Genderbend Au
Hoy en clases me toco sentarme junto a una gotica. Por alguna razón, nadie aquí habla con ella Pensó con curiosidad el Kanroji sentado en el pupitre de al lado.
- Hey que tanto haces? - Pregunto suavemente el Kanroji, al final la curiosidad le ganó.
- ...Dibujo - Dudo unos segundos la Tomioka pero al final le daría una contestación al Kanroji en un timbre de voz frío y serio.
- oh genial.
- ...¿Quieres mirar? - Preguntaría de forma educada soltando su tinta sobre el pupitre
- Uh....Seguro - Una respuesta corta pero suficiente para la Tomioka quien le extendio al Kanroji la hoja de su dibujo. Quedando este último perplejo al ver a una especie de Samurai de seis ojos, con una marca de llama en el rostro.
- Este es mi Oc, Se llama Kokushibou, es superior genial y misterioso, y además es un demonio el cual consumió la sangre del rey de los demonios para volverse más fuerte y derrotar a su hermano - Le explicaría la Tomioka la historia de su personaje, aunque sin querer se dejaría llevar y se pondría a divagar de más acerca de el, cosa que incomodo al Kanroji.
- Es superior caotico y estoico, ama las sangre y todo el mundo le teme por ser la primera luna superior, los demonios más fuertes solo por debajo del rey, Kibutsuji Muzan...
- Siii - interrumpió el incómodo Kanroji aunque Yue pareció no escucharlo ya que siguió y siguió hablando de su personaje.
¿Ahora como la callo? El kanroji ya se estaba desesperando y tal parecía parecía tendría que soportarla hablar durante el resto de la clase.
Horas más tarde, por suerte del Kanroji el profesor se percato del ruido en las últimas días y le pidió amablemente a la Tomioka que guardase silencio, recordandole que estaban en su clase, pero desde que la clase acabo junto a la jornada escolar, la gotica no dejaba de seguirlo.
- ¿Puedes para de seguirme? - Exigió el Kanroji ya un tanto harto deteniendo su paso volteando la vista en dirección de la chica.
- Pero....Crei que ya eramos amigos - Hablo en un tono tímido, a diferencia del frío e indiferente de al principio, cosa que le hizo sentir pena al Kanroji quien solto un suave suspiro.
- Bien, puedes seguirme hasta la estación, ok? - Diria el Kanroji presenciando como se iluminaba el rostro y ojo de la Tomioka, a la par que esbozada una suave sonrisa de satisfacción, por fin había hecho un amigo.