Un mundo de fantasía con ojos de tinta y lejía

13 0 0
                                    

Una araña trepa cuidadosamente por una hoja de hiedra húmeda, pájaros que anidan dentro del cráneo destrozado de una pequeña criatura. La calma trae consigo nada más que la esperanza de evitar más dolor, los únicos mensajes que intercambiamos están garabateados en piedra...

Amo a mí chica, pero ella no vale el precio. Quiero llevarla a un lugar donde sepa que me importa, pero hace mucho frío y no sé dónde...

Somos libres desde que llegamos al mundo y también de dormir sonriendo. Si de haberlo hecho en una planta, sería un Ginkgo Biloba a minutos de ser ceniza mas mis raíces se afianzan a la tierra negra. Las mariposas que corten el viento llorarán lo que alguna vez mi corazón irrigó, pedirán lo que alguna vez mi cerebro atrofió.

Rugen mis entrañas, colibríes emprenden su vuelo besando las nubes de algodón inyectándolas con vino tinto mas celeste sigo viéndolo.

Aquellas brasas abrigan mi pecho mas al respirar extingo, su humo son mis pasos, eco que ahuyenta las hojas buscando el norte. Lavo mis manos en las lágrimas de ballenas, secándome con la arena que te cobija mas aun así... ¡¿por qué el hollín no se borra?! Oh, Perséfone ¿se enfadarán si pienso reunirme contigo?

Las palabras siempre ganan mas sé que saldré perdiendo, si ellos izan la bandera no significa que yo pierda, sé que es verdad mas no puedo evitar fragmentarme para todo. Quiero tirar el celular por la ventana, trasplantar mi espíritu--- ¡exorcícenme! Tomamos cosas extrañas para sentirnos normales mas la primera visión fue como un sueño lúcido donde solo estuve levantando margaritas; recostado a la orilla del río despido a las flores a medida que zarpa la última hoja cuando te vi somnolienta bajo el agua de un mundo de fantasía con ojos de tinta y lejía, quería ser tú mas ni si quiera te conocía, cantaría una canción que sería solo nuestra mas las canté todas a otro corazón. Estoy lo suficientemente drogado para que me encante todo, mi mundo es tan brillante, no intentes darme agua fría, no quiero sobriedad, es difícil de respirar, pero está bien, shh...

Venus, el planeta del amor fue destruido por el calentamiento global. Quiero llorar mas todas mis lágrimas se han agotado, he de haber dado tanta lástima, que incluso me ha compartido de las suyas el cielo...

Vi el final antes de que empezara, aun así, seguí, amarte es un juego perdido...

¿Quién puede pensar por la tristeza del diablo?

PoemarioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora