Jongin iba marcando besitos con cuidado por el pecho de Kyungsoo descendiendo hasta su vientre, lo que le causaba cosquillas y se retorcía un poco. El día estaba cálido, pero corría un viento helado y a ratos fuerte. Jongin tenía cuidado con los moretones de Kyungsoo, los evitaba lo más que podía, le hacía cariño o lo besaba con ternura.La ventana de su cuarto estaba abierta y a veces se colaba ese viento frío, pero ninguno de los dos se daba cuenta: estaban amándose desmesuradamente. Jongin tomó en cuenta la idea de Kyungsoo de intentar nuevas posiciones al hacer el amor y ahí estaba, encima de él mientras él estaba tumbado boca abajo levantando su cadera adaptándose a Jongin, se sentía demasiado bien, más aún cuando le daba besitos en el cuello.
Jongin estaba tan caliente que llegó un momento en que comenzó a hacerle chupones en el cuello a Kyungsoo e incluso a morderle suavemente el hombro y parecía disfrutarlo más, porque llamaba el nombre de Jongin con más fuerza.
Le encantaba hacer el amor con él, y se olvidó de todas sus contusiones por lo menos en ese rato. Terminaron tendidos en la cama respirando pesado, mirando al techo de madera, Jongin le dio un beso tierno en la mejilla a Kyungsoo antes de que este se quedara dormido, había terminado cansado y podía suponer que adolorido. Más tarde tendrían que cambiar las sábanas, enjuagarlas y limpiar el desorden del cuarto.
La mamá de Kyungsoo llegó de improviso mucho más temprano a casa: la habían despedido. Venía bastante apenada y afortunadamente no encontró a su hijo en nada fuera de lo común, Kyungsoo estaba preparando el almuerzo junto a su amigo, Jongin, y se espantó al ver la cocina llena de humo.
No se puede poner a un par de chiquillos de dieciocho años en la cocina, supuso. Los ayudó a hacer algún tipo de comida a la rápida y luego se fue a su habitación, disimulando su tristeza; sin ese trabajo sólo le quedaba uno de planchar y lavar camisas que no cubría ni la mitad de sus gastos y los de su hijo, debía encontrar pronto alguna salida o quedarían más pobres de lo que ya estaban.
Quería comprar libros para Kyungsoo, le entristecía ver que leía una y otra vez unos cuantos libros viejos que había heredado de su padre, todos gastados y de portada borrosa, algunos ni si quiera tenían tapa; y ya había leído todos los que estaban disponibles en la biblioteca. Sentía que le fallaba en diferentes aspectos, que no había sido una buena madre porque una buena madre criaba a sus hijos, estaba ahí para ellos, y ella nunca había estado para el suyo. Se había criado prácticamente solo. Le hacía mucha falta su marido y a su hijo un padre.
Kyungsoo nunca se había preocupado demasiado por alguna figura paterna, simplemente su papá había fallecido y ya, no había que darle más vueltas al asunto. Para eso tenía a su madre. De todas formas, recordaba muy poco de él, como que era alto, su madre siempre le decía que había heredado todo menos su altura, porque Kyungsoo era bajito como los hombres de la familia de ella; su padre también lo llevaba al mar a pescar y a jugar a la playa, pero había pasado tanto tiempo que no estaba seguro si esos recuerdos en realidad eran así o lo había soñado.
—Kyungsoo... ¡Kyungsoo! -Jongin lo hizo sacudirse. Se había perdido en un mar de pensamientos.
—Me quedé pensando, lo siento.
—¿En qué?
—Pues no lo sé, en nosotros.
Iban saliendo por el patio trasero de su casa, que era como una salida alternativa para llegar al bosque, sólo había que tener cuidado porque el cerro se ponía bastante inclinado a veces y el viento siempre corría fuerte en las alturas. Les hubiese gustado bajar a la playa, pero sentían que cualquiera podría verlos, ya no podían estar tranquilos.
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Otra era (Kaisoo)
Fanfiction-kaisoo -angst/fluff/coming of age -advertencias: homofobia, mucho angst, hay mención de sekai/kaihun -sinopsis: Kyungsoo, un chico en su último año de secundaria, vive en un pueblito retirado entre la playa y el bosque mientras intenta pasar desape...