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—Powder nunca tendrá un novio, te apuesto mi almuerzo—
Dijo Mylo acostado en el viejo sofá de la habitación mientras hacía rebotar como casi siempre esa vieja pelota de tenis. Parecía tan seguro de sus palabras que si un estafador de primera mano lo viera no encontraría ni siquiera una sola gota de inseguridad en su comportamiento.
Raro, muy raro.
—¿Qué?— Fue todo lo que dijo una asombrada y helada Powder en ese instante. ¿Por qué...?
—Con tu mala suerte y esa cara de rata que tienes, no me sorprendería que nunca consiguieras una pareja cuando seas grande— Aclaro nuevamente su punto el de cara más alargada mientras seguía rebotando aquella pelota. —Creo que serás una solterona Pow-Pow, pero ¡Hey! aun eres joven despreocúpate— Dijo por segunda vez y finalmente deteniendo el rebotar.
La tan nombrada peli-azul solo pudo abrir su boca con una mueca de desconcierto, al parecer aun no podía salir de la burbuja en su cabeza... Ese sonoro "¿Qué?" se repetía en su cabeza.
—Oye Mylo ¿Por qué demonios dices eso?— inquirió Vi curiosa y algo enojada. ¿Por qué demonios la llamo "cara de rata"? ¿Acaso querrá un golpe en la cara? ¿Y a qué se debía la indeseada pero oportuna intromisión en la vida de su pequeña hermanita? Y decimos oportuna por que hace bastante tiempo estaba esperando alguna oportunidad y/u intromisión del tema para hablar de esos con ella.
—Aquí vamos, otra vez...— Claggor solo se dejo caer en la pared más cercana que encontró esperando los sonidos de la creciente ola que se avecinaba, ya estaba acostumbrado a este tipo de cosas... Eran el pan de cada día para él. Estaba seguro de que Vi no iba a quedarse callada ante la situación y más si se relacionaba con su amada hermanita.
—Vamos Vi, tú sabes que en algún momento ella tendrá que enamorarse ¡así como Talia y yo!— Habló emocionado el muchacho. Y Claggor solo pudo pensar:
<<Y la cagas, otra vez...>>
—Mylo, tengo dos puntos que recordarte— Anunció Vi, llamando la atención de Claggor quien entrecerró un poco los ojos y ladeo la cabeza de forma cómica sabiendo lo que se avecinaba ¡Era cuestión de segundos, garantizado!
—En primera, no deberías meterte en lo que no te importa ¡Powder es una niña! En segunda, no tienes ningún put* derecho a hablar de la vida de mi hermana o de su cara-.
