los dientes. Los
malditos celos la invadieron al pensar que él podia estar con ella. No podia tolerarlo. Sacudió la cabeza. El y ella no eran nada para que sintiera esas cosas, pero.. no podia evitarlo. Su corazón se contraia de solo pensar que Kook podia
estar abrazando a Evangelina en este momento.

Volvio a salir de la cocina y se encontró con Jimin. Este tenia una picara sonrisa en el rostro. Ella lo miró entrecerrando los ojos. Cuando Jimin tenia aquella cara, era porque algo sabia. Se acercó a el.

-¿Qué me estás ocultando?-. le preguntó.

Jimin apretó los labios. -¿Yo?-. Inquirió y miró a su alrededor. -Nada, Hannie-.

-Mentiroso-. acusó. -Conozco perfectamente esa cara... algo sabes, dimelo-.

-Puedes averiguarlo por ti misma-. sonrió. -Fijate en tu habitación.

Haneul miro hacia las escaleras y luego volvió la vista hacia Jimin. No sabia si subir corriendo o quedarse allí hasta que el le dijera que sabia.

-¿Tiene que ver con Jungkook?-. le preguntó. El se encogió de hombros.

-No lo sé-. aseguró. -Solo sé que hace horas que no lo veo, ¿le habrá pasado algo malo?-.

Luego de esas palabras Haneul salió corriendo de alli y subió las escaleras.

Entro a su habitación y la puerta se cerró con algo de fuerza detrás de ella.

Se quedó quieta al ver que en medio de su cama habia un enorme oso de peluche que tenia una rosa al lado y un sobre encima de su barriga. Miro a su alrededor y no habia nadie allí. Se acercó a la cama y tomo el sobre. Lo abrio con cuidado y saco el papel que tenia dentro.

"Hola, me presento, soy Teddy, un lindo oso de peluche, que hace mucho tiempo esta esperándote. Ahora estás aqui, asi que... ya se terminó mi espera. Pero he observado que has estado mucho con ese tal. Jungkook. Por eso mismo me
deshice de él, y no volverás a verlo. A menos que vayas afuera y sigas las instrucciones. Hay alguien muy cercano a ti y muy blanco, esperandote. Si quieres volver a ver con vida al estupido ese, mejor has lo que te digo. Con amor, Teddy.
PD: Lleva la rosa que esta a mi lado.

Ella dejo la carta a un costado y lentamente giro la cabeza para mirar al oso. Entonces comenzo a reirse. Agarro la rosa y la acerco a su nariz. Tenia aquel suave aroma a tarde y sol, combinado con su propla esencia.

Se puso de pie y agarró al oso de peluche que era casi tan grande como ella. Lo abrazó y besó su nariz. Luego lo dejó sobre la cama y salió de su habitación para bajar corriendo las escaleras. Jimin estaba sentado mirando la tele.

-¿Y encontraste algo?-. le preguntó.

-Si-. asintió ella sin dejar de sonreir. -Pero ahora tengo que irme. La vida de una persona depende enteramente de mi-.

-Si, ya lo creo-. dijo divertido.

Haneul besó la mejilla de su mejor amigo. -Te amo, eres la mejor amiga que una persona podria tener-.

Jimin hizo un gesto de: no exageres, con la mano. Pero ella vio las pequenas lagrimas que habia en sus ojos.

-Ya, vete, porque voy a ponerme a llorar como niña de 5 años. Estoy sensible y tú me dices esas cosas.. ¡vete ya! No creo que quieras que Teddy mate a tu bombón campestre-.

-Nooo-. exclamó divertida. -Ni lo digas-.

Haneul salió de allí y Jimin suspiro. Sabia que esta noche, Haneul no iba a volver para dormir.

°Salvaje°|JJKDonde viven las historias. Descúbrelo ahora