#22: Cuento de Hadas. (1/2)

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_Prov. Víctor_

Al abrir los ojos me encontraba en una sala bastante grande, estaba junto al resto de equipo, o bueno, algo así, los únicos que no estaban con nosotros eran Arion, Fey, las gerentes y el oso.

Nos encontramos en un cuento de Hadas, el rey Arturo y su mesa redonda, dónde todos y cada uno de nosotros estaba interpretando un papel en la historia, yo era un caballero, pero no cualquier caballero, era uno que había sido elegido especialmente por el Rey, haciéndome uno bastante peculiar.

En el salón, luego entró Skie, luciendo un lindo vestido, juro como el de la princesa Eline, la hija del príncipe Arturo, siendo ello, ya había una persona menos por la cual preocuparse, aún faltaba Arion, Fey, Rosie y mi Jade.

Dios, me estaba volviendo loco en ese lugar, no tenía ni la más mínima idea de dónde podía estar, y pensar que su papel era un peligroso, me ponía los pelos de punta, era mala idea ponerla en un papel peligroso, siendo ella tan imprudente y gruñona, solo puedo pedir a quien sea que esté a cargo aquí, que sea lo menos peligroso posible.

Al cabo de una hora, Fey, Arion y el oso ingresaron a palacio, estos se sorprendieron a más no poder, en cuanto observaron que nosotros éramos los caballeros, pero vaya que estaban asustados, parecían haber visto a los mismísimos caballeros.

—¿Cuánto apostamos a que piensan que nos lavaron el cerebro? —Interrogó Michael divertido.

A su lado, Lucien sonrió mientras miraba al frente

Si, seguramente eso era lo que pasaba.

Al menos, eran dos más, ahora solo faltaban Rosie y Jade.

Dos horas más tarde, luego de que jugamos contra Arion y Fey para que logras entrar a los soldados de la mesa, paso la catástrofe, siendo Golde secuestrada por el dragón, el cual era manipulado por alguien, con un increíble poder mágico.

Por lo que decidimos salir a buscarla, todos juntos.

En cuanto la vi, sentí que mi mundo volvía a ser como antes, en ese momento estaba discutiendo con Roma por qué él si era un caballero, y ella era una simple conductora.

¿Pero saben?

Yo estoy mil veces mejor con que sea eso, así se encontraba fuera de todo peligro, no tenía nada relevante en la historia original, pero si en mi vida, tenía un propósito bastante grande, y sería el único por qué me detendría ante cualquier circunstancia.

Al ver que Roma se alejó, me acerqué con cuidado, el Rey estaba distraído con Skie, por lo que no me estaba viendo, bueno, Riccardo si me vio, pero no me dijo nada, por los momentos.

—Hey... —Llame lo más bajo que pude, no quería que el oso hiciera un espectáculo.

Ella rápidamente me miró, juro que no hubo nada mejor, que ella sonriéndome de manera dulce, mientras sus ojos brillaban, haciéndome querer abrazarla y besarla.

¿Realmente era mi presencia la que causaba eso?

Que agradable.

—Víctor. —susurro, estirando su mano hacia mi rostro— Que bueno ver que estás bien...

Agradecí aquella caricia, mientras los veía subir al carruaje, ella miro hacia un lado, y luego hacia mí, su mirada reflejaba temor, uno hasta grande.

—Tranquila, estás a salvó desde ahora... —Le asegure, tomando su mano para besarla— No dejaré que nada malo te pase...

—Te ves muy guapo con esa armadura... —Me comentó ella sonrojada.

—No deberías ser tan obvio, al ver tu debilidad, vendrá contra ti. —Me comentó Riccardo acercándose.

Él tenía razón, pero carajo, me había asustado al no verla cerca, luego de que todos tomarán papeles importantes, me asustó demás pensar que estaría en una zona peligrosa, o peor, cerca del dragón.

—¿Estás celoso Riccardo? —Jade rápidamente preguntó, sonriendo por ello.

—No es eso, la zona donde estamos en bastante peligrosa, tú mismo viste el dragón... —Me miro al decirlo— No es seguro...

Tenía toda la razón del mundo, pero tenía a Jade a mi lado, era imposible que lo aceptará tan rápido.

—Tranquilo, Víctor solo se asegura de que el oso este amarrado para no caer, ahora iremos con Rosie, todo estará bien. —Completo, tomando nuevamente las cuerdas.

Riccardo frunció el ceño y me miró, mire una última a Jade antes de subir la carruaje, solo esperando que el camino fuera seguro, y que nadie fuera a salir lastimado.

Al llegar al lago de las hadas, mirábamos en todas las direcciones, asegurando que nada estuviera fuera de control, a lo que el grupo se adelantó, el oso también bajo corriendo a toda prisa, no quería perderse de nada.

Antes de que Jade lograse salir, la tome del brazo atrayéndola a mi costado.

—Víctor me has dado un susto... —Confesó, llevando su mano al pecho— ¿Qué pasa?

Me gire hacia ella, tomando su rostro y plantando un beso en sus labios, uno que fue bastante pasivo y dulce, uno que nos hacía sentir mejor que hace un rato.

—Realmente estaba preocupado por dónde fueras a estar... —Confesé, acariciando su mejilla— Me encanta como te ves con esa ropa...

—Yo también me asusté cuando no te vi cerca... —Tomo mi mano con las suyas, sonriéndome— al menos a ti te gusta cómo me veo... —Dijo bajando cabeza

—Siempre me gusta cómo te ves. —Solté tomando su barbilla levantando su cabeza— ¿Quién te ha dicho algo?

—Nadie, solo que Roma suele soltar comentarios bastante bobos... —Confesó mirando mi cabello.

Ella buscaría cualquier cosa para no mirarme a los ojos.

Mire hacia el grupo, que aún estaba cerca, pues avanzaban lento, y luego mire de nuevo a Jade, quien hizo lo miro que yo.

—Él no tiene idea de nada... —Tome sus manos — Eres demasiado para él, ¿Entendido?, No puedes dejar que te diga cosas, así como así...

—Es lindo cuando lo dices... —Me miro.

La tome de la mano y la bese con cuidado, ella accedió de forma suave mientras nos acercamos, antes de poder seguir con dicho gesto, el oso llego a nuestro lado, saltando sobre mí, estaba a nada de matarlo...

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⏰ Última actualización: Mar 07, 2023 ⏰

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_One-Shot_//Victor&Jade// Donde viven las historias. Descúbrelo ahora