Rachel permaneció al lado del cuerpo de Quinn por horas, largas horas hasta que su suegra llegó y la vio.
Al darse cuenta de lo que había pasado lágrimas invadieron sus ojos.
Sabía que pasaría, sabía que sería pronto, pero no esperaba que sucediera hoy, no ahora.
Se sentó junto a Rachel y lloraron en silencio, mirando a la persona que más amaban tendida en una cama.
Al día siguiente lograron conseguír fuerza suficiente para levantarse y llamar a una funeraria.
A pesar de que la casa estaba básicamente en medio de la nada lograron llegar un par de días después para preparar todo para el entierro.
En todo ese tiempo, nadie se había atrevido siquiera a pisar esa habitación.
Los preparativos para el entierro fueron dolorosos, el descenso del ataúd aún mas.
Todos sus compañeros, sus amigos y familiares estaban alli.
Santana fue con Brittany, pero al momento de lanzar la primera pala de tierra se lanzó a llorar, trató de quitarle la pala a Puck, Brittany la sostuvo fuertemente, y se la llevo para que no viera más.
Noah tampoco estaba bien, nadie lo estaba.
Beth estaba allí, en brazos de Shelby, mirando en silencio, sin comprender que estaba pasando, ni dónde estaba su mamá.
Al final de la ceremonia todos comenzaron a irse, se despidieron, se dieron abrazos y trataron de no expresar toda la tristeza que sentían.
Rachel se quedó hasta mucho más tarde, por suerte tenía el auto.
Llegó a la casa y se encerró en el estudio de Quinn.
Cada maldita cosa le recordaba a ella.
Él desorden de los papeles, el olor de su perfume impregnado en los muebles, el orden casi exagerado de los libros, las fotos del escritorio.
Todo le recordaba a ella.
Y eso fue demasiado.
Se sentó en el escritorio de Quinn, tomó una pluma y un papel y comenzó a escribir.
Escribió hasta que las lagrimas nublaron su vista, hasta que sus manos temblaban y no podían sostener la pluma.
Terminó la carta, la puso en uno de los muchos sobres que estaban regados por la oficina, luego se sentó nuevamente en la silla del escritorio, tomó la Colt que Quinn guardaba en el fondo del ultimo cajón de este.
se quedo mirándola por un momento, contemplando su decisión a través de las lagrimas.
Puso la pistola en su sien, mientras cantaba en voz baja canciones que a Quinn le encantaban, las que le cantaba cuando ella estaba muy estresada, cuando perdieron a su bebe, las que les cantaba cuando Quinn se rompía, esperando que le ayudaran a ella también.
-Esperame, amor....
BANG!
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Este capítulo fue reescrito, pues cuando yo queria verlo solo me aparecia la palabra ''Brindando'', no se si a ustedes si les funcionaba.
yo no tenía una copia de esto, así que tubo que rehacerlo completamente de mi cabecita.
lamento las molestias :P