Capitulo IV

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Ya ha pasado una semana por dios, ni siquiera una persona sabe algo sobre Hanna.

JiHo ha estado cómo un total sobreprotector teme que nuevamente ocurra lo mismo y perder a otra amiga. Mañanas lluviosas y noches frías, ni un solo día soleado.

Dónde estás Hanna?- dije para mí misma mientras veía una foto de ambas- te extraño mucho.

Hanna había sido la primera chica que me habló en la escuela, era la chica nueva y parecía que el bicho raro entre todos.

El ruido de una moto alertó mis sentidos, era JiHo nuevamente estaba aquí viendo si todo iba bien.

Mire por la ventana para confirmar lo que ya sabía, minutos después se encontraba tocando mi puerta, pero está vez traía algo con el.

-Traje esto-dijo alzando la bolsa que traía en su mano- es comida china, Min Hye te gusta la comida china no?

Dijo entrando cómo si nada hasta la cocina, algo muy normal en el cuando se sentía en confianza.

-Si, está bien- dije desganada, realmente la situación nos estaba consumiendo y aun que ambos tratábamos de que no fuera así era más que notable todo.

Comimos en un silencio que no era para nada incómodo al contrario era el único momento en el que probablemente estábamos más tranquilos. JiHo se quedo un rato más hasta que tuvo que regresar, el día había pasado demasiado rápido, pero lo agradecía aveces solo quería pasar un momento a solas y mi amigo no ayudaba mucho que digamos.

8:45pm miraba fijamente mi celular, esperaba un mensaje, una llamada cualquier cosa que me indicara algo sobre Hanna.

Nuevamente nada, fui a mi habitación encontrándome con una muy cómoda Alaska recostada en mi cama, una ligera sonrisa se dibujo en mi.

Tomé mi móvil y tome una foto antes de que se removiera para quedar en otra posición, me acosté junto a ella.

Un ruido en la cocina me alertó al igual que Alaska quien rápidamente estaba de pie y con las orejas en punta, de no ser porque la gata estaba junto a mi pensaría que es ella quien mueve los trastes en la cocina pero no era así.

Mi respiración comenzó a agitarse en el momento que unos pesados pasos se hicieron presentes, caminaban por la cocina y sala hasta que se detuvieron frente a mi puerta, podía ver la sobra de alguien por debajo de esta. Daba gracias de que estaba cerrada pero no era de ayuda, saque un pie de la cama intentando tocar rápidamente el suelo pero sin hacer el más mínimo ruido.

Pero era demasiado tarde porque la persona del otro lado abrió con brusquedad, me pare con rapidez. No podía ser posible en mi habitación había otro payaso, este se abalanzó sobre mi impidiendo totalmente que pudiese escapar.

Gritos ahogados salían de mi, pidiendo auxilio que rogaba para que cualquiera de mis vecinos escuchase, pero era imposible si mi boca estaba siendo obstruida por una mano.

Aquel extraño me lanzó con fuerza al piso, las lágrimas comenzaban a escaparse de mis ojos, mis manos sudaban lo único que atiné a hacer fue arrastrarme hacia atrás, tratando de evitar el evidente acercamiento de el sujeto.

-A dónde crees que vas perra?- dijo y me tomo del cabello fuertemente logrando que me levantase callendo en la cama, una serie de horribles pensamientos llegaban a mi, cualquier cosa podía pasarme pero salir viva parecía no ser una de esas opciones.

Mis ojos bajaron hasta el objeto brillante que había en sus manos, una hacha, con eso me mataría?

-Te gusta?- dijo mientras miraba y pasaba su dedo por el filo del objeto.

Ni una sola palabra, no podía ni siquiera formular algo coherente.

-Si haces ruido terminará en tu cuello, tal y cómo le pasó a tu amiga.

"Tal y cómo le pasó a tu amiga" esas palabras resonaron en mi mente una y otra vez, Hanna estaba muerta? Mis lágrimas se hicieron más notorias, el era otro de aquel show lo recordaba pero no era posible lo que decía la gente era un mito más de este estúpido pueblo, esos payasos, realmente eran asesinos?

-Me imagino lo que estás pensando- dijo riendo.

Trague en seco y mi mirada se encontró con la suya, acaso se estaba burlando de mí? Porque no era para nada gracioso ni una pizca.

-Tu... us...ustedes?

-Callate!-dijo alzando la voz y acercándose peligrosamente- maldita perra que parte no entendiste sobre no hacer ruido, eso incluye no hablar.

La hojilla del hacha tocó mi hombro, un choque de electricidad me recorrió de pies a cabeza era mi fin.

-Shu... Shu... Shuuuu..- no te muevas, no queremos que termines sin cabeza o si?- y acto seguido soltó una fuerte risa.

Me levanté tomando una gran bocanada de aire, el sudor caía por mi frente era una pesadilla, una maldita y horrible pesadilla.

Cerré los ojos con fuerza mientras pasaba mis manos por mi cara, el ruido del teléfono de casa me hizo sobresaltar nuevamente.

Quién marcaba a esta hora? Era imposible porque nadie tenía ese número a excepción de los vecinos y los chicos, me levanté en dirección a este y mire la pequeña pantalla que se iluminaba en un tono verde.

Número desconocido, lo mire con atención 895 no eran más que tres dígitos, era un número privado, el teléfono sonó una, dos y tres veces hasta que en la cuarta sonada lo tome.

-Bueno?-

-Deberias cerrar las puertas con seguro, no crees?- esa voz era idéntica a la del chico de mi pesadilla.

-Quién mierda eres, qué quieres?- grite al teléfono pero era en vano la llamada la había sido colgada.

Las puertas! Abrí con rapidez y corrí hasta la puerta principal, estaba cerrada con ambos candados hasta con la cadenita.

Inspeccionando a mí alrededor, nada ni siquiera un poco de aire que hiciera algo de ruido

Una notificación en mi teléfono interrumpió el sepulcral silencio que inundaba la casa.

JiHo

Min Hye estás bien? He tenido
una pesadilla horrible responde...

Min Hye

Estoy bien, también tuve una
pesadilla ¿Será que puedas venir a quedarte otra vez?

JiHo

Si, está bien, pero iré mañana
por temprano, avísame de cualquier
cosa extraña porfavor

Min Hye

Okey, muchas gracias

Mis nervios estaban a flor de piel, realmente anhelaba que JiHo viniera en este momento pero era tarde y podía ser peligroso, me quedé en la sala hasta el amanecer, no tenía apetito todavía tenía miedo.

Y esa llamada y aquella pesadilla se repetían una y otra vez en mi mente

𝑪𝑰𝑹𝑪𝑼𝑺 𝑶𝑭 𝑯𝑶𝑹𝑹𝑶𝑹Donde viven las historias. Descúbrelo ahora