❝La Traición No Se Perdona❞ ➵Minsung

Capítulo V

10:48

La pareja ya estaba pasada de copas, y era algo de esperarse, todos ahí adentro lo estaban.

Minho se encontraba bailando en la sala de la casa, junto a otras personas.

Cuando de repente alguien choca con él por detrás.

-Lo siento- dijo una chica con la voz temblorosa. Disculpándose por chocar con él.

-No te disculpes preciosa- respondió con una voz picarona pero igual de temblorosa.

La chica se dió vuelta y empezó a bailar con Minho, y asi se quedaron por unos minutos.

-¿Soltero?- preguntó la menor.

El pelonaranja levanto su mano mostrando el anillo, a lo que la chica hizo una mueca de tristeza.

-Pero eso está noche no importa- comentó el mayor asercandose a ella. -¿Vamos arriba? Se que hay una cama disponible- propuso mientras la tomaba de la cintura.

-Llevame dónde quieras- contestó dejándose agarrar.

Subieron las escaleras hasta llegar a una cama matrimonial en un cuarto. La música era casi audible ahí adentro.

La chica se tiró en la cama mientras el mayor la siguió, para luego empezar a besarla apasionadamente.

Mientras, la menor desabrochaba la camisa de Minho, y se quitaba la polera.

Daban vuelta entre los dos, soltando carícias suaves en el cuerpo del otro.

Solo cortaban la distancia por la falta de aire, cuando lo retomaban, seguían besandose.

Ya había ropa en el piso, ninguno de los dos quería parar, pero era agotador. Además, los efectos del alcohol lo hacía peor.

Mientras con Jisung.

-¡Fondo fondo fondo fondo!- gritaban una multitud de personas mientras alentaban al menor a beber más de la botella.

Hasta que se acabó la tercera esa noche él solo.

Más ovaciones se escucharon al unisono.

Mientras Jisung levantaba los brazos en señal de victoria.

El contrincante que había perdido se fue enojado afuera de ese cuarto.

Una chica salió de la multitud encaminada hacia el menor, quién estaba distraído con otras personas. Apenas estuvo al alcance, agarro de la cintura y cueyo al peli café, juntando sus labios.

Se quedaron así por unos segundos. Mientras Jisung sabia que lo que hacía estaba mal, pero entre más se intentaba apartar más se juntaban.

-¡Cuarta!- exclamó un chico entre la multitud, lo que provocó que todos empezarán a gritar lo mismo.

La chica se distanció y se perdió a la distancia, por otro lado, Jisung tenía una sonrisa torpe en el rostro, pero tenía que seguir con el juego.