Brioso caballo ejemplar hermoso, presume a su yegua e indiscreto me mira detrás del campanar.
Mientras agoniza el ocaso, inquieto se distrae pateando la pradera, señalándome indomable qué le pertenece esa tierra.
El disco naranja estira su cobija, cansado bosteza y sin que la luna se encuentre apaga la luz y en seguida se duerme.
Un águila blanca a lo largo del cielo ligera planea, majestuosa se aleja a perseguir la tarde.
Dirige su ala a montañas nevadas y enormes qué oscuras se vuelven y mis ojos la pierden.
Llega la noche con su ola de frío los lustrosos corceles se fugan al cosmos, a escombrar estrellas, rebotar cometas, rodar el sol y como siempre enojar a Dios.
León
2 nov 2003. 3:31 PM
Soñando en mi soledad y viendo a esos dos caballos.
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CACHITOS DE MI CORAZÓN II Por Alf Taner
PoesíaComo ya dije nací en 1910 un viajero del tiempo, mi vida siempre fue rodeada por personas extrañas, que no conozco y no sé porque me siguen. pero en este nuevo tomo de mi recorrer por la vida, conocerán a estos seres ávidos de seguir explorando mi i...