El golpe del cristal al romperse alertó a Hannah, que se despertó sobresaltada, y corrió hacía el cuarto de baño.
-¿Qué es lo que sucede? - preguntó al entrar - ¿Qué ha pasado?
Ryan no respondió. Tampoco intentó disimular su estado emocional en este momento.
-He sido yo. No te preocupes- Respondió, mientras lavaba el puño magullado y algo sangriento.
-¿Por qué has hecho esto? - Insistió ella.
-Ya dije que no te preocupes - Ryan se secó las manos. Aplicó un poco de desinfectante, y se volteó hacía Hannah que lo miraba confundida.
Le dio un beso en la frente, y le organizó el cabello enmarañado, al salir del baño. Se dirigió a la cama con ella -Vamos a dormir -dijo metiéndose entre las sábanas. Hannah lo imitó, y se abrazó a él. Ryan le dio las gracias mentalmente por ser comprensiva y no volver a preguntar. Él no podía explicarle.
Esta iba a ser una larga noche.
Aquella mañana, James le había confesado que lo amaba.
Había sido un golpe muy duro, para Ryan escuchar eso. No hace mucho James había dicho que era gay, y que buscaría un novio. Ryan conocía a James desde que eran niños, y jamás se le ocurrió pensar que su amigo fuese gay, pero él lo había dicho, y Ryan intentó tomarlo de la mejor forma posible, no podía ser de otra manera, ya que el tenía a dos de sus hermanos siendo homosexuales. No obstante, por alguna razón dolió. Ryan pensó en aquel momento que James no había tenido la suficiente confianza en él como para compartir esa parte de su vida. Realmente, fue difícil aceptar que James no confiaba en él.
No era un hecho que hubiese podido hacer tambalear la amistad que compartían, pero sí hizo sentir a Ryan que había muchas cosas que no conocía de James. Se cuestionó si eso ocurría por su egoísmo. Tal vez, nunca se preocupó de esa parte de la vida de James. En realidad, se limitó a unas cuantas bromas sobre sus escasas relaciones, a la manía de los padres de James de interferir en sus relaciones, o la estúpida idea de concertarle un matrimonio. Pero, nunca fue al fondo de todo ello. Ahora lo lamentaba.
James siempre estuvo ahí para él en sus intentos de citas, cuando hablaba de sus conquistas, cuando le contaba detalles "¡Maldita sea! Como pude ser tan idiota". Él siempre le escuchó, con esa leve sonrisa, que ahora entendía por qué no le llegaba al corazón. Entonces él bromeó, diciendo que James no se alegraba, porque tenía envidia de su éxito.
Se avergonzaba de sí mismo.
Luego vino lo de Paul Lambert. El estúpido idiota que solo estaba con James, por los títulos de su familia.
Ryan odió al tipo apenas lo vio, y no sintió ningún cargo de conciencia al mostrarse adverso al tipo. Ryan sentía que no era el apropiado para James. Es cierto que James parecía estar bien a su lado, pero Ryan intuía que no era feliz.
Por supuesto. James, estaba intentando ser feliz. Estaba desesperadamente buscando una felicidad ahí fuera, que él no podría darle.
James era gay y lo amaba.
Siendo honesto, Ryan había odiado la relación de James y Paul. Permitirles utilizar su apartamento como lugar de encuentro, fue una muy mala idea.
Siempre que los encontraba, surgía un mal humor desde sus entrañas, incluso si encontraba muestras de que habían estado ahí, quería limpiar el ambiente para que no quedasen rastros de su paso.
James era su amigo. Era su persona favorita y el tipo ese, era solo una experiencia sin más. Al menos eso esperaba.
Cuando por fin terminaron, Ryan se sintió feliz, aunque no lo diría.
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Ryan Hardaway
FanficFanfic: Solo un poco confuso. Su mejor amigo le ha confesado que lo ama. A partir de ahí, el mundo de Ryan se pondrá patas arriba. Aún más, cuando su amigo, la persona que más ama en este mundo, tome decisiones drásticas. ¿Podrá Ryan sostener su...