Jongin volvió a casa caminando, pateando piedras, quería seguir llorando pero no le salían más lágrimas. Se acordó de Kyungsoo, debía estar solo aún en casa, ahora su madre regresaba al anochecer del trabajo, y se apresuró, quizás también debía llevarlo a urgencias si seguía sin despertar.Respiraba con normalidad, recostado en su cama y Jongin no podía evitar pensar en Sehun. No vería su sonrisa nunca más, no hablaría con él nunca más ni se escribirían cartas ni reiría hasta tarde él y Kyungsoo. Nunca más. Sehun ya no existía. Y él lloraba apoyado en la cama.
Cuando Kyungsoo se enteró de la historia completa, de cómo Sehun lo había salvado heroicamente a él y a Jongin y de cómo había fallecido se quedó pasmado para luego acompañar a su novio en las lágrimas, simplemente no podía creerlo.
La historia se había esparcido con la muerte de Sehun por todo el pueblo: los dos chicos de la escuela que eran novios y eran perseguidos por esos otros bandidos que habían apuñalado a su amigo forastero. Era triste, pero no por eso la gente sentía menos rechazo hacia la relación de Kyungsoo y Jongin, algunos incluso comentaban que había sido su culpa que el muchacho rubio falleciera, por ser unos desviados que sólo andaban en busca de problemas.
La mamá de Kyungsoo llegó sabiendo la historia a casa, venía conteniendo las lágrimas por Sehun y por su hijo y justo entró en el momento en que Jongin se iba.
—Jongin... —La señora Do era de estatura baja y de contextura redonda, era totalmente abrazable y tenía que mirarlo hacia arriba. Le peinó un poco su cabello y lo abrazó, aferrándose a él; había necesitado un abrazo de contención desde que se enteró de todo y se sentía un tanto ridícula por estar así con un jovencito, pero no tenía a nadie más. —Ya sé todo lo que pasó, ve a casa a descansar. —Le hablaba con suavidad y ternura, sin ninguna pizca de molestia.
—Kyungsoo está en su habitación. —Dijo Jongin al separarse para después decir adiós y salir por la puerta con aflicción.
Encontró a su hijo sentado en la cama, limpiándose las lágrimas con el rostro entero magullado y herido. Se abrazaron y él comenzó a llorar otra vez.
—Mamá, pasó algo muy malo...
—Ya sé, hijo, ya sé. El príncipe se ha ido.
Al cabo de un rato, ambos se calmaron un poco y ella hizo un poco de té para los dos. Aún tenía que hablar con él y preguntarle si era verdad de lo que todos hablaban, había tenido esas intenciones desde hace casi una semana, pero su hijo había estado ocupado o muy cansado a la hora en que ella llegaba y no había querido molestarlo.
—Kyungsoo, ¿qué pasa contigo y con Jongin? —Le hablaba suave, hizo una pausa y al ver que no contestaba continuó: —Dime la verdad.
—Él y yo... Somos, estamos en una relación, mamá. —Kyungsoo miraba dentro de su taza de té medio vacía, esperando con miedo a lo que vendría después.
—¿En una relación de pareja?
—Sí.
Entonces era verdad lo que decían las señoras chismosas del pueblo.
—¿Desde hace cuánto? ¿por qué no me habías dicho nada? -Comenzaba a sonar dolida.
—Desde hace unos meses. Es que, tenía miedo. Lo-lo siento.
Le costaba trabajo aceptarlo, ¿por qué justo su hijo? ¿no podía ser el hijo de alguna otra más? Ahora se sentía mucho más culpable: según ella, era su culpa de que Kyungsoo fuera así, era obvio, se había criado sólo con ella, sin ninguna figura paterna y por eso ahora le gustaban los hombres. Debía haberse buscado algún otro hombre para que no estuvieran solos, así no hubiese tenido que trabajar y su hijo sería normal.
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Otra era (Kaisoo)
Fanfiction-kaisoo -angst/fluff/coming of age -advertencias: homofobia, mucho angst, hay mención de sekai/kaihun -sinopsis: Kyungsoo, un chico en su último año de secundaria, vive en un pueblito retirado entre la playa y el bosque mientras intenta pasar desape...