°~○Family●~° (Lucemond and Jaegon)

Cap 5.

Lucerys.

La idea del abuelo de tener una cena familiar fue un tanto precipitada, al igual que absurda. No era que no quisiera comer con ellos, claro que no, simplemente algunas personas de aquí pues nos odiaba y se veía mucha distancia.

La mirada de Otto estaba encima nuestra, una siniestra sonrisa que prometía demasiado dolor hacia nuestra persona y no sólo a nosotros, también le envío una mirada extraña Aegon y Aemond, los cuales no prestaron demasiada atención.
Alicent miraba a su hijo menor como si lo fuera a matar en cualquier momento, sin importar que estuviéramos en medio de una cena.

Apreté los labios con fuerza al ver el rostro pálido de Aemond, se veía tan decaído y débil, sudoroso y enfermizo.
Estaba preocupado por su salud, no entendía el porqué venir cuando no se sentía bien.

Observe cada movimiento del mayor, cualquier gesto que hiciera saber que su salud había empeorado en algo, una mueca, el ceño fruncido...cualquier cosa que me alarmara y pudiera ayudarle a sacarle de este mal ambiente.

Y la cosa se calento al momento de irse el abuelo, el cuerpo de Aemond y Aegon se pusieron rígidos al momento de este irse, sus rostro se volvieron sombríos y ciertamente precavidos. Helaena hizo todo lo posible para acurrucarse junto a su hermano Aegon en señal de miedo, su rostro reflejaba ansiedad y eso fue lo más extraño...Helaena odiaba que la tocarán, en cambio ahora estaba intentando aferrarse al toque de su hermano mayor y esposo.

–Algo malo esta pasando y no nos estamos enterando. –Susurro Baela para nosotros.

–La reina y su padre parecen estar apunto de hacer algo malo. –Susurro de vuelta Rhaena.

Aquellas palabras fueron escuchadas tanto por Daemon y Rhaenyra, los cuáles ahora estaban atentos a todo lo que ocurría a su alrededor. Madre y su padre adoptivos se veian realmente apunto de intervenir en algo que aún no había sucedido.

–Hijo, debes comer un poco más. –Comenta la desagradable voz de Alicent.

Aemond solo se tenso en respuesta a lo que dijo su madre y negó con la cabeza para apartar el plato con cuidado.

–No me apetece comer ahora mismo, si eso después lo haré. –Responde con cierta frialdad e inquietud bien camuflada.

–Aemond cariño, estas débil y necesitas fuerzas para poder seguir entrenando. ‐Dijo con ternura.

–¿Eso es lo que te importa? –Pregunta Aegon ciertamente indignado. –Tu hijo menor esta enfermo, haciendo un esfuerzo inhumano para estar aquí y contentarte a ti, al abuelo y padre, y lo único por que te preocupas es por su entrenamiento.

–Aegon. –Otto sonaba duro y siniestro, su rostro ya no tenía esa sonrisa extraño que había tenido antes de que todo esto comenzará y a decir verdad...me gustaría salir corriendo y abrazar a madre.

Estaba asustado por toda esta situación, confundido también y sobre todo preocupado.

–El tiene razón... –Susurro la dulce Helaena. –"El color rojo llegara a correr libre"

Aegon se colocó de pie cuando vio que su madre y su abuelo se colocaban de pie, escondió a Helaena detrás de él y tiro con cuidado de Aemond para hacer lo mismo. Una imagen un tanto extraña para todos.

No era un secreto que la familia de Alicent en cierta manera era algo disfuncional, el rey no había prestado la suficiente atención a estos chicos y eso los hizo también como eran ahora, no obstante esto...se veía diferente.

Y se siente mal.

–Siéntanse y comportense. –La voz de la reina sonaba forzada y falda calma. –Hay invitados y deben ser tratados con respeto.

–De seguro que a ellos no les importa que me lleva a mi hermano enfermo a su habitación. –Habla Aegon.

–No nos importa en absoluto, es obvio que mi hermano pequeño no se siente del....

–¡Aemond! –Grito Helaena al ver caer a su hermano pequeño.

La reacción fue instantánea por parte de mi madre la cual rápidamente se acerco donde estaba el chico, también Daemon reaccionó de la misma manera, aunque este ya se había adelantado un poco a madre.

–Parece que la fiebre solo ha aumentado. –Susurra. –Será mejor que lo lleve a su habitación, necesito que llamen al maestre. –Comento Daemon mientras colocaba sin dificultad en sus brazos.

Rápidamente salí del comedor para correr por los pasillos, si bien no era lo correcto para un príncipe, lo era para salvar la vida de la persona que una vez fue importante para el.

Aemond...estar bien, por favor.

Fin del capítulo.

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¡Hola a todos!
Ya está aquí el nuevo capítulo, espero que os guste y lamento las faltas de ortografía o frases sin sentido...a veces la dislexia me mata, aun que suelo corregirlo después.

Mañana no voy a poder actualizar a causa del trabajo, así que actualizare el sábado por esta misma hora.

¡Buenas noches! 😘