Takemichi, hermano de... [En Pausa]

Takemichi Kurokawa (Segunda parte)

Para Izana todo parecía un sueño, la familia que siempre quiso pero nunca tuvo ahora era un sueño hecho realidad.

Al fin había alguien que lo quisiera y se preocupara por el, y no solo eso, recibió mucho mas de lo que esperaba.

Takemichi es su pequeño hermanito consentido, a pesar de ser el único. No sabia por que razón pero había algo en el que le decía que tenia que cuidarlo con su vida y cumplir todo lo que el pequeño le pidiera no importando que.

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Después de impacientes y largos meses de espera con muchos papeleos, e ir de un lugar a otro para que por fin pudieran otorgar el apellido Kurokawa a Izana, todo termino bastante bien.

Actualmente, Izana Kurokawa, presumía su apellido con mucho orgullo, acción imitada por el pequeño Takemichi. Un apellido no solo es un adjunto a tu nombre, te hace formar parte de una familia, les hace saber a los demás que formas parte de un grupo que te da amor y se preocupa por ti.

Para Izana eso significaba tener un apellido.

Izana desde que tiene memoria, nunca tuvo un apellido y el único apellido que en un principio creyó que lo haría formar parte de una familia, nunca fue para el.

Ahora ya con los 18 años recién cumplidos solo piensa una cosa.

"Izana Sano no suena muy bien junto"

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Takemichi ya tiene doce años, todo ha cambiado, mi relación con mi familia es muy buena, nuestros padres son muy buenas personas, siempre nos apoyan en todo. Takemichi últimamente se ha obsesionado mas con los pandilleros. 

Extraño cuando solo se interesaba en los héroes. Bueno que se le va a hacer. Supongo que es parte de crecer. Y quiero ayudarlo a cumplir lo que el quiera.

Funde Tenjiku por el. Para Take solo lo mejor, así que solo los mejore estarán en la pandilla, bueno y aquellos que Take quiere, como su amigo Kakucho, debo admitirlo es un buen chico pero a veces siento que no le agrado, cuando me acerco a el se comporta diferente y Takemichi no ayuda mucho que digamos, solo se burla.

Bueno como decía, Tenjiku es una de las mejores pandillas de Japón, cuenta con muchos siervos que siguen mis ordenes y pronto pasaran a obedecer a Michi. El príncipe.

Nuestros padres saben lo de la pandilla. Solo dicen que no la guiemos por un mal camino. 

En fin, creí que se pondrían a exagerar las cosas o tal  vez nos lo negarían pero no, sus palabras fueron:

—No podemos hacer que dejen algo que les guste.

—De nada servirá que les digamos que lo dejen si lo seguirán haciendo a escondidas, no queremos eso y no estar enterados de lo que les pase.

—Solo no se desvíen nunca del buen camino y cualquier cosa en la que quieran contar con nosotros, aquí estaremos.

Es bueno tener unos padres con una mentalidad abierta en estos tiempos.

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Ambos hermanos Kurokawa regresaban de la escuela para por fin descansar de una larga y tediosa jornada de estudios y tareas.

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Pero nada de eso importa cuando es fin de semana y tenemos dos días completos para relajarnos como nos plazca. Por el momento solo iremos a pasear por ahí y comer algo. Take me dijo uno de estos días que quería comer helado, supongo que ese será el almuerzo de hoy.

El Kurokawa le paso uno de los cascos al mas pequeño y encendió su motocicleta, ante todo la seguridad.

El infante apenas se coloco correctamente el casco se sujeto fuerte de la cintura de su hermano, sabia que su hermano conducía muy rápido, pero no era tan descuidado para que algo malo le pasara a el, sino por que sabia que ambos les gustaba la velocidad y la sensación de adrenalina corriendo por sus cuerpos como y esta les hacia creer que podían hacer todo.