Isabella-
Las señoritas refinadas que pasan a mi alrededor me miran con disgusto, ruedo los ojos, como si me fuera a importar lo que crean de mi, si a ellas les importa más casarse para ser una muñequita de porcelana olvidada en un estante está perfecto, que me juzguen por no hacer lo mismo me saca de quicio , Evan por otro lado ríe, lo fulmino con la mirada lo cual lo hace reír más al notar mi enojo, indignada tomo mi bolso dispuesta a marcharme del lugar pero antes de siquiera dar 3 pasos, el imbécil ya esta a mi lado tomando mi mano, aún enojada con la misma situación de siempre le doy un golpe en su mano para que me suelte y así poder marcharme, él simplemente me mira y me suelta, lo fulmino otra vez pero el ya no me está mirando, no entiendo porque hasta que al moverme para finalmente marcharme me rodea sin incomodarme por la cintura, estoy por refutar hasta que veo al inutil de nuestro jefe saliendo con Morales, Evan me hace una seña para que nos vayamos rápido antes de que, Nuestro Jefe y el inutil N1 empiecen a hacer preguntas, no somos pareja pero considerando que soy mujer 1957 con una maldita construcción social totalmente machista, salir con un amigo es igual a decir tengo pareja, claro no sería dificíl explicarlo pero mi inutil favorito se encargo de difundir el rumor de que soy la amante de Evan, Evan claramente nego todo al iual que yo, pero fue en vano, Gracias a ese idiota tuve 2 semanas de suspención debido a que intenté golpearlo pero Evan me detuvo,por eso el tuvo solo tres días de suspensión, el rumor se corto rapidamente pero Evan y yo casí no podemos salir juntos sin que asuman que somos pareja, aunque los rumores se estancaron, el y yo sabemos que si nos ven en una floreria juntos no creeran que estamos aquí por el cumpleaños de su madre, sobre todo porque ella esta en inglaterra, pero al punto, no, claro que no, para ellos significara que realmente somos pareja. Nuestro jefe llama a Evan peor el solo me pega más a él y sigue caminando,
-Detective Evan- grita pero Evan solo sigue caminando -Evan- dice un poco más fuerte, quisiera reir por la forma en que finje que realmente no escucha a ese imbécil casi gritando pero me controlo, escucho unas pisadas aceleradas detrás nuestro y me empiezo a poner nerviosa, El lo nota y acelera el pasó,sabé lo complicado que se volvería la situación para ambos si todo se malinterpreta sobre todo para mi
-Morales deje al señor, esta claro que no es Evan, esta claro que él no es tan grosero- una vez caminamos 6 calles, volteo y me aseguro de que no nos sigan, suspiro aliviada y él ríe - Menos mal que no eras grosero- comienza a reir y yo rápidamente lo sigo, seguimos caminando un rato más hasta llegar a su casa, es grande, lo suficiente para su gusto, Él cree que es inecesario tener una casa de 100 habitaciones si solo vive una persona, por lo cual vive en una casa mediana, tiene una pequeña cocina, un único baño relativamente grande y un comedor o sala de reuniones, en el piso de arriba, su gran habitación y una pequeña oficina, se que la casa parece mucho más grande de lo que uno se imagina, pero es bastante agradable, sin muchos lujos a esepción de la sala donde se acostumbran reuniones, entramos a su casa y pasando la pequeña cocina subo las escaleras con Evan detras de mi, abre la puerte cerrada con llave y me deja pasar a la oficina, solemos venir aquí a resolver los casos, si soy honesta en cuanto el entro a trabajar creí que era solo otro niñito rico, cuando me dijeron que era ingles y su padre era un tipo importante en su país natal, asumí que sería un imbecil, y lo es.
pero de los imbéciles buenos, hay diferentes tipos y gracias a Dios él es uno de los buenos
-Bueno ya podemos descartar a Daniel- dice mientras me siento al igual que el- el pobre hombre no es capaz de robar ni una uva- asegura Evan mientras sonríe, seguro de que está en lo correcto saca la lista de sospechosos y lo tacha, lo miro y comienzo a reír, se nota que no aprendió a leer a las personas esa es una ventaja que yo tengo y el no
-¿Ya que eres tan graciosa me puedes decir de que te ríes?- dice indignado, lo miró dejando de reír y sonrió - ¿y?- me levanto y me acerco a él, me mira y le sostengo la mirada, sacó el papel que ni noto que tome de mi bolso y se lo tiendo, lo toma confundido y lo lee.
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Promesa
RomanceIsabella, una joven detective de 24 años tiene una mente brillante, lastimosamente la sociedad de su momento no opina lo mismo, por lo cual tendrá que resolver los casos más importantes de la policía sin recursos y sin crédito por su trabajo. amor...