Aemond.
Me sentí enfermo al ver a mi madre de aquella forma, tan herida y asustada, tan...tranquila que a veces temía que estuviera planeando algo en silencio y podía adivinar quien sería el hablador de todos.
Otto no había recibido ningún daño, si bien Alicent no era una buena madre, nos maltrato y jamás nos quiso ya que fuimos niños no deseados....fue el abuelo quien era la mano ejecutora de todas las locuras que ocurrieron desde el día uno.
Apreté los labios con fuerza con cierto mal humor, tan fuerte que los hice sangrar y el dolor era intermitente.
Familia...una palabra que siempre era nombrada sin parar por todas las personas que había conocido, todos contentos de poder protegerlos, amarlos, ser respetado y ser querido de vuelta como debía ser una gran familia feliz y normal...después estábamos nosotros.
Los Targaryen una gran casa que reinaba los siete reinos gracias al antiguo Rey Aegon el conquistador, el hombre que puso de moda el ¿trío? Resople ante tal pensamiento, daba igual donde mirara, las costumbres eran tan malas y desagradables y aquí estaba yo, enamorado se Lucerys, el chico que prometi cobrarme la deuda y arrancarle el ojo, el niño...el cual se había colado en mi corazón.
–Si sigues cogiendo aire de esa forma nos dejaras sin aire a estas hermosas tierras. –Se burla Aegon. –Debes dejar de preocuparte, lo que ocurrió con madre se lo tiene merecido.
–¿Tu crees? Ella fue joven como nosotros y obligada a casarse con un hombre el doble de mayor por deber y obligación. –Comente fríamente. –Nadie merece eso.
–Hermanito, te recuerdo de que madre nos obligó a Helaena y a mi a casarnos, éramos unos niños, suplicamos por cancelar el casamiento y no escucho, planeo maldades y casi me matan a mi y mataron a Criston por su egoísmo. –Respondió con cautela el mayor. –No te sientes mal por lo que le ocurrió a mamá, te sientes culpable por no haberte dado cuenta y no habernos protegido...pero ese no era tu trabajo, solo eras un niño, los tres lo éramos.
–Pero...
–Nada de peros, hermano. Debes dejar el pasado para seguir el presente y así tu vida avanzar por el buen camino. –Comenta.
Me quedé mirándole sorprendido por aquellas palabras dichas por el mayor, nunca antes lo había visto tan sobrio como lo estaba ahora, incluso decía tonterías menos graves que cuando estaba borracho y de cierta manera me reconforta.
Cerré los ojos cuando mi hermano apoyo su frente contra la mía, en silencio dejó una caricia en mi cabello antes de abrazarme con fuerza y obligar a esconder mi rostro en su cuello. Su olor era familia, entre vino, humo y dragón, tres cosas que me recordaban tanto a cuando éramos niños, antes de la fatídica broma del cerdo.
–Nunca te permitistes llorar Aemond, siempre fuerte y vigilante de todo. Es hora de que te desahogues todo lo que tienes dentro. –Susurra.
–No se a que te refieres. Sueltame Aegon. –Replique mientras intentaba separarme del mayor.
El enano tenía más fuerza de lo que parecía en un principio, me apreto aún más fuerte, era casi asfixiante pero por alguna razón mi pecho se sintió pesado y los ojos picaban demasiado.
No quería parecer fragil, cualquier cosa que fuera debilidad al final sería utilizada en mi contra y eso era lo último que quería.La mano de Aegon se apreto en mi nuca impidiendo el movimiento, hubo un gruñido de su parte y al parecer había alguien en la habitación que causó su disgusto.
–¡Por vuestra culpa mi hija fue herida! –Grito Otto lleno de rabia. –Tu no debiste haber nacido, Aemond, un error que nos arruinó a todos. Eres una aberración, enamorado de otro hombre.
–Yo también estoy enamorado de un hombre y créeme cuando digo que deberías ir a la casa de la seda para meterla en algún lado por que al parecer el no tener una vida sexual te ha agriado tu gran personalidad. –Comenta Aegon.
Este no sonaba burlón ni nada por el estilo, el parecía molesto por las palabras dichas en mi contra, me estremeci cuando sentí movimiento justamente detrás mía e intenté girarme un poco para mirar...pero este no me lo permitió.
–¡Deberías tener más respeto! Soy de tu familia muchacho, todo lo que has conseguido has sido gracias a mi duro trabajo.
–Tu no has echo una mierda, a si...solo nos hicistes sufrir a mis hermanos y a mi, seguramente también tienes culpa de muchas de las desgracias de Daemon y también podría poner la mano en el fue que la muerte de Harwin fue planeada por ti, a pesar de que fue Larys quien lo mato. ¿Quieres que siga enumerando todas las cosas malas que has echo? –Pregunta Aegon.
Hubo un gran silencio, fue incómodo en todos los sentidos y me removi un poco para poder salir del gran abrazo de mi hermano. Al darme la vuelta pude ver la pura rabia que reflejaba el rostro de Otto, este estaba intentando contenerse, saber que Daemon y Criston estaban por algún lado de la fortaleza lo asustaba y no le culpaba por eso.
Tu tío psicópata protector y un "padre protector puede ser una combinación realmente aterradora.
–Me haré cargo de ustedes más tarde...os enviaré con el extraño~ donde perteneceis.
Fin del capítulo.
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¡Hola a todos!
Ya esta aquí el nuevo capítulo de esta historia, espero que sea de vuestro agrado y lamento muchísimo la tardanza.
Iba actualizar ayer pero tuve problemas con los capítulos y no pude volver a escribirlos hasta hoy¡Hasta mañana! 😘
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°~○Family●~° (Lucemond and Jaegon)
FanfictionAemond no sabe que es sentirse en familia, tampoco lo hace sus hermanos, no obstante quiere saberlo antes de que una absurda guerra comenzará...al único que podría preguntar es a Criston Cole.