Apuesta De Amor | Meariri | Kirasaya |

9._La chica con un plan

Mansión Momobami
Martes 13 de Septiembre
19:35 P.M

En esa gran mansión se encontraba nuestra chica enmascarada, recostada en su cama, recuperándose del dolor que tenía desde hace horas, sin embargo, el medicamento y el reposo no habían sido los verdaderos responsables de que ella se sintiera mejor, sino que el hecho de tener la oportunidad de poder estar al lado de Mary Saotome fue lo que en verdad la hizo sentir mejor; y el hecho claro de que no la odiaba por lo ocurrido.

Para Ririka, éste había sido un paso muy importante, ya que ella no era de socializar mucho, en toda su vida solamente había logrado tener amistad con Runa Yomozuki y algún tipo de buena relación laboral con Sayaka Igarashi, ya que si bien no eran las mejores amigas, tampoco eran indiferentes entre sí. Pero ahora el poder de conocer a Mary ya no estaba solo en su mente y sus más alocadas fantasías, sino que podía ser una posibilidad cercana.

Aunque esto abría paso a un nuevo reto: ¿Cómo diablos iba a hacer eso? Hoy habían hablado, pero tenía que ver con apuestas y una disculpa, pero conocerla y hablar desde 0 sin un motivo mutuo era más complicado para ella. Y siendo sinceros, Ririka nunca creyó llegar tan lejos, y ahora que podía cumplir su meta ¿Cómo hacerlo? ¿Husmear su expediente y aprenderse sus datos? ¿Hacerse amiga de sus amigos y usarlos a su favor? ¿Contratar a Runa para que la espie por las cámaras? Claro estaba que en la mente de Ririka pasaban todo tipo de ideas menos la más obvia y normal.

-Ahm podría pedirle a Sumeragi que me diga que cosas le gustan, Runa dijo que las vio muy amigas en la apuesta con Manyuda...No no, de seguro pediría que a cambio regrese al consejo –La chica suspiró pesado y se recostó boca abajo, con su rostro sobre su almohada– No es lo mismo verla de lejos a tenerla cerca...

Sin duda era todo un desafío para nuestra pequeña Ririka, y por lo visto no se le ocurría nada, pero gracias al universo su salvación había llegado, porque el sonido de las rejas abrirse indicaban que su hermana había llegado, por lo que bajo a la sala para recibirla. El que su hermana esté presente le alegraba, ya que ella, para bien o para mal, era la única persona que Ririka podía ver como familia.

-¡"Riri", ya llegué! –Gritó Kirari apenas abrió la puerta–

-Hola, "Rari" ¿Cómo te fue con tu trabajo? –Preguntó la mayor de las gemelas, sentada en un sofá de la sala–

-Escucho que ya te sientes mejor, eso es bueno –Llegó a la sala y dejó su maletín en la mesa de centro para después sentarse frente a Ririka– Bien, tener a Sayaka es muy útil

- Ah sí, ya me siento mejor, el señor Kiyoshi me llevó a comprar algo para el dolor –Ririka sonrió levemente, pero al recordar ese momento con Mary, se sonrojó un poco–

-Wow, yo no sabía que la MarySaotomol era tan buen medicamento –Bromeó la chica trenzada, para después sacar de su maletín una caja de dulces sabor cereza, con un listón negro enredado y dárselos a su hermana–

-¿T-tú cómo sabes eso?! –Ririka estaba toda roja, pero de vergüenza, ya que no esperaba que Kirari supiese sobre su encuentro con Saotome– Ay gracias, n-no te hubieses molestado

-Instinto de gemela supongo, no es como que esa rubia oxigenada haya olvidado uno de sus listones –La chica reía suavemente por la reacción de su hermana–

-O-oye! N-no le digas así –Ririka al escuchar a su hermana cayó en cuenta que la caja tenía ese listón– Oh...L-lo siento, es que llovía y pues... Pues yo...

-Ay no expliques nada, mientras esa Barbie no te haga nada, está bien, supongo que debes tener amigas ¿No? –Kirari soltó esa clásica sonrisa que siempre tenía, sin quitar la mirada de su hermana– Además, se veía que tenías mucho interés en conocerla