Gohan en kimetsu no yaiba

"No soy un humano, soy una bestia"

Gohan con su nueva forma empezó a caminar con tranquilidad por los bosques y lagos de su alrededor, a su paso los animales cerca de él sentían pánico, no había forma de quedarse cerca de él sin temer a la muerte.
Sus pisadas por más que él las sintiera suaves eran fuertes y dejaban un rastro destructivo en los bosques. Su cabello tan largo con forma de picos grises, intimidaban hasta el más valiente, sus ojos rojos como la sangre con una pupila negra como la noche, sus dientes con unos colmillos pronunciados eran vistos por los que se hacían llamar "depredadores".

Él en su camino hacia los pilares se iba encontrando con demonios que lo intentaban de atacar, pero él con su simple mirada los mataba, a su paso sentía que las energías bajaban drásticamente, pero no le importaba en lo absoluto, es más no parecía importarle nada de lo que pasara a su alrededor, el solo quería matar a una sola cosa para ser específicos a un demonio y ese demonio era Muzan Kibutsuji.

Mientras tanto en la sede de cazadores.

Los pilar y el patrón se encontraban dentro esperando a los demonios, varios cazadores habían sido asesinados en poco tiempo, los pueblos cercanos eran totalmente quemados y destruidos por las lunas, las cuales no parecían querer detener las masacres o la destrucción en los pueblos.
Por otro lado los pilares no podían hacer nada, si salían para ayudar morían, si se quedaban morían los demás, pero no había opción era eso o dejarlo todo para salvar a don nadies.

Sanemi intentaba de mantenerse calmado lo más posible, pero estar calmado y cubrir la zona derecha de la cedé no era buena idea, y más para alguien que sabía que en cualquier momento iba a estallar e iba a ir a matar a los responsables de la masacre que se estaba llevando a cabo, por eso estaba a su lado Gyomei el cual lo iba a estar controlando de que no se dejara llevar por los impulsos.
Por parte de Shinobu se encontraba con la kamado squad y Tomioka, todo porque ellos estaban cubriendo el frente. Claramente no había forma de estar quietos o calmados, todos sentían ese cosquilleo en la espalda, ese pinchazo en la panza, el hormigueo en los brazos y la sensación de impotencia era lo más normal en ellos en ese momento.

Sin embargo no todos estaban así, si hablamos de extravagancia y honor, Kyojuro y Uzui se encontraban tranquilos cubriendo el lado izquierdo de la cedé, pero bueno ellos estaban relajados solo miraban el pasto y las hojas volar del suelo.
Por otro lado Iguro, Tokito y Mitsuri estaban en extasis absoluto, ninguno podía mirarse o mirar sus katanas, en ellos sentían la culpa de no ayudar a los que ya estaban difuntos en los pueblos cercanos.

Mientras tanto las lunas.

Kokushibo agarraba del cuello a una jovencita que intentaba todo para sacarse de encima las grandes manos del demonio más poderoso, sin embargo la chica al intentar de sacar su katana sentiría como su cuello poco a poco empezaba a estirarse más y más, hasta que crujió con fuerza y sus brazos, piernas y cabeza se dejaron de mover.
Por parte de Gyokko este estaba serio en su última forma intentando de pensar que nuevo arte de vasija iba a hacer, pero no se le ocurría nada de nada por lo que solo se volvió a meter en su vasija para llorar por su poca imaginación.
Douma estaba con cabizbajo con su rostro ensombrecido, él tenía a una chica entre sus brazos, ella estaba asustada muy asustada intentando no llorar, pero el cosquilleo en la nariz le jugó una mala pasada y comenzó a lagrimear y gemir de forma lenta y aterrada, en eso Douma puso su cara cerca del cuello de la chica, para luego lamerlo un poco.

Douma: está muy suave... -mientras lamia con suavidad el cuello de la chica-

Chica: ahh n-no por fa-favor -lloraba y gemía con mucho miedo-

Douma: quiero que te muevas para mi... -agarrándole la cadera con una mano y la otra pasando de largo la nalga para terminar cerca de las partes- muévete para mi pequeña, muévete... -dijo con una vena en su cuello y con sus ojos arcoíris muy apagados-